La obra que se logró reactivar al principio de la actual gestión de gobierno tuvo un cambio de financiamiento, logrando que el gobierno nacional aporte cerca del 60 por ciento (a través de ENOHSA: 1.750.000.000 de pesos) y la provincia el 40 por ciento (750.000.000 de pesos a través del Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional).
El gobernador anticipó que la terminación de la obra está prevista para fines del primer semestre del año que viene y planteó como objetivo inmediato terminar la conexión de agua hasta las localidades del Sudoeste. “Es una obra estratégica, porque permitirá que cerca de 500 mil habitantes tengan agua de calidad, segura y continúa”, expresó y sumo la importancia de la cantidad de puestos de trabajos que genera durante su construcción.
La recorrida del gobernador fue en la parte inicial de la obra donde toma el agua del río Paraná (al costado del puente interprovincial Chaco Corrientes) cuya construcción presenta un avance del 39 por ciento. “Está terminada la primera parte que son 175 kilómetros, luego la segunda parte que son los ramales en construcción”, describió.
La obra que está sobre el río Paraná, al costado del puente Interprovincial Chaco Corrientes, es la captación de agua cruda que será transportada durante cinco kilómetros hasta la planta nueva, donde se hará el tratamiento de potabilización y comenzará la distribución a los distintos puntos de la provincia.
Prevé equipos de bombeo para impulsar agua cruda a todas las plantas que hoy se abastecen de agua cruda del Riacho Barranqueras. Actualmente se fabricaron 16 pilotes de gran diámetro del muelle, se ejecutaron las losas superiores del muelle que permiten el acceso al sistema que soportará los equipos de bombeo.
