Villa Gesell: murió el joven que fue prendido fuego por su amigo
Ian González tenía el 95% del cuerpo quemado. El agresor, amigo íntimo de la víctima, tenía diagnóstico de psicosis y está detenido.
Ian Franco González, el joven de 19 años que había sido rociado con nafta y prendido fuego en la localidad de Villa Gesell, murió ayer a raíz de las quemaduras sufridas, las cuales le habían afectado el 95% del cuerpo. Por el hecho se encuentra detenido Elián Ciuffi, de 23 años, quien era íntimo amigo de la víctima.
Ian permanecía internado desde el jueves en el Hospital Bicentenario, de la localidad bonaerense de Esteban Echeverría, donde falleció minutos después del mediodía del lunes.
El hecho ocurrió la tarde del jueves pasado, en un taller mecánico ubicado en avenida 15 y paseo 106, de Villa Gesell. Según detalló la madre de Ian, Viviana Rotela, ambos jóvenes «estaban en la casa de la abuela del pibe arreglando la bici juntos y ahí empezaron a discutir».
«No sé qué le pasó, son amigos desde los ocho años, a él lo echaron de su casa y lo tuvimos en la nuestra. Creemos que fue por una campera que le perdió mi hijo. Se empezaron a pegar y en un momento Ian le dijo ‘listo Elian, ya está’ y fue ahí cuando el pibe agarró un bidón de nafta y le tiró por la espalda», declaró la mujer en TN.
Qué declaró el agresor
En su indagatoria, Ciuffi declaró que fue «un accidente» y que «jamás cometería un asesinato». El agresor permanece alojado en la comisaría 2da. de Villa Gesell.
Ciuffi contó que habían ido a buscar una bicicleta a la casa de su abuela, que a él se le trabó una pierna en un pozo y que a su amigo se le cayó un bidón de nafta encima.
Según explicó, el fuego se inició luego por una chispa producida por un cable.
El acusado aseguró que no quiso escapar del lugar tras iniciarse el siniestro, sino que trató de ayudar a la víctima, a quien dijo conocer «de toda la vida».
Ciuffi sostuvo que le echó agua y arena a González, y luego salió corriendo a buscar a su madre. Aseguró estar «angustiado y apenado» por lo sucedido.
En tanto, un testigo que declaró en la causa señaló por su parte que escuchó a la víctima decir «Elián, ¿por qué me hiciste esto?», mientras las llamas lo envolvían en la vereda del taller.
Tras el hallazgo de una caja de fósforos en su campera, el acusado aseguró que la prenda no era suya sino que se la habían prestado, y que ignoraba que ese elemento estuviera en un bolsillo.
Al momento de ser detenido, el sospechoso tenía en su poder un certificado por discapacidad por un cuadro de «psicosis no orgánica». En ese sentido, su abogado solicitó que se le practique una evaluación psicológica y psiquiátrica.
La causa había sido caratulada como «tentativa de homicidio agravado por el empleo de un medio idóneo para crear un peligro común» pero, tras el fallecimiento de González, la imputación es por el “homicidio consumado”.
En la investigación del caso intervino el fiscal Juan Pablo Calderón, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Pinamar, aunque en los próximos días tomará intervención la UFI 6 de Gesell, a cargo de Verónica Zamboni.