El ministro de Economía de Chaco y precandidato a diputado provincial analizó la situación económica del país y apuntó a que se debe renegociar el acuerdo con el FMI. También, cruzó a la Corte por el fallo que suspende las elecciones en Tucumán y San Juan y advirtió que el máximo tribunal «acentúa la desigualdad en las provincias».
Santiago Pérez Pons asumió como ministro de Planificación, Economía e Infraestructura de Chaco a sus 27 años y se convirtió en uno de los funcionarios más jóvenes de la historia de la provincia. A sus 29 años encabeza la lista de diputados provinciales que acompañan al gobernador Jorge Capitanich en la búsqueda de su reelección para seguir impulsando las transformaciones económicas, estructurales y sociales de la provincia.
El funcionario realizó un balance de su gestión y destacó la inversión en la obra pública y las políticas para la generación de empleo y mejora de salarios que se implementaron en Chaco en los últimos tres años. Asimismo trazó las principales propuestas e iniciativas que buscará impulsar desde la legislatura chaqueña.
Además advirtió sobre el riesgo que implicaría aplicar la dolarización de la economía que propone Javier Milei y las políticas de ajuste que impulsan los candidatos de Juntos por el Cambio. También detalló el grave deterioro en la sociedad que generó el endeudamiento de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional y consideró que es necesario rediscutir el acuerdo.
Pérez Pons se graduó como licenciado en Economía en la Universidad Torcuato Di Tella, donde fue reconocido por su mérito académico consiguiendo el premio a la mejor tesis de grado. Fue analista de Riesgo Crediticio de la Banca Corporativa – Citibank Argentina y luego pasó al sector público.
En el Estado fue asesor económico de la Secretaría de Comercio Exterior del Ministerio de Producción nacional. Luego se desempeñó como Director de Planificación Estratégica y Jefe de Gabinete de la Secretaría de Coordinación y Planificación de la Gestión de la provincia de Buenos.
En 2019 asumió el cargo de Jefe de Gabinete de Hacienda en el Ministerio de Economía de la Nación junto a Martín Guzmán y Raúl Rigo, donde lideró la planificación presupuestaria y financiera 2020/2021 y tuvo participación activa en el proceso de reestructuración de la deuda y la negociación con el Fondo Monetario Internacional.
En el 2021 fue convocado por Capitanich para asumir el cargo de ministro de Planificación, Economía e Infraestructura, y en el 2023 fue elegido presidente de la Comisión Federal de Impuestos (CFI), organismo de control, fiscalización, asesoramiento e interpretación de las Relaciones Financieras entre las 23 provincias, CABA y Nación Argentina.
— Uno de tus primeros desafíos como ministro de Planificación, Economía e Infraestructura fue llevar adelante la refinanciación de la deuda en dólares. ¿Qué balance haces de esa gestión?
— El balance es totalmente positivo. Una de las principales metas que me puse cuando asumí como ministro fue ordenar las cuentas del Estado. Eso permitió que por primera vez en toda su historia, la provincia tenga equilibrio fiscal por tres años consecutivos. Eso no había pasado nunca. Yo llegué en 2021 y tuve que reestructurar la deuda en dólares que tenía la provincia. Chaco es una de las provincias que el macrismo había endeudado en dólares y teníamos un default. Mi primer éxito de gestión fue cerrar el proceso de negociación a los dos meses de asumir. Bajamos los intereses de la deuda en términos de gastos del presupuesto y eso nos permitió tener una mejor distribución del presupuesto. Pudimos aumentar el proceso de obra pública duplicando el presupuesto y generar un proceso de crecimiento del salario real de los trabajadores.
— ¿Cómo les fue a los salarios de los trabajadores públicos con relación a la inflación durante tu gestión?
