Thiem logró una gran recuperación y batió a Zverev para consagrarse campeón del US Open
En una edición del US Open atípica, el austriaco Dominic Thiem se coronó campeón tras derrotar en la final al alemán Alexander Zverev. El número tres del ranking ATP, de 27 años, logró remontar un partido que se le presentó realmente adverso en el comienzo y se alzó con el primer título de Grand Slam de su carrera.
Thiem se quedó con la victoria por 2-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 7-6 ante el número siete del escalafón en un partido que duró cuatro horas y que se disputó en un estadio Arthur Ashe que lució vacío en el marco de la burbuja sanitaria en la que se disputó el Abierto de los Estados Unidos a causa de la pandemia de coronavirus.
Fue así como el austriaco se alzó con la corona en un certamen en atípico por la coyuntura sanitaria y por las ausencias de peso de grandes favoritos como el español Rafael Nadal (fuera del circuito por la pandemia) y Roger Federer (se recupera de una lesión), sumada a la descalificación que sufrió el serbio Novak Djokovic en la cuarta ronda.
El alemán tuvo un comienzo de partido muy firme e impuso su juego. Quebró el servicio de su rival en el tercer juego y se adelantó en el marcador. Casi sin fisuras logró cerrar el primer parcial a su favor por 6-2.
La tónica se repitió en el segundo parcial: Zverev quebró en el tercer juego y se encaminó hacia la concreción del set casi sin sobresaltos. De hecho, llegó a estar 5-1 y set point a favor. Sin embargo, en ese momento Thiem se despertó y tuvo un atisbo de reacción, pero no le alcanzó. Finalmente, el alemán se quedó con el set por 6-4.
Todo indicaba que Zverev se iba a quedar con una victoria fácil. Aún más cuando quebró de arranque y se puso en ventaja en el tercer set. Pero, de a poco, Thiem empezó a soltar su tenis y no solo recuperó el servicio perdido, sino que logró doblegar a su rival y revertir el parcial para cerrarlo 6-4 a su favor. El crecimiento del austriaco le dio tensión a un encuentro cuyo destino parecía estar escrito.
En el cuarto set el partido definitivamente entró en una nueva etapa y la paridad se mantuvo hasta que Thiem quebró para ponerse 5-3 arriba. Luego mantuvo su saque con solvencia, cerró el parcial y llevó la definición a un quinto set.
La confianza fue el factor fundamental en el inicio del set decisivo. Un Thiem en ascenso logró quebrar el servicio de un Zverev contrariado ya en el primer juego. Pero el vaivén del partido se reflejó un game después cuando el alemán logró igualar.
Todo estaba abierto en ese momento, ninguna apuesta era segura. El alemán sacó fuerzas en el momento clave y se quedó con el servicio de su rival para ponerse 5-3, pero no pudo: Thiem quebró inmediatamente, sostuvo su saque y volvió a quebrar. Esta vez fue Dominic el que sacó para partido y el que falló. Así se fueron al tie break. Afectado físicamente, el austriaco jugó con su último resto y se llevó el premio mayor.
Thiem, que tiene al chileno Nicolás Massú como entrenador, levantó un trofeo de Grand Slam por primera vez en su carrera y se sacó la “espina” de haber perdido las tres finales que había disputado en torneos grandes previamente (Roland Garros 2018 y 2019, y Abierto de Australia 2020). El tenista de 27 años se convirtió también en el primer jugador nacido en la década del 90′ en coronarse en uno de los cuatro Majors.
Esta fue, además, la primera vez que un jugador diferente al ‘Big Three’ (compuesto por Djokovic, Nadal y Federer) levanta un torneo de Grand Slam desde que lo logró el suizo Stan Wawrinka en el US Open de 2016.