Un dirigente condenado por homicidio hace un mes fue sorprendido «haciendo trámites» en medio de un piquete
Ariel «El Chongui» Espíndola mató en la Navidad de 2019 a un vecino, motivo por el cual lo encontraron culpable por homicidio agravado. Pese a encontrarse en pleno centro dijo que su libertad está «totalmente limitada».
Hace un mes, el 26 de octubre, German Ariel Espíndola alias «El Chongui» fue encontrado culpable, por un jurado popular, del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Esto por haber asesinado el 25 de diciembre de 2019 a Hugo Niveiro de 35 años en el barrio Villa Prosperidad, tras el reclamo de un bolsón de mercaderías.
Espíndola ahora espera la audiencia de cesura prevista para el 16 de diciembre y encabezada por la jueza técnica Laura Andrea Padován. Allí se conocerá la pena que recaerá sobre el dirigente quien esta mañana fue sorprendido en medio de un piquete, esperando ser atendido en Casa de Gobierno.
Distintos movimientos sociales realizaron un reclamo frente a Casa de Gobierno con interrupción de tránsito, allí fue observado por el equipo periodístico de Diario Chaco German Espíndola, quien se encontraba frente al cordón policial para luego trasladarse al acceso principal del edificio ejecutivo.
Tras esperar allí por algunos minutos, el dirigente finalmente optó por sentarse, acompañado por algunas personas, en un kiosco ubicado por la calle Mitre. Allí aceptó responder preguntas de este medio: negó ser partícipe de la protesta y aseguró que fue «mal juzgado» por el jurado popular que lo declaró culpable.
Al ser consultado por DCH sobre su presencia en el lugar y sobre si su libertad tiene algún tipo de restricción o si usa alguna tobillera, el hombre -quien estuvo 15 días detenidos al inicio de la causa- contestó: «Estoy totalmente limitado con mi libertad, nada más que cumplo al pie de la letra las cosas que me están pidiendo que haga»
«Se que fui a juicio donde fui mal condenado, no fui condenado realmente como tenía que ser. Me dieron mucho, se habló muy mal de mí, hubo muchas cosas que no son como dicen y a mí esto me perjudicó mucho tanto laboralmente, con mi familia, amigos y demás», señaló Espíndola quien insistió con la misma versión que le dio al jurado popular, que terminó no creyéndole.
«Este hostigamiento lo venía sufriendo hace más de tres años, muchas veces fui a hablar con los padres de estas personas, intenté hablar con ellos para que por favor me dejen de molestar. Soy una persona que no molesto a nadie, me dedico a mi trabajo, a mis hijas, mi nieto. Ya no era digno de sentarme en la vereda a tomar mates, ya que al verme a mí ya venían a avasallarme, a buscarme quilombo, a ladrillarme», dijo sobre el comportamiento del hombre al que asesinó.