Volvió el fútbol a Alemania y ya nada es igual después de la Pandemia
Con los encuentros entre Borussia Dortmund-Schalke 04 y Hoffenheim-Hertha Berlin, que arrancaron ayer a las 10.30, la Bundesliga se convirtió en la primera de las Ligas «grandes» de Europa en retomar la actividad tras el freno por la pandemia del coronavirus. Este sábado se jugarán seis partidos a puertas cerradas y con estrictas reglas sanitarias debido al coronavirus.
Protocolo de seguridad e higiene
En este contexto de pandemia, en los encuentros solo habrá acceso a un total de 300 personas, entre futbolistas, cuerpos técnicos, personal de los clubes y otras personas involucradas mientras para la prensa, se admitirán a solo 10 reporteros y las conferencias serán virtuales.
El protocolo indica que habrá 98 personas por partido: 22 jugadores dentro del campo, 18 integrantes en el banco, 5 árbitros, 20 auxiliares, 4 alcanzapelotas, 3 personas de limpieza, 3 fotógrafos, 4 enfermeros, 4 personas de seguridad y 15 encargados de la instalación tecnológica, entre el VAR y la señal de TV.
Además, se tomará la temperatura de los que acudan al estadio, a la vez que cada futbolista tendrá una botella de agua personal y en los bancos de suplentes habrá que dejar uno o dos asientos libres para respetar la distancia.
Los equipos arribarán al estadio en forma separada; en los vestuarios, los jugadores deberán usar barbijo, mantener una distancia de 1,5 metros y sólo podrán estar 40 minutos. También se indicó que la salida por el túnel a la cancha será por separado, así como el regreso en el entretiempo y al finalizar el encuentro, a la vez que los jugadores no se podrán saludar antes del partido y tampoco estarán permitidas las fotografías grupales antes del juego.
Argentinos en la Bundesliga
Los jugadores albicelestes involucrados en la máxima categoría alemana son Lucas Alario y Exequiel Palacios (Bayer Leverkusen), Santiago Ascacíbar (Hertha Berlín), Leonardo Balerdi (Borussia Dortmund) y David Abraham (Eintracht Frankfurt), además de uno en la Segunda división, Nicolás González (Stuttgart).
Desde casa los telespectadores alemanes también descubrirán una nueva manera de vivir el partido. Pueden escoger entre dos opciones de audio. Una, escuchar el sonido ambiente, es decir los gritos de jugadores y entrenadores y del balón desplazándose o siendo golpeado. Y dos, apostar por el sonido de distintos cánticos de aficiones pregrabados.
Pero el fútbol que volverá este sábado no será el de siempre, el de las gradas llenas, el de la pasión, el de los cánticos. Será un fútbol metido en una burbuja de prudencia, de miedos, de reglamentos estrictos. Los jugadores de la Bundesliga tienen prohibido darse la mano, no pueden festejar los goles abrazándose y en el banquillo los suplentes lucirán mascarilla.
La Bundesliga supone un test para el fútbol mundial. Hay expectación y también temor. Por eso el Borussia Dortmund ha anunciado que liberará de jugar a aquellos futbolistas que tengan miedo ante un posible contagio.
Es fundamental, hacer hincapie en el poder económico que siempre prima ante cualquier situación, incluso una pandemia que azota al mundo entero y que aun así hoy hizo volver al fútbol, en un lugar donde antes entraban más de 160.000 personas y hoy se encontraban presentes solo 300 entre jugadores, cuerpo técnico, personal del estadio, productores, camarógrafos y periodistas.