Trump coquetea con guerra de divisas en su escalada del conflicto con China
Trump mantiene una política de hostigamiento y máxima presión sobre Pekín, que incluye gravar con aranceles todas las importaciones chinas que entren en EEUU desde el 1 de septiembre, y acusa al gobierno del gigante asiático de “manipular su moneda” para tener ventajas en el mercado global.
Trump rompe con décadas de política estadounidense al decir que un dólar más bajo impulsaría la competitividad de las empresas del país. “Como vuestro presidente, cualquiera podría pensar que estoy contento por nuestro dólar fuerte. ¡No lo estoy!”, escribió Trump en Twitter. “El nivel alto de las tasas de interés de la Fed, en comparación con otros países, mantiene un dólar alto, haciéndoselo más difícil a nuestros indistriales, como Caterpillar, Boeing, John Deere, a nuestras compañías de autos y a otros, para competir en igualdad de condiciones”, consideró.
La última arremetida del presidente contra la autoridad monetaria de EEUU llega en medio de una escalada en su guerra comercial con China, días después de que el secretario del Tesoro acusara a Pekín de manipular su moneda al permitir su depreciación para hacer frente a la nueva salva de aranceles anunciada por Washington. Los economistas criticaron de forma rotunda el movimiento de Trump, y recordaron que Pekín intervino en el mercado de divisas para evitar que el yuan sufriera una caída aún mayor ante la desaceleración económica del país y la incertidumbre creada por la guerra comercial que lleva adelante el estadounidense.
“Etiquetar a China como manipulador es totalmente falaz. No están manipulando”, aseguró Fred Bergsten, fundador del Peterson Institute of International Economics. “Es una noticia falsa, como diría Trump”, dijo Bersten. Pero aunque que se mostró cauto por un posible conflicto cambiario, los riesgos de una guerra de divisas son reales.
Lo que podría desencadenar una guerra sería si la administración estadounidense tratara de vender dólares para debilitar el tipo de cambio, lo que podría llevar a Pekín a defenderse con su propia intervención. “Eso constituiría una guerra de divisas. Entrar en una guerra de divisas sería un asunto muy arriesgado. Particularmente con esta administración, en la que nadie confía de ninguna manera”, explicó Bergsten.
Nadar contra la corriente
Las diferentes administraciones estadounidenses, tanto demócratas como republicanas, han apostado durante décadas por un dólar fuerte porque da estabilidad y puede mantener una inflación baja haciendo que las importaciones sean más baratas. Pero una divisa alta también hace que las exportaciones sean más caras. La empresa de maquinaria para la construcción y agrícola Caterpillar redujo sus objetivos de beneficios para este año debido a la caída de ventas en China.
Trump presionó repetidamente a la Fed para que recorte la tasa de interés casi a diario. “Con sustanciales recortes de la Fed (no hay inflación)… el dólar hará posible que nuestras compañías ganen contra cualquier competidor”, dijo el presidente. Una teoría rechazada por los miembros del banco central y por economistas. Los expertos aseguran el valor del dólar es reflejo de la fortaleza de la economía estadounidense en comparación con otras, como la eurozona.
Y, además, explican los economistas, la guerra comercial desatada por Trump contra China ha ayudado a aumentar el valor del dólar. Las empresas retrasan inversiones ante las incertidumbres creadas y buscan refugios seguros para su dinero, como ser la compra de moneda estadounidense. “Si una economía es más fuerte que la economía del vecino próximo, probablemente tendrá una moneda más fuerte”, dijo esta semana James Bullard, miembro del grupo encargado de la política monetaria de la Fed.
Bergsten advirtió que el intento de la administración Trump de debilitar el dólar probablemente no sea efectivo. “Cualquier esfuerzo por debilitar el dólar a través de la intervención o cualquier otro mecanismo sería nadar contra la corriente, y no creo que haya muchas posibilidades de que encuentren la manera de hacerlo”, opinó.
Fuente: Diario Norte.