River no detiene su caída libre a días de una final
El pasado 31 de octubre, River le ganaba por 2-0 a Lanús y estaba a un paso de clasificarse para la final de la Copa Libertadores de América. Pero sucedió lo impensado: el Granate le metió cuatro goles, lo eliminó del certamen y le propinó un golpe de nocaut del que todavía no pudo recuperarse.
Lanús 4 – River 2
Desde esa fecha, River perdió cuatro de los cinco cotejos que disputó en el torneo local, donde suma 15 puntos y se ubica a 12 de los punteros Boca y San Lorenzo.
La primera derrota post Lanús fue nada menos que ante Boca, que lo venció por 2-1 en el Monumental y le profundizó la herida que se había abierto con la eliminación de la Libertadores.
River 1 – Boca 2
Al domingo siguiente su verdugo fue Independiente que lo venció por 1-0 en Avellaneda.
Independiente 1 – River 0
En el partido adelantado de la fecha 12, River pudo sumar de a tres al ganarle como local a Unión por 2-0 entre semana, pero cuando llegó el siguiente domingo otra vez aparecieron los nubarrones con otra caída, esta vez ante Newell’s, por 3-1 y encima como local.
El DT Marcelo Gallardo salió a dar la cara, habló de bajos rendimientos, de momento doloroso, de juntar fuerzas para salir adelante.
Pero este domingo la crisis se agudizó con un nuevo traspié. Su vencedor fue Gimnasia y Esgrima La Plata, que le ganó por 2-1 en el Bosque con un doloroso segundo gol en el minuto final del partido.
Gimnasia 2 – River 1
Gallardo volvió a hablar y dijo que lo mejor que le puede pasar a su equipo es que «termine el año», aunque rescató como positivo que todavía queda por jugar la final de la Copa Argentina el próximo sábado ante Atlético Tucumán.
«Lo mejor que nos puede pasar es que termine el año, pero con la Copa Argentina ganada. Si el año terminara hoy quedaría un sabor amargo, pero hay que ganar la final y volver a empezar porque está claro que este último tramo fue difícil», manifestó Gallardo.
El próximo sábado es la gran parada ante los tucumanos, que le puede permitir a River cerrar el año con una sonrisa después de tantas derrotas.