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Se negó a practicar un aborto a una embarazada de 5 meses, salvó las dos vidas, pero está procesado

La mujer declaró haber sido violada y no querer el bebé, pero el médico consideró que era demasiado tarde para aplicar el Protocolo. “Con un embarazo tan avanzado, eso ya no es un aborto”, dijo Leandro Rodríguez Lastra.

La paciente, una joven de 19 años, llegó a la guardia del hospital Pedro Moguillansky de Cipoletti, Río Negro, con fuertes dolores. Había ingerido una droga abortiva proporcionada por una organización no médica. Leandro Rodríguez Lastra (MPRN 6818), el tocoginecólogo que la atendió, corroboró que tenía 22 semanas y media de gestación y que el bebé pesaba más de 500 gramos.

Como explica Rodríguez Lastra en esta entrevista, él se negó a practicar el aborto en esas condiciones porque había riesgo para la madre y porque el feto era «viable» pero quedaría con secuelas graves.

Hizo lo necesario para salvar a la madre y al niño en gestación, pero fue denunciado y procesado por «violencia obstétrica» e «incumplimiento de deberes de funcionario público». Si la justicia no lo sobresee en función de las pruebas que está presentando su abogado, irá a juicio oral.

Una verdadera pesadilla para este médico de 41 años, egresado de la UBA, jefe del servicio de Ginecología del hospital, que no entiende por qué la justicia «en vez de perseguir a los violadores» de la mujer, lo persigue a él, por cumplir con su deber.

Tampoco se investiga a quienes, sin conocimientos médicos, le suministraron a la joven madre, una droga abortiva. La denuncia en su contra no la formuló la paciente, sino una diputada, autora de la ley por la cual Río Negro adhiere al Protocolo de Aborto No Punible, que admite la interrupción del embarazo en casos de violación y de riesgo de salud para la madre.

 Este caso confirma que la intención de los promotores de la legalización del aborto es que el mismo pueda practicarse sin límite en el tiempo de gestación

Cuando se debatió en el Congreso el proyecto de aborto legal, seguro y gratuito, sus promotores negaron enfáticamente que la ley habilitara el aborto hasta el último día de gestación en los casos de violación y de un poco preciso «riesgo de salud» para la madre, que dejaba la puerta abierta a un sinnúmero de causales.

Pues bien, el procesamiento de Rodríguez Lastra demuestra que esa es la intención y la interpretación que se hace de la ley. Por ejemplo, Ruth Zurbriggen, referente de la organización feminista rionegrina La Revuelta, que ha tomado el caso como emblema y desea una condena «para que esto no se vuelva a repetir», afirmó que «el protocolo no pone plazos y el límite de la gestación es solo una excusa (sic)».

En reacción a lo sucedido, los ginecólogos y obstetras del hospital de Cipoletti se han anotado en el registro de objetores de conciencia para evitar que sus decisiones basadas en criterios médicos sean cuestionadas judicialmente.

Oriundo de Lomas de Zamora, antes de mudarse a Cipoletti, Rodríguez Lastra trabajó en el hospital de Adrogué. Está instalado en Río Negro desde julio de 2016.

En esta charla, relata lo sucedido y dice que volvió a hablar de su caso porque cuando vio el contenido del proyecto de ley que se debatía en el Congreso quiso advertir a sus colegas del tipo de dilema al que podrían verse confrontados. «Más allá de la semana 20 ya ni siquiera se puede hablar de aborto. Para interrumpir un embarazo tan avanzado hay que matar al bebé en el útero antes de sacarlo».

 

Fuente: Infobae

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