Repudian editorial de La Nación que avala el fallo sobre la causa de torturas en Malvinas
El abogado Pablo Vassel, denunciante en la causa judicial por torturas a soldados durante la guerra de Malvinas, repudió este domingo y calificó de «perverso» el editorial publicado este domingo por el diario La Nación «Malvinas y derechos humanos», donde se describió como «saludable» el fallo que desconoció tales denuncias.
«Es un acto de perversión extrema que desconoce las gravedades de los hechos sucedidos en Malvinas y que quiere perpetrar la impunidad para represores y quienes cometieron violaciones de derechos humanos», aseguró Vassel en diálogo con Télam.
El editorial publicado este domingo por La Nación describió como «saludable» el fallo dividido de la Cámara Federal de Casación Penal que, «mediante los votos de los jueces Daniel Petrone y Diego Barroetaveña, volvió a ratificar la improcedencia de las denuncias realizadas por organismos de derechos humanos y presuntas víctimas de supuestas torturas y maltratos proferidos por personal superior de las Fuerzas Armadas a soldados conscriptos que participaron en la Guerra de las Malvinas. Según la sentencia, además, tales hechos se encuentran prescriptos».
En ese fallo, emitido el 31 de mayo, la tercera jueza de la sala I, Ana María Figueroa, votó en contra basándose en los tratados de derechos humanos incorporados a la Constitución, consideró que se debía mantener abierta la investigación y advirtió que el Estado argentino podría recaer en responsabilidad internacional por no investigar tales denuncias.
Al respecto, el abogado Vassel marcó que «es el quinto o sexto editorial que La Nación dedica al caso, siempre impulsando la impunidad» y afirmó que «hay una continuidad histórica» de parte del diario que «se enriqueció con la dictadura militar y hoy intenta, en una devolución de favores, ayudar a la impunidad de los perpetradores» de violaciones a los derechos humanos.
Además, Vassel destacó: «El editorial del diario La Nación pidiendo la impunidad de los torturadores de nuestros soldados argentinos en las Malvinas fue publicado en el Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura. Más perverso imposible».
Y planteó que este hecho logra «confirmar el acierto de nuestra lucha y reclamo: Justicia para los soldados argentinos torturados por sus jefes, para los que murieron de hambre y frío y para aquel correntino asesinado por un disparo de su propio jefe».
El abogado, que fue subsecretario de Derechos Humanos en Corrientes entre 2004 y 2008, tomó conocimiento de estas denuncias en el año 2005, «a partir de que excombatientes manifestaron que habían sido torturados por sus jefes en las islas», repasó.
Tras dos años de investigación, en 2007 presentó una denuncia en el Juzgado Federal de Río Grande, en Tierra del Fuego.
«Al día de la fecha declararon mas de 220 soldados, como testigos, como victimas, o como ambas cosas. Incluso declararon tres suboficiales», detalló.
Y añadió: «El Ministerio Público Fiscal hizo una investigación exhaustiva en tres unidades militares y llegó a la conclusión de que se cometieron torturas, abandono de persona seguido de muerte, coacción, amenazas, torturas por odio racial, en el caso de los soldados judíos, y hasta vejámenes sexuales».
«Esta causa permitió que en el 2012 se desclasificaran informes y en 2015 otros secretos existentes sobre Malvinas. De esos secretos surge que cada soldado tuviera que hacer un informe que daba cuenta de las torturas; pero en 1983, en el contexto de dictadura, ordenaron el archivo de todas las actuaciones que se investigaron y después vino la desmalvinización de los ’80 y la impunidad de los ’90. No hubo investigación hasta el 2007, cuando presenté la denuncia», reconstruyó.
Actualmente, la causa se encuentra en la Corte Suprema, «porque la Sala I de la Cámara (Federal) de Casación Penal, en voto dividido, consideró que eran crímenes comunes», indicó.
Y señaló que, en su condición de representante de las víctimas, cuestiona esto «porque es deber del Estado investigar denuncias de torturas y denunciar la existencia de crímenes de lesa humanidad», que también podrían ser «considerados como crímenes de guerra o graves violaciones de derechos humanos, porque se trata de torturas».