Parque Iberá: Regresa el ocelote, el tercer mayor felino de América
Un nuevo proyecto de rewilding busca reintroducir la especie en el Parque Iberá, en Corrientes, donde se extinguió durante el siglo veinte por la caza y la destrucción de su hábitat.
Tomi y Luna son la primera pareja de ocelotes que da inicio a la recuperación de la especie en el Parque Iberá. El proyecto comenzó hace ya casi dos años, en diciembre de 2021, con la construcción de un conjunto de corrales de presuelta en el sector de Portal Uguay.
Luna fue la primera hembra que llegó al proyecto, el 19 de noviembre de 2021, gracias a una donación del establecimiento La Peregrina ubicado en la provincia de Buenos Aires. Tomi nació en 2012 y llegó al proyecto el 10 de marzo de 2022 y fue donado por el Parque de la Biodiversidad de Córdoba (ex Zoo de Córdoba).
Desde su incorporación, ambos felinos vivieron en un gran corral de presuelta donde desarrollaron, entre otras habilidades, la capacidad de cazar presas vivas. Durante este período también se comprobó que son fértiles y podrán tener descendencia para así contribuir al éxito de la reintroducción de la especie en el Iberá. De hecho, la pareja tuvo una cría, que ya es independiente de los padres pero aún muy joven para colocarle un collar de seguimiento y liberarla.
Luna y Tomi ahora viven libres en el gran humedal y llevan cada uno un collar con conexión GPS que envía su ubicación de forma diaria, lo que permite monitorear sus movimientos y estudiar su adaptación al ambiente.
En los grandes corrales ubicados en el Portal Uguay, se encuentran otros cuatro ocelotes que próximamente podrán ser liberados para continuar ampliando esta incipiente población y que provienen también del establecimiento La Peregrina y del Centro de Atención de la Fauna Autóctona de Jujuy, además de la cría nacida en el lugar.
Además, serán incorporadas al proyecto tres hembras provenientes del Refugio Bella Vista, gestionado por Itaipú Binacional (Brasil), y una hembra del Refugio Urutaú (Paraguay), que podrán ser liberadas.
El proyecto de reintroducción de ocelote que se lleva adelante en Iberá es el primero en su tipo en el mundo. No obstante, existe una iniciativa similar que se está desarrollando en los Estados Unidos para reintroducir la especie en un sector del sudoeste de Texas.
El ocelote es la séptima especie reintroducida en el Parque Iberá junto a otras como el yaguareté, el oso hormiguero gigante y el guacamayo rojo. Además, proyectos de reintroducción con otras tres especies, incluyendo al depredador tope de los ecosistemas acuáticos, la nutria gigante, se encuentran en marcha, aunque aún no se han liberado individuos a la naturaleza.
Con el retorno de este carismática felino al territorio argentino, el Iberá continúa recuperando su salud y funcionalidad y se consolida como uno de los mejores destinos de observación de fauna silvestre.
Sobre el ocelote
El ocelote es el tercer felino más grande del continente americano y uno de los más carismáticos. Los adultos pueden alcanzar los dieciséis kilos y su pelaje muestra llamativas manchas negras y alargadas con forma de ocelos. En el pasado habitó desde el sur de Estados Unidos al centro-norte de Argentina, pero en los últimos 150 años perdió buena parte de su área de distribución, principalmente por la caza para obtener su piel y la destrucción del ambiente. En nuestro país, el ocelote quedó relegado a selvas y montes del norte, y es considerado Vulnerable a la Extinción.
En Corrientes aún sobrevive en el extremo noreste, especialmente en el límite con Misiones y la cuenca del Aguapey. En Iberá, los registros históricos son escasos y el último ocelote observado en el Parque fue un macho solitario fotografiado en 2015 por una de las cámaras trampa colocada por Fundación Rewilding Argentina.
El ocelote puede habitar montes secos, selvas húmedas, ambientes más abiertos, con abundante agua o desérticos. Como mesodepredador (depredador de tamaño mediano) mantiene un control poblacional sobre sus presas: desde pequeñas aves, roedores y reptiles hasta mamíferos del tamaño de una corzuela.
Este proyecto es posible gracias al trabajo colaborativo entre el Establecimiento La Peregrina, el CAFaJu de Jujuy, el Gobierno de Corrientes y Fundación Rewilding Argentina.