Policiales

Finalizó la búsqueda de Cristian Schaerer en Brasil

El cuerpo del joven secuestrado en 2003 era buscado en un curso de agua en la zona de Uruguayana. Allí, un trabajo consistente en el desagote de 25 metros de longitud mediante la construcción de dos diques, a cargo de una empresa contratada a tal fin. Sin embargo, las tareas concluyeron sin novedades.

La búsqueda del cuerpo de Cristian Schaerer, el joven secuestrado en 2003 en Corrientes, concluyó sin resultados en un arroyo de la localidad brasileña de Uruguayana, donde un informante aseguró que fue abandonado.

El fiscal federal de Corrientes, Flavio Ferrini, dijo que culminaron con “resultado negativo” los trabajos desplegados hasta este martes para dar con el cuerpo de Schaerer en el arroyo Imboa de Uruguayana, un afluente del río Uruguay.

Los pesquisas se desplegaron en esa zona luego de que un testigo de identidad reservada declarara en la causa que los restos del estudiante correntino secuestrado en la puerta de su casa de la capital correntina en septiembre de 2003 habían sido depositados allí por los autores del hecho.

“Lamentablemente culminaron los trabajos de búsqueda con resultado negativo”, dijo Ferrini, quien explicó que ahora “se trabaja en el arroyo para volver todo a su estado anterior”.

“Fue un gran esfuerzo por parte del personal de Gendarmería Nacional, que trabajó en un terreno muy difícil”, subrayó el funcionario judicial y afirmó que hubiera querido llegar a “otro resultado”.

Para la búsqueda fue necesario articular tareas por parte de las carteras de relaciones exteriores de Argentina y Brasil, así como de Justicia y fuerzas federales de ambos países.

Fue así que se desarrolló en el arroyo de Uruguayana un trabajo consistente en el desagote de 25 metros de longitud mediante la construcción de dos diques, a cargo de una empresa contratada a tal fin.

Una vez concluida la tarea de ingenieria hidráulica, especialistas de Gendarmería delimitaron y buscaron en la zona marcada por un testigo brasileño de identidad reservada que había declarado ante la Justicia que en ese sector se habían depositado los restos del joven correntino secuestrado el 21 de septiembre de 2003 y por el cual se había pagado un rescate de 277 mil dólares.

Este mecanismo de búsqueda fue determinado tras el primer rastrillaje subacuático, en el que se logró buscar hasta en un metro de profundidad debajo del lecho, por lo que según refirió el fiscal, se manejaba la hipótesis de que por el paso del tiempo y la acumulación de sedimento, los restos estarían a una profundidad de entre uno y medio y tres metros bajo tierra.

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