— Cuando asumimos nos comprometimos a que los salarios de los trabajadores le ganen a la inflación. Entre los trabajadores públicos pusimos una especial atención en los trabajadores de la educación, que representan la mitad de los trabajadores y eran los que venían más retrasados. Nosotros tenemos 80.000 empleados públicos y 40.000 son docentes. Con ellos nos comprometimos a que el salario esté siempre 10 puntos por encima de la inflación. Fue así como llegamos al acuerdo donde trimestralmente calculamos la inflación y se liquida un aumento acorde. Después adicionalmente les aumentamos un 5% en dos meses para que estén siempre 10 puntos por encima de la inflación. De esta manera pudimos ponerle fin a los paros educativos y tener un 2023 sin pérdida de clases. Además, Chaco pasó del puesto 20 al puesto 8 de las provincias con mejores sueldos en educación. Subimos 12 escalones, todavía falta mucho pero los docentes reconocen la mejora que hubo. También lo reconoce el resto de la sociedad y lo aprovechan los trabajadores del sector privado para discutir sus propias paritarias.
— La inflación es un problema que afecta a todas las provincias. ¿Chaco implementó medidas para contener sus efectos sobre la población?
— Nosotros implementamos un programa muy importante que se llama «Ahorrá en Chaco», donde los días martes devolvemos una parte de las compras en medicamentos en farmacias y los días miércoles devolvemos una parte de las compras de alimentos en supermercados. Este beneficio es para todos aquellos que usan la tarjeta del banco público de la provincia, que son un total de 180 mil personas. El reintegro ronda entre los 20 y 27 mil pesos por mes por persona. A comienzos de clases aplicamos la misma medida con librerías y tiendas de indumentaria. Además tenemos incentivos adicionales para los jubilados. Estas son políticas que a nivel personal no me gustan para nada. Son medidas de emergencia. La llevamos adelante porque es la única herramienta que tenemos para poder cuidar el salario de los trabajadores públicos y privados.
— ¿Cuáles son las políticas que impulsaron para la generación de empleo?
— Nosotros generamos muchos programas de incentivos económicos. Chaco es una de las provincias donde más creció el empleo privado. Eso se debe fundamentalmente a que impulsamos el programa «Más Empleo», donde cubrimos por dos años una parte del salario de los nuevos trabajadores contratados por las distintas empresas. Ese incentivo hizo que nosotros tengamos 12,000 empleos en el sector privado nuevos. También impulsamos medidas orientadas a la juventud como son los programas de inclusión digital, becas de estudiantes y pasantías dentro del Estado.
— Dijiste que durante tu gestión lograron duplicar la inversión en obra pública. ¿Qué impacto tuvo en la provincia?
— Cuando asumimos el gobierno en 2019, Chaco contaba con 3.500 trabajadores en el sector de la construcción. Hoy estamos llegando a los 17.000. Eso es un proceso de inversión muy grande materializado en empleo. Eso tuvo que ver con la inversión de la provincia y la Nacional en la obra pública. Nuestro presupuesto para la obra pública pasó del 9 al 23%. Eso nos permitió llevar adelante obras en los 69 municipios que tiene nuestra provincia, sin distinciones. Hay obras que nos generan gran satisfacción. Nosotros estamos renovando los dos puertos de la provincia. No teníamos puertos en funcionamiento y ahora vamos a tener dos. Estamos construyendo rutas para conectar a todos los municipios y acueductos para garantizar el agua potable. Con esas obras llegamos hasta el Impenetrable, una de las zonas más postergadas en la provincia.
– ¿Cómo lográs llevar adelante la campaña electoral donde encabezás la lista de diputados provinciales con las responsabilidades que tenés dentro de la gestión?
– Yo veo que en los últimos tiempos hay un descreimiento muy grande de la política por gran parte de la sociedad. Veo mucho enojo. Eso hay que intentar interpretarlo de alguna manera. Yo creo que la mejor forma de hacer campaña este año para los que ya estamos en gestión es trabajando. Que nos vean trabajando todo el tiempo. Yo recorro mucho los municipios, tengo reuniones con todos los sectores, trato de moverme mucho y creo que ese es el proceso de esta campaña. Obviamente hay que escuchar lo que falta, poner en valor todo lo que hicimos, pero creo que lo que más se destaca es el trabajo. Somos un equipo que trabaja 16 horas. Estamos 100% dedicados a esto.
