Rusia halló en el sector antártico que reclama Argentina una importante reserva petrolera
Una investigación científica realizada en la Antártida por el buque Alexander Karpinsky, de la agencia rusa Rosgeo, descubrió la mayor reserva de petróleo del mundo.
Equivale a 10 veces la producción de 50 años en el Mar del Norte, el doble de las existencias de Arabia Saudita y a unas treinta Vaca Muerta.
La comunicación a Moscú lleva tres días y se filtró en un informe publicado en el diario británico The Telegraph.
Hasta ahora, no había sido confirmada por el gobierno ruso.
El hallazgo tuvo lugar, según trascendió, en la porción antártica comprendida por el Polo Sur hasta la Península Antártica y el Mar de Weddell, situado en el Territorio Antártico Argentino, donde también se encuentran significativas reservas de petróleo y gas recientemente identificadas.
Esa franja antártica es reclamada por Argentina, Chile y Reino Unido.
En este caso, el hallazgo se agregaría a la disputa ante la Organización de las Naciones Unidas por la soberanía de las Islas Malvinas, las Georgias del Sur y las Sandwich del Sur.
Exploraciones científicas
Si bien desde hace unos años se intensificaron las exploraciones de diversos países en busca de hidrocarburos en el continente blanco, aunque embozadas en misiones científicas, la Cámara de los Comunes del Reino Unido estuvo recibiendo información de las operaciones rusas y el subsecretario de Estado del Parlamento para las Américas y el Caribe del Reino Unido, David Rutley, les aseguró que desde el Kremlin confirmaron que eran con fines científicos y que respetarían el Tratado Antártico.
O sea, el uso del territorio para fines científicos y pacíficos, que comprende el desarrollo del turismo sustentable y la prohibición la explotar hidrocarburos.
La Secretaría de Malvinas, que conduce la ex viceministra de Defensa, Paola Di Chiaro, reconooció ante una consulta de Clarín que tratan de saber, a través de conversaciones con Rusia y Reino Unido, sobre el alcance de la información que tomó estado público, pero que aún no fue oficialmente confirmada.
El Tratado Antártico fue suscripto en 1959 por 28 países y entró en vigencia desde 1961. Siete de ellos, entre los que se cuenta Argentina, reclaman partes para sí.
La disputa es con Chile y el Reino Unido, justo por la porción en la que se hizo el descubrimiento de las mayores reservas petroleras del mundo: 511.000 millones de barriles de petróleo.
Precisamente, el hallazgo lo hizo la agencia rusa Rosgeo, que se dedica a la exploración de recursos minerales para su explotación comercial. Establecida en 2011, comprende 63 empresas, que llevan descubiertos más de 1.000 yacimientos de gas y oro, no sólo en la Antártida sino también en Asia, Europa, África y América Latina.
Dudas sobre Rusia
Rusia insistió en que se mantendrá dentro del Tratado Antártico que regula las relaciones internacionales con respecto al único continente que no tiene una población indígena residente. Originalmente lo habían firmado 12 países con presencia científica activa en la región y establecía que la Antártida debe utilizarse exclusivamente para fines pacíficos, prohibiendo expresamente la militarización y la minería de recursos minerales, salvo por la investigación científica.
Promovía, asimismo, la cooperación internacional en la investigación científica y la protección del frágil ecosistema antártico.
El artículo 7 del Protocolo de 1991 sobre Protección del Medio Ambiente afirma que existe una prohibición permanente de la minería. pero sí permite la “investigación científica” en materia de recursos minerales.
El acuerdo ha sido clave para preservar la Antártida como una zona libre de conflictos geopolíticos y explotación comercial, fomentando en cambio una colaboración internacional en la investigación y estudio del medio ambiente extremo del continente.
Aun así, británicos e kelpers siguen desde hace años una carrera en la búsqueda de hidrocarburos en el área de Malvinas, que comenzaron en los ´90, con momentos de alta y baja actividad.