Policiales

Sobreseen al policía que baleó a «Chano» por considerar que actuó en legítima defensa

El policía que hirió de un balazo al músico Santiago «Chano» Moreno Charpentier en julio de 2021, cuando éste estaba bajo una crisis psiquiátrica en su casa del partido bonaerense de Exaltación de la Cruz, fue hoy sobreseído por la Justicia de Zárate-Campana, que consideró que actuó en «legítima defensa».

Fuentes judiciales informaron a Télam que el juez Julio Andrés Grassi, a cargo del Juzgado de Garantías 2 de Zárate-Campana, dictó el sobreseimiento total del policía bonaerense Facundo Amendolara (29), por lo que quedó archivada la causa por el delito de «lesiones gravísimas agravadas por el uso de arma de fuego y por ser funcionario policial» que se había iniciado en su contra tras el episodio que mantuvo con el exlíder de la banda Tan Biónica.

El sobreseimiento había sido solicitado al juez por el fiscal de la causa, Alejandro Irigoyen, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de ese departamento judicial, al considerar que el policía disparó cuando «Chano» (41) intentó atacarlo con un cuchillo en medio de un presunto brote psicótico. En tanto, la madre del músico, Marina Charpentier, dijo a Télam que no apelará la medida en su carácter de particular damnificada.

«No tenemos energía de sobra para perderla en rencor, en dolor y en hacerle daño a una persona que seguramente no lo hizo con mala intención. Ojalá Amendolara siga con su trabajo y lo capaciten. Mi hijo, gracias a Dios, está bien y trabajando mucho para salir adelante. Vamos a aceptar esta resolución y no vamos a apelar», dijo la mujer. Por su parte, el abogado del policía, Fernando Soto, se mostró conforme con la decisión de la Justicia y dijo a Télam: “Me alegro por Amendolara, porque hay un montón de policías que, como él, obraron en las mismas condiciones y están condenados”.

“Le agradezco de corazón a usted y a Luis Chocobar por todo el apoyo recibido a lo largo de este poco más de un año difícil. Pero se pudo sobrellevar gracias al apoyo de ustedes, de mi familia, de mis amigos y compañeros de trabajo”, le comunicó luego de conocer el fallo el propio Amendolara a su abogado. En su resolución de 66 páginas -a las que accedió Télam-, el juez Grassi analiza y expone las tres condiciones que, según el artículo 34 del Código Penal, deben darse en los casos de legítima defensa y que, desde su punto de vista, se cumplen en este hecho.

Sobre la existencia de una agresión ilegítima, el juez dijo que los testigos afirmaron que el músico “se dirigía de manera agresiva hacia la persona de Facundo Nahuel Amendolara blandiendo un arma blanca de tipo cuchillo con inequívocas intenciones de atacarlo y que fue en dichas circunstancias que el numerario Amendolara efectuó el disparo con su arma reglamentaria”.

Respecto a la ausencia de provocación por parte de quien se defiende, el magistrado consideró que Amendolara ingresó uniformado al patio de la casa y que “en todo momento se hizo saber al ciudadano Moreno Charpentier de la intención de mantener una conversación de manera pacífica”. Y sobre la tercera condición, referida a la racionalidad del medio empleado para repeler la agresión, el juez Grassi opinó que “el accionar desplegado por Amendolara de ninguna manera exteriorizó una disparidad escandalosa entre el medio utilizado por el sujeto agresor y el empleado por para repeler el comportamiento del este último, ello teniendo en consideración las particulares circunstancias que rodearon el caso, fundamentalmente el grado de violencia exteriorizado por el ciudadano Moreno Charpentier en las circunstancias previas y concomitantes con el hecho”.

“No puedo dejar de valorar que el justiciable carecía de todo otro medio para repeler el ataque, viéndose en la necesidad de emplear su arma reglamentaria, elemento con el cual de todas formas hizo un empleo razonable a la luz de las consecuencias ocasionadas puesto que, si bien Moreno Charpentier fue alcanzado por el disparo efectuado por el causante y sufrió lesiones de consideración, lo cierto es que la forma y la dirección en que fuera orientado el proyectil, permitió una asistencia sanitaria exitosa del damnificado”, agregó el juez.

En su pedido de sobreseimiento, al que Télam tuvo acceso, el fiscal Irigoyen aludió a la declaración espontánea de Amendolara, cuando refirió que «no era su intención agredir, ni lesionar» a Moreno Charpentier, «pero tuvo que hacerlo para salvar su propia integridad física, habiendo esperado hasta último momento para defenderse».

«Con el riesgo altísimo de ser alcanzado por una de las estocadas que, cada vez más cerca, le asestaba Moreno Charpentier, totalmente fuera de sí, siendo que lo único que tenía para defenderse era su arma reglamentaria, ya que no disponía de ningún arma alternativa al arma de fuego, y si no obraba, iba a ser ciertamente gravemente herido o directamente iba a morir por el desaforado ataque», expresó la defensa de Amendolara en la declaración por escrito del imputado presentada por su abogado Soto, el pasado 26 de julio.

Para el representante del Ministerio Público, «el accionar del imputado se desarrolló ante la inminente e ilegítima agresión de Santiago Moreno Charpentier y en defensa de su integridad física resultando necesaria y racional según las circunstancias del caso, la utilización de un arma de fuego contra la fuerza física de un sujeto fuera de sí y armado con una cuchilla que no pudo ser reducido previamente». El defensor Soto había solicitado el sobreseimiento de Amendolara en julio pasado en la misma presentación de la declaración de su defendido.

El hecho ocurrió la madrugada del 26 de julio del año pasado en el barrio privado Parque La Verdad, ubicado en Exaltación de la Cruz, cuando, a pedido de la madre del músico, llegó un equipo médico con intenciones de internar a «Chano», quien estaba bajo una crisis vinculada al consumo de drogas. Ante esta situación, de acuerdo con algunos testigos, el artista se violentó y presuntamente quiso apuñalar con un cuchillo a Amendolara, quien le disparó. Producto del disparo recibido, el músico estuvo internado 18 días en el Sanatorio Otamendi, donde debieron extirparle el bazo, un riñón y parte del páncreas.

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