Una mamá intentó bajar de peso con una inyección que compró por internet y quedó al borde de la muerte
Una mujer compró una inyecciones por internet para bajar de peso y quedó al borde de la muerte. La mujer, de 42 años, sufrió una reacción alérgica al medicamento que prometía “eliminar la grasa abdominal” y casi pierde la vida.
En una entrevista que dio a Daily Mail, Lynsay McAvoy, mamá de tres hijos y oriunda Edimburgo, relató que a comienzos del 2022 comenzó comprar varias dosis de un medicamento que desconocía, pero que afirmaban que reducía considerablemente el peso.
Al notar que bajó tres kilos en pocas semanas, decidió invertir en caja de inyecciones, que costaban 50 libras y que debía usarla por dos semana. “Había estado funcionando bien. Lo hice durante dos meses y funcionó para suprimir mi apetito, no comía tanto”, explicó.
Todo parecía bien, hasta que empezó a tener efectos secundarios. Sin embargo, en lugar de ir al médico decidió tomar un analgésico que hizo desaparecer estos síntomas. Pero, tras aplicarse una nueva inyección su lengua se hinchó y sus ojos “comenzaron a arder” hasta el punto de no pudo abrirlos.
“Sabía que estaba teniendo algún tipo de reacción, así que tomé un antihistamínico. Entonces mi corazón empezó a latir muy rápido y el sudor empezó a brotar de mí. Sentí que mi corazón estaba a punto de explotar, sabía que algo no estaba bien. Pensé que me estaba muriendo”, recordó.
McAvoy dijo que después se desmayó y se golpeó la cabeza contra la pared, lo que la dejó con una conmoción cerebral y una mandíbula dislocada. En medio de esta desesperación, logró contactar a su madre, que vive a pocos metros de ella. Fue así que la ambulancia llegó para trasladarla a un hospital, donde los médicos le diagnosticaron un shock anafiláctico, que sus órganos habían comenzado a fallar y que estuvo cerca de la muerte.
Al referirse al hecho que casi le cuesta la vida, la mujer comentó: “Estaba aterrorizada, me sentí avergonzada. Soy madre soltera con tres hijos, debería haberlo sabido mejor. No estaba dando el ejemplo que quería dar a mis hijos”.
“Me hicieron creer que era para diabéticos, pero no tenemos idea de lo que contenía. Los médicos dijeron que el antihistamínico que tomé al principio podría haberme salvado la vida. Me siento afortunado de estar vivo”, afirmó.
Por último, la mujer de 42 años reflexionó: “No hay nada positivo que pueda salir de ello. Es una solución rápida, pero peligrosa: la inyección está destinada a usarse para la diabetes y se usa para el objetivo equivocado”.