Se trata del hermano de Marcos Estrada Gonzáles, más conocido como “el Pablo Escobar peruano”. Integra el clan que comandó la venta de drogas en interior del barrio porteño “Padre Rodolfo Ricciardelli”.
Uno de los narcos más buscados de la Argentina se entregó a la Justicia. Se trata de Fernando Estrada Gonzáles, alias “Piti”, integrante del clan de narcotraficantes que operaba en la Villa 1-11-14, en el Bajo Flores porteño. El hombre estaba prófugo desde el 2011 y se escondía en Perú, su país de origen. Este martes se presentó voluntariamente en la fiscalía especializada en este tipo de delitos, donde quedó detenido.
“Piti” figuraba en la lista de alerta roja de Interpol y era intensamente buscado por la Policía Federal Argentina, a través de los detectives de la Superintendencia de Drogas Peligrosas, con la cooperación de la Policía de Perú, quienes fueron cerrando el cerco sobre el prófugo hasta que finalmente decidió entregarse.Play Video
Así se entregó Fernando «Piti» Gonzáles Estrada
“Esta presión desencadenó que el buscado acordara con su defensor entregarse ante las autoridades argentinas, haciéndolo hoy ante la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar)”, informaron desde la PFA.
Esta causa está siendo investigada por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 12, a cargo de Ariel Lijo, quien seguía los pasos de Estrada, acusado de liderar junto con su hermano una organización dedicada a la comercialización y contrabando de estupefacientes que tenía como base de operaciones la Villa 1-11-14.
“Luego de obtener pruebas de que el involucrado se encontraba residiendo en Perú, desde donde ejercía a la distancia la operatoria de la banda, se comenzó a trabajar en conjunto con las fuerzas policiales de dicho país, concurriendo una comisión hasta allí. En marzo de 2023 se llevaron a cabo tareas de inteligencia e intervenciones telefónicas que permitieron dar con distintos domicilios vinculados al implicado”, informaron desde el juzgado a TN.
Quiénes integran el clan Estrada Gonzáles
Las bandas vinculadas al narcotráfico que operan en el interior del barrio porteño “Padre Rodolfo Ricciardelli”, más conocido como villa 1-11-14, lo hacen desde al menos dos décadas. Poco a poco, los principales líderes históricos de uno de los territorios más calientes de la Argentina van cayendo en prisión y a la organización le está costando mantenerse de pie.
Se trata del clan Estrada Gonzáles, una descendencia familiar comandada por el viejo y conocido “Marcos”. El jefe narco más importante, al que en su momento se lo identificaba como el “Pablo Escobar peruano” y que operaba en la Ciudad de Buenos Aires, fue deportado y condenado a 18 años de prisión junto a otras 36 personas que trabajaban para él. En los próximos meses se espera que el resto de la organización también sea enjuiciada.
El hombre más buscado del país manejaba el negocio de la venta de cocaína y marihuana casi por control remoto. Es que, desde Perú, movía los hilos para mantener viva la banda. Tras la condena en 2020, bajo su responsabilidad había quedado su sobrino John Paul Revilla Estrada, conocido como “El Burro”. Sin embargo, fue apresado en Lima por efectivos de la Policía Federal el pasado 18 de marzo.
El hombre tenía pedido de captura desde el 30 de marzo del 2022 en Argentina, pero caminaba tranquilo por Perú, ya que allí no tenía cargos en su contra. Lo que no sabía es que en los últimos días se emitió un alerta roja de Interpol solicitando su detención.
Hasta este martes, solo quedaba por capturar a Fernando Estrada Gonzáles alias “Piti”, hermano de Marcos y primo de John, quien era la última esperanza del clan para mantener el legado familiar.
Esta historia, que lleva más de 20 años, expone la falta de seguridad que tienen las fronteras argentinas. Es que el “Burro”, el último detenido antes de “Piti”, ya había sido deportado dos veces. La primera en 2017 y la última en 2021. Se sospecha de que habría reingresado al país por pasos fronterizos clandestinos, siempre con el objetivo de fortalecer el mando de su tío.
Caído otro líder peruano, la guerra territorial provocó varios homicidios y una división del dominio con figuras como Raúl Martín “Dumbo” Maylli Rivera, que se había unido al clan para continuar con el negocio, pero también fue arrestado el año pasado tras pasar casi un año y medio prófugo. Como dice el refrán: cuando los gatos no están, los ratones hacen fiesta.