Rusia y Ucrania siguen atacándose y aumentan las muertes de civiles
Las defensas antiaéreas rusas derribaron el jueves por la noche nueve drones ucranianos sobre las regiones de Bélgorod y Rostov, informó hoy el Ministerio de Defensa de Rusia. El gobernador de Rostov, Vasili Gólubev, escribió en su Telegram que los restos de los aparatos causaron un incendio en un campo, pero no dejaron víctimas.
El dirigente de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, tampoco informó de víctimas en el ataque de drones enemigos, que son especialmente frecuentes en esa región fronteriza.
A la vez, Gladkov afirmó que a lo largo de la jornada pasada el territorio de Bélgorod fue atacado con artillería en más de 50 ocasiones.
Al menos tres civiles murieron esta madrugada en la región de Odesa al ser alcanzadas sus viviendas por drones lanzados por Rusia contra esta región ribereña del mar Negro situada en el sur de Ucrania, según han informado las autoridades de la zona.
«Por desgracia, a consecuencia del ataque han muerto tres personas: dos mujeres nacidas en 1934 y 1955 y un hombre de 73 años de edad» , se lee en un comunicado de la Administración Militar regional, que habla también de que once personas, entre ellas un niño, han resultado heridas por la caída de los drones.
Según la nota oficial, Rusia ha lanzado en las últimas horas un ataque masivo contra el distrito de Ismail, en el sur de la región de Odesa. El puerto del río Danubio situado en Ismail ha sido un objetivo habitual de los drones kamikaze Shahed rusos en el curso de la guerra.
Rusia atacó la pasada madrugada territorio ucraniano con un total de 34 drones kamikaze Shahed, una tecnología relativamente barata y capaz de alcanzar distancias de unos mil kilómetros que Rusia adquiere de Irán desde el comienzo de la invasión de Ucrania.
Las defensas aéreas ucranianas han logrado derribar 24 de esos drones.