Santiago Cafiero: «Argentina despliega una política exterior realista, amistosa y digna»
El canciller Santiago Cafiero reivindicó la política exterior «realista, amistosa y digna» que despliega el Gobierno nacional en la defensa de sus «intereses nacionales», sustentada en tres pilares centrales: «la no injerencia, la defensa de los derechos humanos y la soberanía sobre las Islas Malvinas».
En una entrevista exclusiva con Télam, el ministro de Relaciones Exteriores destacó que, en sus relaciones internacionales, la Argentina está «abrazada al único alineamiento que vale la pena tener en política exterior, que es el alineamiento con los intereses nacionales».
Cafiero -quien en septiembre pasado dejó la Jefatura de Gabinete para reemplazar a Felipe Solá al frente del Palacio San Martín- recibió a Télam en su sobrio despacho de la Cancillería en el marco de la serie de entrevistas con los integrantes del Gabinete Nacional que publica esta agencia para trazar un balance de gestión y las metas y políticas proyectadas en 2022.
El canciller fijó las prioridades de la agenda exterior del Ejecutivo, definió al Mercosur como la «plataforma de integración» del país con la región y el mundo, repasó las relaciones bilaterales con Estados Unidos y China y destacó el rol «testimonial» que jugó la Argentina en el retorno de gobiernos progresistas en América Latina.
-Télam: ¿Qué balance hace sobre el desarrollo de la política exterior del Gobierno?
-Cafiero: Estos dos años la política exterior estuvo volcada a la situación de emergencia producto de la pandemia, hubo que repatriar a 205 mil argentinos varados en el extranjero. La Cancillería conducida, entonces, por Felipe Solá se arremangó y trabajó para el retorno de todos ellos. Luego, el presidente Alberto Fernández tuvo una voz potente en distintos foros internacionales al plantear la necesidad de liberar las patentes de las vacunas y de tener una mirada solidaria sobre su accesibilidad A la vez, proponía, ya pensando en la pospandemia, rediscutir la arquitectura del sistema financiero internacional para que apunte a achicar las brechas de desigualdades en el mundo. En esa dirección fue la política exterior. ¿Qué abandonaba? Abandonaba esta mirada de alineamientos automáticos con diferentes potencias y abrazaba el único alineamiento que vale la pena tener en política exterior que es el alineamiento con los intereses nacionales.
-T: ¿Qué peso tuvo ese enfoque en la estrategia para la adquisición temprana de vacunas, en un momento en que pocos países lograban su provisión?
-C: Argentina trabajó activamente en una diplomacia de vacunas extremadamente pragmática y realista, fue y compró donde había y le entregaban vacunas: China, Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Eso nos permite hoy contar con un registro de vacunación muy alto, pero también ser parte de un sistema solidario de distribución de vacunas hacia países de la región, Asia y África.
-T: Hasta no hace mucho la oposición alertaba sobre la supuesta escasez de vacunas y que hoy Argentina sea parte activa del mecanismo internacional de donación. ¿Cómo se explica ese salto?
-C: A mediados del 2020 empezamos a participar en los diferentes proyectos de vacunas que había y en los dispositivos solidarios para su acceso y distribución, a tal punto que hoy logramos ser parte del eslabón de producción de dos vacunas bien distintas: Sputnik y AstraZeneca. Argentina dona vacunas porque puede hacerlo, porque tiene una mirada solidaria y porque entiende que la salida de la pandemia solo se podrá lograr cuando un gran porcentaje del mundo esté vacunado.
-T: Usted dijo que el Gobierno quiere hacia adelante continuar con una agenda exterior «realista» ¿Podría definir de qué se trata ese enfoque?
-C: Argentina despliega una política exterior realista, amistosa y digna. Realista porque opera sobre la coyuntura, defiende sus intereses nacionales y genera los vínculos y cooperación necesaria. Amistosa porque no es un país que promueva conflictos, por el contrario, participa en organismos multilaterales siempre en la búsqueda del diálogo, con posturas contrarias a las sanciones y bloqueos, al derramamiento de sangre y la violencia. Y digna porque siempre pone de un modo autónomo y soberano los intereses nacionales por encima de cualquier tipo de negociación.
-T: ¿Argentina avanzó en reposicionarse en el concierto internacional durante estos dos años?