— ¿Qué propuestas pensás impulsar desde la legislatura en caso de ser electo diputado?
— Primero quiero destacar que es muy valorable que «Coqui» nos haya pedido a mi y a María Pia Chiachio Cavana, con 29 y 31 años, que encabecemos la lista de diputados provinciales. Eso habla del proceso de trasvasamiento generacional que hay en la provincia. Muchos hablan de eso pero pocos lo aplican y creo que es algo muy positivo. Entre las iniciativas, considero que nosotros debemos lograr que nuestras políticas de generación de empleo se conviertan en políticas de Estado. Ese es un proceso que debe continuar independientemente de quién sea el próximo gobernador. También creo que debemos dar la discusión para impulsar una reforma constitucional, que no la pudimos realizar por no tener mayoría en la legislatura. Yo estoy convencido que los intendentes no pueden tener reelección indefinida. También creo que el gobernador no debería poder reelegir más de una vez. Estamos atravesando un proceso nuevo, con dificultades distintas, que necesita nuevas soluciones y nuevas personas con distintas capacidades. Por último también considero que el Poder Judicial también debe tener una reforma democrática. Los jueces de tribunal supremo no pueden estar en su cargo de por vida. Tienen que cumplir una cantidad de años y luego renovar.
— ¿Qué expectativas tenés en estas elecciones?
— Las circunstancias no son fáciles para ningún argentino. Pero lo que veo es que la gente agradece el proceso de transformación que nosotros hicimos en la provincia. Aún tenemos muchas dificultades pero el proceso de transformación que impulsó «Coqui» desde el 2007 es impresionante. Cuando asumió como gobernador Capitanich solo 30 de los 69 municipios estaban conectados con rutas. «Coqui» termina este periodo con 68 municipios conectados con rutas. Solo nos falta uno para que nosotros podamos tener a todos los municipios con conectividad vial de pavimento. Cuando «Coqui» asumió en el 2007 solo había dos acueductos en la provincia. Ahora estamos terminando el número 24, los que nos va a permitir tener a la totalidad de las ciudades conectadas con agua potable, algo que para muchos pueda ser un derecho básico pero hay que tener en cuenta que las provincias del norte venían muy retrasadas. Yo creo que ese proceso de transformación, de cuidado del trabajo y los salarios es muy valorado por la gente que ve en «Coqui» una garantía de gestión.
— Comentaste que una de tus propuestas es limitar la cantidad de mandatos de los gobernantes. ¿Qué opinión tenés entonces sobre la decisión que tomó la Corte Suprema de la Nación de suspender las elecciones a gobernador en Tucumán y San Juan?— Hay que respetar la decisión de cada provincia. Seguramente un abogado lo pueda explicar mejor, pero yo considero que la Corte Suprema de la Nación no puede interferir en una decisión provincial avalada por la Constitución y por la justicia local. Nosotros tenemos autonomía como provincias. Lo que hizo la Corte es una intervención politizada y brusca faltando menos de una semana para las elecciones. Además como ministro Economía debo decir que la decisión de la Corte representa un gasto enorme para ambas provincias que ya tenían todo organizado para llevar adelante los comicios. También consideró que esta decisión tiene graves consecuencias en términos institucionales. Los últimos fallos de la Corte fueron siempre a favor de un proyecto político. Incluso hubo una candidata de la oposición que festejó el fallo diciendo que ellos «habían parado» las elecciones, como si fuera su decisión. Se nota mucho.
