Malestar provincial por demora de la Nación en autorizar dragado en Puerto Vilelas
La APA señala que aguarda hace 10 días un permiso para operar en el muelle de una petrolera y permitir la llegada de barcazas.
La extraordinaria bajante que se observa en el río Paraná genera inconvenientes de operatividad para las barcazas que transportan combustibles y con ello se complica el abastecimiento en la provincia. Ante un panorama desalentador porque a la pronuncia caída en el nivel del curso de agua se agrega que no se esperan lluvias que pueden traer un alivio, lo que queda es realizar las habituales tareas de dragado como para atenuar el impacto. Lo cierto es que desde la Administración Provincial del Agua (APA) expusieron la situación desde un enfoque en que marcan no comprender las dilaciones de parte de la Subsecretaría de Vías Navegables en autorizar los trabajos de pie en los muelles de las petroleras.
‘Necesitamos al menos un permiso provisorio para poder efectuar una tarea que es habitual, no estamos pidiendo un peso a la Nación, todo el tiempo nos piden más requisitos y llevamos 10 días sin respuestas‘, señaló en declaraciones a Radio Universidad el presidente de la APA, Francisco Zisuela. Entre las complicaciones que enfrenta, el funcionario agregó que el cierre de la dependencia que se asentaba en Corrientes obliga ahora a efectuar todas las tramitaciones en Buenos Aires, con la consecuente de mora que se da en los tiempos de resolución de temas que precisan de agilidad.
‘Este dragado por lo menos se hizo quince veces, y ahora uno se encuentra con múltiples trabas para poder trabajar, nos piden estudios, documentos y no estamos en condiciones de comenzar el dragado por no contar con este permiso‘, explicó. Siempre en lo que hace a la provisión de combustibles, el presidente del organismo diferenció las dificultades que afronta cada petrolera, que para el caso de la estatal YPF se ve afectada por barcazas varadas de una cerealera mientras que para Shell la situación es más compleja porque depende del dragado que está imposibilitado de efectuar.
‘En el muelle de Shell no pueden entrar y es allí donde queremos hacer el dragado, en el muelle de YPF ya se hizo el dragado y no hay problemas, lo que ocurre es que ahora hay dos barcazas que no pueden salir por problemas en un canal en Vilelas a la altura de una cerealera‘, marcó. En lo que respecta a cómo impacta el fenómeno para el transporte de cereales, señaló que las barcazas son más pequeñas y con menos calado que las de combustibles, que por cuestiones de seguridad y volumen cuentan con una mayor dimensión. Ante este cuadro y cómo única alternativa de trasladar hidrocarburos por tierra, comentó que en las reuniones que mantuvo con autoridades de YPF le marcaron que la empresa no cuenta con camiones para hacer llegar a la zona hasta al menos noviembre.
PANORAMA PREOCUPANTE
Para graficar la excepcionalidad, Zisuela señaló que ayer el hidrómetro marcó en el puerto de Barranqueras 2,24 metros para el río Paraná en lo que fue un descenso de tres centímetros respecto del lunes pero que en Andresito llegó a 0,50 metro cuando lo habitual es 10 para esta época del año. Si de registros negativos se trata y se acentúa la bajante, Zisuela no dudó en que pueda alcanzarse el récord que se dio en el 2000, cuando el Paraná llegó al 1,90 metro en Barranqueras. ‘Hay un panorama preocupante, estamos ante una de las bajantes más importantes de la historia‘, indicó.
Otro de las dificultades que conlleva la bajante es extremar las precauciones para embarcaciones pequeñas. ‘En la salida sur de Antequeras hay un árbol que quedó allí para lo que aconsejamos tomar un canal que está bien próximo a la costa, se debe tener mucho cuidado para que no se den accidentes, sobre todo para quienes navegan de noche‘, marcó.