Productores piden intervención del Estado en la formación del precio de frutas y hortalizas
En las últimas semanas, los altos precios que muestran en góndolas algunos productos de la canasta básica volvió a poner sobre la mesa la necesidad de encontrar los mecanismos para que el acceso a este tipo de bienes no se vuelva exclusivo para un selecto y reducido grupo. El morrón rojo y el tomate, dos de los más comentados.
Entre las múltiples miradas que acepta el tema, la del presidente de la Asociación Hortícola Río Santa Lucía (Corrientes) cobra especial relevancia: «El Estado debe intervenir definiendo topes, porque los precios soben por la acción de intermediarios que no corren mayores riesgos ni realizan grandes inversiones».
La entidad que conduce Pablo Blanco, radicada en el corazón productivo de la vecina provincia, abastece en esta época del año a la gran mayoría de los mercados concentradores de todo el país.
Gran parte va hacia el Mercado Central de Buenos Aires y sus satélites, pero también se manda buena parte de la producción a Córdoba, Santa Fe e incluso al Chaco y Misiones.
El presidente de la Asociación consideró que el Estado debe intervenir en la cadena de comercialización, teniendo en cuenta que en ella se generan sobreprecios que terminan siendo absorbidos por los consumidores finales, muchas veces hasta el triple de lo que recibe el productor.
«El productor es el que hace la mayor inversión, aporta el trabajo y corre los riesgos de enfrentar las inclemencias climáticas. Nadie sufre con estas variables, sin embargo, en el pasamanos que hay hasta la llegada del producto a las góndolas se ven aumentos de hasta el 300%», indicó.
La respuesta del mercado
«Los productores hortícolas estamos lejos de ser los nuevos ricos, pero los precios están elevados, fundamentalmente en las góndolas», describió Blanco en declaraciones a Radio Provincia.
En este marco, indicó que el morrón rojo ha bajado un poco en las últimas horas en el Mercado Central de Buenos Aires, que es un parámetro general. Hoy está cerca de los 130 pesos por kilo y en quinta está 110 pesos. De todas maneras, admitió que «al consumidor final se lo venden al triple».
El tomate sigue en aumento: hacer tres días el cajón estaba en $1.500 y hoy está cerca de los $1.700. En quinta, el kilo de tomate está entre $70 y $80 por kilo.
«Hay que ser sinceros, porque cuando nos va mal tenemos que decirlo para que nos escuchen y podamos resolver el problema, pero la realidad es que hoy estos precios acompañan a los productores y les permiten continuar con su trabajo», planteó el presidente de la Asociación.
En ese marco, indicó que si bien es verdad que los insumos son en dólares «la diferencia que tenemos con años anteriores, básicamente los tres últimos, es que el consumo interno responde a precios altos».
Blanco consideró que el IFE «ha sido una herramienta indirecta para el consumo, e incluso nos beneficia a los productores hortícolas porque la gente necesita consumir y cuando tiene el dinero para gastarlo en alimentos, lo hace».
Así, desde que el Estado decidió comenzar a pager el IFE, el productor notó una «diferencia es importante porque los tomates y los morrones se consumen en todas los estratos sociales, en cambio cuando no hay dinero esa demanda se reduce a las clases más altas y para los productores es peor».
Fuente: Agencia Foco.
