Serruya: “La economía argentina no aguanta dos años de estanflación”
El economista planteó que la combinación de estancamiento económico y precios altos, anticipada por Javier Milei, “traerá como consecuencias caída del salario real, del consumo y una baja en la producción”. Además, consideró que el ajuste que traza la administración que conduce el libertario excede a “la casta” política. “Sólo bajando el gasto de la política, no se llega al recorte que quiere hacer el Presidente electo”, advirtió.
El inminente desembarco de Javier Milei en la Casa Rosada y las líneas de acción que el Presidente libertario viene anticipando en declaraciones a los medios desde que se impuso en el balotaje presidencial generan, por estas horas, acalorados debates sobre posibles escenarios económicos y políticos en el país, en el corto y mediano plazo.
Después de varios años de vaivenes y descalabro macroeconómico, la preocupación central para buena parte de la comunidad son los precios y el poder adquisitivo de los ingresos, más o menos formales, y la “estanflación” pronosticada por el Presidente electo no aparece como el escenario más alentador.
En ese sentido, el economista Rubén Serruya, explicó en declaraciones a Radio Provincia que por “estanflación” se entiende a la “combinación entre estancamiento e inflación”. “Estancamiento puede significar un freno o bien una caída del crecimiento económico, en el marco de un proceso inflacionario acelerado”, sumó.
La combinación de esos factores tiene como consecuencia, según el especialista, una “caída del salario real de los trabajadores, con la consecuente baja en el consumo, y, a la vez, una caída de la producción y de la actividad comercial”. “Al no haber consumo, el comerciante, el quiosquero, el pequeño o mediano industrial y el pequeño o mediano empresario dejan de vender y por lo tanto eso hace que se estanque la economía”, sumó.
Ese estado de situación no es más ni menos que el preludio para el inicio de otros proceso que es el crecimiento del desempleo. “Si vos sos empresario o industrial y no podes vender, no estás produciendo y eso hace que necesites menos personas para trabajar, por lo tanto, decanta en el aumento del desempleo”, explicó.
Para el especialista, la clave está en las políticas que se adopten para la salida de la estanflación, que, como fenómeno económico, no le fue ajena también al gobierno de Alberto Fernández.
“Hay políticas económicas cualitativamente distintas: si vos ves que estás estancado en tu economía, lo que tenés que hacer es, de alguna manera, incentivarla para que se mueva y eso se logra poniendo plata en el bolsillo de los trabajadores o trabajadoras para que aumente el consumo y la demanda”, opinó.
En cambio, consideró que las propuestas esgrimidas hasta el momento por los referentes de La Libertad Avanza van en sentido contrario.
“Se habla de liberar el comercio exterior, pero esto trae un vendaval de productos del exterior con los que las industrias nacionales no podían competir y, por lo tanto, tenían que cerrar”, comentó.
“Con Alberto Fernández hubo un crecimiento acotado, no se lo puede tomar como un crecimiento sostenido de la economía e inflación alta, eso hay que admitirlo, pero lo preocupante es que la economía argentina no aguanta seguir en estanflación por 12 o 24 meses como aseguró Javier Milei”, aseveró.
Ajuste y baja de impuestos
Serruya se refirió además a dos de las principales medidas preanunciadas por la gestión libertaria, como el ajuste del gasto y la baja de impuestos. En primer lugar, prácticamente se deja de lado la idea de que el “ajuste” recaería sólo en la “casta política” como vociferó el presidente electo durante buena parte de la campaña.
“El ajuste de la casta, entre comillas, está incluyendo otros recortes porque sólo en los gastos políticos alcanzaría al 0,3% del PBI, pero lo que él lo que quiere hacer es ajustar y llevar la baja del gasto público del 5% del PBI”, planteó y agregó: “para llegar al 5%, tiene que recortar, por ejemplo, subsidios a la energía, al transporte y eso trae un impacto sobre el consumo”.
A eso, sumó Serruya, que “debería sumarle el recorte total de las transferencias a las provincia, representa el 0,7% del PBI”. “Milei quiere llevar adelante dos ejes: el equilibrio fiscal, bajando los impuestos y bajando el gasto público, y a la obra pública a cero: bajar los impuestos tendrá un efecto directo en la coparticipación”, explicó y cerró: “En las provincias sobre todo del norte, entre un 80 y un 90% de los recursos disponibles son de origen nacional, y casi el 60% se usan para pago de salarios de la Administración Pública: el desafío que se viene para Leandro Zdero es enorme”.