Vuelta a clases: en Argentina solo el 1% de los chicos asiste a la escuela
Según los datos de la Unesco, el 2 de abril se registró el máximo de alumnos alcanzados por la suspensión de las clases presenciales: 1.484.712.787. Casi el 85% de los estudiantes de todo el mundo fueron afectados por 172 cierres de escuelas a nivel nacional, durante la pandemia de coronavirus. Desde entonces, el número fue bajando de a poco pero sin pausa. Casi ocho meses después, los cierres nacionales solo alcanzan a 23 países.
La Argentina integra una categoría más flexible, entre los países que presentan cierres parciales. Aunque bien podría integrar el último escalafón. Ya a menos de un mes de que termine el ciclo lectivo, los datos muestran que el cierre más que parcial es prácticamente total. De acuerdo al reporte de CIPPEC, solo el 1% de los alumnos asiste a clases presenciales en el país.
Sin embargo, en Europa, dieron un giro radical en su estrategia contra el coronavirus. Mientras atraviesan su segunda ola, que incluso golpea con más intensidad que la primera, la mayoría de los países europeos están dispuestos a restringir actividades sociales, cerrar fronteras, restringir la movilidad, pero no renuncian a la educación presencial.
“Si algo aprendimos de la primera ola de la pandemia es mantener abiertas las escuelas y guarderías. Hemos dicho una y otra vez: en todo caso deben cerrarse último y abrirse primero”, dijo la canciller alemana Angela Merkel en un discurso que se volvió viral.
En los detalles, las estrategias varían: hay cierres focalizados en aulas ante un caso positivo, hay más o menos apego al uso de mascarillas, hay asistencia simultánea o alternada, pero la premisa es la misma en Europa: las escuelas abiertas.
Además de priorizar la educación, la decisión se sustenta en la evidencia científica. En un principio, se creía que, por un lado, los niños eran “supercontagiadores”, que por más que no sufrieran las consecuencias más duras del Covid-19, sí transmitían el virus con más fuerza. Por otro lado, también se consideraba que las escuelas eran focos de contagios, publica hoy Infobae.
Los dos enunciados se demostraron falsos. De hecho, la evidencia va en dirección opuesta: los niños no se presentan como grandes transmisores y las escuelas no tienen mayor incidencia en la pandemia. El jueves pasado, la OMS apoyó la decisión de mantener las escuelas abiertas pese a los rebrotes.
En la Argentina, los contagios empezaron a ceder, a entrar en una pendiente descendente desde hace un mes. El 21 de octubre se alcanzó el pico de 18.326 contagios en un día y hoy el promedio de casos está en 9.273. A su vez, las muertes también están bajando: se registraron 250 por día en la última semana.
Pese a la mejora en los indicadores, solo el 1% de los estudiantes -127 mil chicos de entre más de 11 millones- están en condiciones de asistir a clases presenciales.