— Chaco fue una de las provincias afectadas por la Corte Suprema de la coparticipación que benefició a la Ciudad de Buenos Aires en desmedro de las provincias…
— Este tipo de situaciones hay que analizarlas desde el sentido común. La plata es finita y los recursos son escasos. Si a uno le dan más es porque a otros le dan menos. El fallo de la Corte impactó fuertemente en las provincias porque se le dio más plata a la Ciudad quitándole fondos a las provincias. En su gobierno Macri, por decreto, le destinó más recursos a la Capital Federal, que es la más rica del país, mientras que las provincias del norte, que somos las más postergadas, recibimos menos recursos. Entonces ahí tenemos un problema de distribución de los recursos que la Corte nos acentúa. Se entromete también en los procesos democrático. La distribución de los recursos de las provincias es una competencia de la Cámara de Diputados y Senadores. Yo no sé cómo va a hacer Horacio Rodríguez Larreta para hacer campaña acá. Él defendió que los ciudadanos que tienen más derechos resueltos tengan más recursos que los ciudadanos que tienen menos derechos resueltos. Eso demuestra cómo piensa.
— ¿Cómo explicás esta novedad que advirtió Cristina Kirchner, entre otros dirigentes, de trabajadores pobres en Argentina?
— La deuda de 50.000 millones de dólares que tomó el macrismo con el FMI tiene un impacto social y económico muy grande. Después de un proceso brutal de endeudamiento hubo que renegociar y ordenar las cuentas del Estado. Eso impactó en todos los trabajadores porque el Estado Nacional tiene menos posibilidad de poder dar incentivos económicos para poder aumentar los salarios por encima de la inflación. También tuvimos impactos externos como la pandemia, la guerra y la sequía que perjudicaron la situación. Este año significan unos 20.000 millones de dólares menos para la Argentina.
— Fuiste parte de la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional que encabezó Martín Guzmán. ¿Qué creés que debería hacer el gobierno con la deuda ahora?
— Nosotros asumimos en 2019 y la Argentina era de una manera. En ese marco encontramos el mejor acuerdo posible frente a esas circunstancias. Ahora la realidad argentina es otra, por lo tanto hay que tener un nuevo acuerdo con el Fondo, no tengo dudas. Lo que también creo es que debemos juzgar a los culpables del endeudamiento y concientizar a la gente para que eso no ocurra nunca más.
— ¿Qué opinas sobre las propuestas de dolarización y ajuste del Estado que proponen Javier Milei y Juntos por el Cambio en estas elecciones?
— Milei que con frases contundentes y simples quiere aprovechar un momento de descontento con la política para engañar al electorado. Eso me enoja, pero también debemos reconocer que nosotros no logramos construir un mensaje distinto. Muchos creen que dolarizar la economía es una buena solución pero la verdad es que significaría tirarse al abismo. Para dolarizar el precio del dólar tiene que tener un valor que alcance. Con los cálculos que podemos hacer el dólar debería pasar a valer 2500 pesos. Entonces si ganas 100 mil pesos, pasarías a ganar 40 dólares. Eso generaría una destrucción del empleo terrible. Con las propuestas de achicar el Estado ocurre lo mismo. Eliminar ministerio genera un ahorro insignificante al presupuesto nacional. Ahora, privatizar las empresas públicas y la destruir el empleo público si significaría un peligro para la Argentina.
— A pesar de la crisis económica que atraviesa la Argentina, muchos ven al Gasoducto Néstor Kirchner y a la industria del litio como una importante oportunidad de crecimiento…
— Tenemos por delante un proceso de mucha esperanza y crecimiento. Argentina en la actualidad es un país importador de gas y petróleo. Con el gasoducto tenemos el camino allanado para autoabastecernos y ser un país exportador. Eso es muy positivo, primero para la soberanía energética y segundo para el balance comercial del país. Nos permitirá incorporar dólares en algo que hoy se llevaba un cúmulo muy importante. Lo mismo ocurre con los minerales y alimentos que hoy son una gran posibilidad de crecimiento. Por eso es importante que el próximo gobierno impulse medidas de Estado para que los beneficios sean para los argentinos.