-C: Hoy Argentina es muy mirada, muy respetada, se la escucha, quedó demostrado en el G20. En el concierto de las 20 economías más importantes del mundo, la opinión del Presidente fue tan escuchada que estuvo en los documentos finales. Argentina propuso en este foro rediscutir la arquitectura financiera global y se logró incorporar dos aspectos bien precisos: las sobretasas de los sistemas multilaterales de crédito como sanción y la creación de un fondo de resiliencia para la pospandemia.
-T: América Latina experimenta el retorno de gobiernos progresistas, y existe la posibilidad cierta de que Lula vuelva a la presidencia de Brasil. ¿Qué perspectiva abre este nuevo escenario regional y qué rol busca jugar Argentina en ese contexto?
-C: Argentina anticipó esa discusión, planteó los límites a esa derecha conservadora neoliberal y muy reaccionaria que se había instalado en el país y en la región. Lo vieron Alberto y Cristina cuando formaron el Frente de Todos como reacción a ese modelo. Lo que sucedió en Argentina generó un testimonio en el resto de los países de la región porque se vio que otro tipo de representación política era posible y Argentina jugó ahí un rol importante. Naturalmente tenemos simpatías, pero desde la Cancillería tenemos un trabajo de orden institucional serio de integración regional con los gobiernos que cada país elige, así lo hemos hecho y vamos a seguir haciéndolo.
-T: Este febrero se cumplen 50 años de relaciones diplomáticas entre Argentina y China ¿En qué instancias está la posible firma con ese país del Memorándum de Entendimiento para que Argentina adhiera a la llamada «Ruta de la Seda»?
-C: Se cumplen 50 años de relaciones diplomáticas muy positivas con China y queremos proyectar otros 50 años. En ese sentido, veremos cuáles son las potencialidades y complementariedades. Hubo grandes avances con capitales chinos financiando obras de infraestructura en nuestro país, en integración tecnológica y el comercio ha crecido mucho. China es para Argentina un país que genera muchísimas posibilidades y queremos afianzar los proyectos de inversión y nuestras relaciones en general. La Cancillería trabaja sobre un posible viaje del Presidente a China, en febrero, partir de una invitación del gobierno chino que naturalmente está sujeto a la evolución de la pandemia. El Memorándum le permitiría a la Argentina acceder a financiamiento en infraestructura y tenemos intenciones de avanzar en eso, pero debemos terminar los documentos bien precisos para ver cuáles son los aspectos de ese acuerdo que más beneficien a nuestro país.
-T: Argentina y Estados Unidos comparten una agenda positiva en diversos aspectos, pero también mantienen divergencias en torno a la situación en países de la región, puntualmente, Cuba, Venezuela y Nicaragua. ¿Cómo imagina hacia adelante la relación bilateral?
-C: Como la que tenemos con todos los países, una relación madura, desde la soberanía y dignidad argentina y eso está marchando bien. La agenda que tenemos con EEUU es muy importante y hay muchos puntos en común que seguiremos potenciando. Puede haber diferentes opiniones y respetarlas es fundamental. Como con otros países habrá algunas cosas en la que estamos de acuerdo y en otras no. Para nosotros lo importante es que la dignidad argentina no se negocia.
-T: ¿Qué lectura hace el Gobierno sobre los resultados de la última Cumbre del Mercosur y cómo evalúa el futuro del bloque?
-C: Nuestra principal política de Estado en términos de integración es el Mercosur. Las 300 pymes exportadoras más dinámicas exportan al Mercosur, eso hace que sea nuestra plataforma de integración con la región y el mundo. Que hay diferencias respecto a miradas y proyectos de desarrollo económico, es evidente. Ahora, esas diferencias se resuelven con más integración. Celebro que Brasil haya suscripto también a esta idea. Se cumplían 30 años del Mercosur en esta Cumbre y queríamos llegar a un documento bien detallado sobre sus logros y desafíos y eso se consiguió.
-T: El próximo 2 de abril se cumplen 40 años del inicio de la guerra de Malvinas ¿Cómo se prepara el Gobierno para este aniversario?
-C: Los pilares de la política exterior de la Argentina son la no injerencia, la defensa de los derechos humanos y la defensa de la soberanía de las Malvinas. En este punto el año próximo todos los argentinos tenemos un gran momento de reflexión e introspección. Desde la Cancillería vamos a acentuar nuestra exigencia al Reino Unido para que cumpla la Resolución 2065 de la ONU que lo obliga a sentarse a buscar una salida pacífica a la soberanía sobre las Islas Malvinas.