Maduro inició preparativos por constituyente en medio de represión a protestas opositoras
Las escenas de marchas opositoras reprimidas con bombas lacrimógenas y chorros de agua por agentes de fuerzas de seguridad de Venezuela volvieron a verse este lunes en Caracas y otras ciudades del país petrolero, en medio de la polémica por el futuro de la Asamblea Nacional Constituyente a la que convocó el gobierno, que este lunes hizo la primera reunión preparatoria sólo con representantes del oficialismo y fuerzas menores.
En Caracas, manifestantes que se desplazaban por varios puntos al este y oeste de la ciudad, fueron reprimidos por la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), quienes además bloquearon el paso con grandes vallas metálicas, tanquetas y unidades antimotines.
La marcha opositora esperaba llegar al Ministerio de Educación, cuya titularidad es de Elías Jaua, jefe de la comisión presidencial para la Constituyente, para entregar un documento con los argumentos jurídicos en rechazo a la propuesta del presidente Nicolás Maduro.
En paralelo, grupos chavistas también marcharon por el centro de Caracas, en apoyo al proceso de la Constituyente y «en defensa de la patria», desde la plaza Morelos a los alrededores de la Asamblea Nacional (AN).
En la concentración opositora, al ser contenidos, los manifestantes se dividieron en dos grandes grupos que intentaron continuar la marcha por vías diferentes, pero ambos se encontraron con la acción disuasiva de los uniformados.
El excandidato presidencial y gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, encabezó el grupo que se dirigió hasta la autopista Francisco Fajardo, la principal arteria vial de la ciudad, e intentó sin éxito mediar con los miembros de seguridad para que les permitieran el paso.
En el lugar, escenario de varios enfrentamientos durante la ola de protestas que se inició el pasado 1 de abril -y que dejó ya 41 muertos-, los uniformados lanzaron bombas lacrimógenas mientras que algunos manifestantes encapuchados arrojaron piedras hacia los agentes.
La GNB instaló nuevamente una valla metálica en esa autopista y pidió a los opositores, mediante mensajes difundidos con megáfono, que retrocedieran para reabrir el paso de vehículos y evitar una confrontación, que finalmente se produjo. Decenas de manifestantes alzaron sus manos en señal de tregua pero tampoco lograron continuar la marcha, reportó la agencia EFE.
En Maracaibo, estado de Zulia, en tanto, los opositores fueron reprimidos con bombas lacrimógenas cuando se dirigían a la oficina del gobernador Francisco Arias Cárdenas para entregar la misma comunicación que se buscaba entregar en Caracas, y algo similar ocurrió en el estado Mérida, en una marcha por el centro de la ciudad.
Mientras la oposición se movilizaba, Jaua, como jefe de la comisión presidencial que impulsa la Constituyente, se reunió en la Casa de gobierno con un grupo de partidos que sí aceptó asistir al debate.
Jaua dijo que fueron al encuentro representantes de 17 partidos, pero que las puertas seguirán abiertas para quienes quieran ir «a escuchar de primera mano y de manera oficial» los argumentos del Ejecutivo, consignó la estatal agencia AVN.
«Especialmente hacemos un llamado a los voceros de la (opositora) MUD (Mesa de Unidad Democrática) , por la paz de nuestro país, a que reflexionen y puedan sentarse aquí a conversar, a dialogar entre venezolanos, como hermanos que somos. Tenemos profundas diferencias, pero estamos obligados a legarles a nuestros hijos una Venezuela en paz, y el camino es el diálogo», expresó el ministro a la estatal VTV.
Jaua prometió que los partidos políticos serán escuchados por el gobierno y podrán hacer observaciones y críticas «para nutrir el debate», y reiteró que Maduro decidió iniciar este proceso para cambiar el ordenamiento jurídico interno «frente a la imposibilidad de poder tener una interlocución válida» con la MUD.
El ministro explicó los nueve «propósitos» de esta Constituyente, que inicia con «la paz como necesidad y anhelo de la nación», «el perfeccionamiento del sistema económico nacional» y la «constitucionalización» de los programas sociales «con un sistema de protección que sea irreversible» para el pueblo.
Jaua remarcó que la Asamblea Constituyente será «ciudadana y del pueblo» y «no de partidos», y que la elección de los redactores de la nueva Constitución se hará «mediante voto universal, directo y secreto» y bajo la rectoría del Poder Electoral, que todavía no aprueba las bases electorales para este proceso.
Ante una primera versión de que algunas fuerzas minoritarias de la MUD habían estado en el Palacio de Miraflores, el diputado Freddy Guevara escribió en la red Twitter: «Ni un solo partido que forma parte de la Unidad fue a la reunión. Ni uno. Todos estuvimos hoy en la calle».
Y los antichavistas que sí fueron, como el MAS -que no está en la MUD– igualmente rechazaron el plan: «Una Constituyente, convocada en el contexto actual, lejos de servir para construir la paz, podría hundirnos más en la violencia fratricida», dijo Segundo Meléndez, dirigente masista.
La dirigencia opositora multiplicó, en paralelo, las críticas al proceso. El jefe de la Asamblea Nacional (Parlamento), Julio Borges, fustigó la propuesta de Maduro, sobre la cual opinó que «no es Constituyente ni es elección, sino que el gobierno está proponiendo un fraude y el pueblo lo que quiere es un cambio real a través de elecciones».
«El único que no escucha es Maduro. Aquí la solución es votar, no una Constituyente donde Maduro va a decidir a dedo quién votará y quién representará a los sectores. Es algo que se está haciendo como excusa para distraer y mantenerse en el poder», señaló.
Capriles, a su turno, aseguró ayer que el chavismo «no quiere someterse a un proceso de elecciones» y por ello plantea esta Constituyente en donde se habla de votaciones en ámbitos sectoriales y territoriales pero, remarcó, esto «no existe en la Constitución», ni que «un país tenga que aceptar una Constitución que un grupo decide».
Mientras, desde El Vaticano, el papa Francisco dijo que la situación que atraviesa Venezuela puede resolverse «si existe la voluntad de construir puentes», en un mensaje que envió a los obispos venezolanos y que hoy replicó el Servicio de Información Religiosa (SIR).
«Estoy convencido que los graves problemas de Venezuela se pueden resolver si existe la voluntad de construir puentes, de dialogar seriamente y de llevar a término los acuerdos alcanzados. Los exhorto a seguir haciendo lo necesario para que este difícil camino sea posible», sostuvo el Pontífice, que advirtió que sigue «con gran preocupación la situación del amado pueblo venezolano».
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