Se dieron a conocer los nombres del Premio Nacional de Poesía Alfonsina Storni 2022
A 130 años del nacimiento de Alfonsina Storni, se anunciaron los cuatro libros ganadores de la segunda edición del Premio Nacional de Poesía Storni 2022. De entre más de 1500 libros de poesía de todo el país, el jurado formado por Susana Villalba, Mario Ortiz y Elena Annibali destacó las obras Por las ramas, de Gabriela Franco (primer premio); Ser de barro, de Adriana Márquez (segundo premio); Este lugar es un llamado, de Daniela Bastías (tercer premio); y Arquitectura de los afectos, de Sebastián Sosa Ojeda (mención).
Por las ramas, de Gabriela Franco
Un libro que entiende a la poesía como trabajo en y con el lenguaje. Ritmo y musicalidad al servicio de una voz impersonal que se abre a un universo más abarcativo que un Yo confesional e involucra en más sentidos y planos a los lectores. Por las ramas es una reflexión sobre el lenguaje, sobre la poesía, sobre verdad o reflejo.
Sobre su libro, dice Gabriela Franco: “Los poemas de este libro indagan en la forma del diálogo y en el deseo de decir. El diálogo entendido sobre todo como esa conversación interna que mantenemos con lxs otrxs a partir de lo conversado y lo leído (la tradición), y de donde surge el deseo de decir: aquello que aguijonea e impulsa la creación poética. Ambos movimientos, hacia atrás y hacia adelante, no son lineales, sino que crecen, zigzaguean, se van por las ramas, aprovechando cada nudo para hacer surgir una nueva dirección, un nuevo verso. En ese tejido, la negación es pura positividad, motor de búsqueda, principio de acción: un decir no (contrario a no decir) que evidencia esa mixtura de voces que es toda voz. Estos rasgos del lenguaje guiaron (como se guía la hiedra) la escritura de este libro”.
Ser de barro, de Adriana Márquez
Ser de barro es un libro de un lenguaje abstracto y sensorial a la vez, en el que encontraremos una interesante relación poética del cuerpo con el lenguaje y con el conocimiento como organizador de la experiencia. Trabaja un tema original y filosófico (en la línea actual post-humanista) que encuentra su desarrollo a lo largo del libro como unidad.
Este lugar es un llamado, de Daniela Bastías
Con estilo epistolar y un tono lírico-melancólico que lo abstraen de un coloquialismo llano, Este lugar es un llamado trabaja poéticamente con los colores y la incorporación del paisaje. El diálogo con una ausencia es una vía para incorporar, más allá de lo personal, preguntas sobre la escritura, sobre la vida y la muerte, sobre el vacío. Las referencias a Simone Weil y a Akira Kosemura refuerzan la sugestión lírica y mediúmnica.
Arquitectura de los afectos, de Sebastián Sosa Ojeda
Un sutil trabajo poético sobre el homoerotismo. La presencia poética del cuerpo como organizador de lo real. Lo anecdótico del entorno social y familiar en la infancia tratado con intención metafórica hacia algo más universal que lo estrictamente privado.