Verdugo de Argentina en Copa América 2004 vuelve al fútbol a los 35 años
De 35 años, el exjugador de la seleccioón brasileña y de Inter de Milán, entre otros, aseguró en una entrevista a la televisión Globo que hará un trabajo físico en el mes de enero, cuando los equipos brasileños realizan la pretemporada, para ponerse en forma y estudiar ofertas.
«Me estoy preparando para hacer un proyecto y comenzar a entrenar de nuevo, sin ningún club, durante todo el mes de enero», contó Adriano, que ha enfrentado varios problemas por indisciplina en varios de los equipos donde ha jugado especialmente fuera de la cancha.
Desde que lideró el Flamengo de Río de Janeiro en la conquista del título brasileño en 2009, Adriano apenas ha jugado 40 partidos, varios de ellos amistosos, aunque nunca llegó a colgar las botas oficialmente.
«Quiero hacerlo por mí, quiero mostrar que puedo llegar hasta mi límite y entonces sí, decir si puedo o no continuar jugando», explicó sobre sus planes para la próxima temporada.
Aunque en numerosas ocasiones circularon fotos y vídeos del delantero completamente fuera de forma y hasta borracho, Adriano aseguró que no perdió su privilegiada potencia física.
«Desde que paré, conseguí mantener mi cuerpo. Estoy dispuesto a esto, sé que tengo que tener mucha persistencia», reconoció el jugador, quien deslumbró durante su juventud cuando militó en Fiorentina, Parma e Inter de Milán italianos, en los que se convirtió en uno de los delanteros más temidos del fútbol mundial.
Adriano admitió que «no logré completar mi carrera por entero. Sucedieron algunas cosas que me apartaron del fútbol. Puedo decir que mi carrera se quedó en la mitad», agregó.
El jugador, 48 veces internacional con Brasil, admitió haber sufrido una depresión y se emocionó al hablar sobre su padre, quien falleció en 2004 y cuya muerte le hundió anímicamente y supuso el declive de su hasta entonces exitosa carrera.
Tras ganar con Flamengo el Campeonato Brasileño en 2009, Adriano fue traspasado a AS Roma, en el que apenas tuvo continuidad. En 2011 regresó a Brasil para jugar en Corinthians, con el que apenas disputó 7 partidos oficiales en dos años.
En 2014, tras pasar casi dos años en blanco, el delantero regresó al fútbol al fichar por el Atlético Paranaense, con el que disputó tres partidos de la fase previa de la Copa Libertadores y fue despedido tras caer eliminado.
A finales de 2015 anunció su fichaje en Le Havre, de la segunda división francesa, aunque finalmente no se materializó.
En enero de 2016, firmó para Miami Fusion de la cuarta división estadounidense, con el que apenas jugó un partido oficial, derrota por 5-0, tras la que anunció que dejaba el club.
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