Los gremios docentes rechazan volver a las aulas «sin garantías sanitarias»
Mientras el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, recorre el país abogando por «lograr maximizar la presencialidad en las 24 provincias», y sostuvo que «la vacunación no es requisito excluyente para la resencialidad», los gremios docentes nacionales y de distintas jursdicciones ratifican que no van a acompañar el inicio de las clases en las aulas «si no están dadas las condiciones sanitarias para garantizar un ambiente seguro en las escuelas» frente al repunte de contagios de Covid-19.
«Si el Estado no se hace presente, se diluyen las chances de ir a la presencialidad en todo el país. Entendemos que hay que hacer un trabajo con fuerte presencia del Estado, que hoy no está. Si seguimos así, estaremos transitando un ciclo lectivo sin educación como en 2020, que fue un año perdido porque cuando queda un solo chico afuera, el año ya está perdido», dijo Sergio Romero, secretario general de la Unión de Docentes Argentinos (UDA).
En tanto, la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) emitió un comunicado firmado por su secretaria general, Sonia Alesso, y su adjunto, Roberto Baradel, en el que afirmó que «en estos tiempos de pandemia, las condiciones de salud, el cumplimiento irrestricto de los protocolos y las condiciones de higiene y salubridad en las escuelas deben ser una prioridad para el regreso a la presencialidad».
«No podemos permitir que se juegue con la salud, con la vida de la comunidad educativa», expresó la Ctera.
En los últimos días, Trotta recordó que la decisión de la modalidad con la que regresarán las clases es una prerrogativa de las provincias. Sobre ese punto, Romero, de UDA, planteó que «se va a producir una profunda grieta» entre los distintos distritos, donde lo político se cruzará con lo sanitario. Además, advirtió: «Hoy tenemos un sistema educativo quebrado: en cada provincia se pagan distintos salarios y los contenidos también varían de una a otra. Ahora se va a resquebrajar más y se van a formar distintos jóvenes según la región, lo que podría traer consecuencias muy serias».
CIUDAD DE BUENOS AIRES Y PROVINCIA DE BUENOS AIRES
En tanto, en la Ciudad de Buenos Aires, Mariana Scayola, secretaria general del gremio Ademys, remarcó las prevenciones: «Vemos muy difícil una vuelta a la presencialidad. En el marco del aumento de la curva de contagios, el Gobierno tiene una política de convivencia con el virus, pero no están garantizando las condiciones sanitarias para esa presencialidad».
Además, Scayola apuntó contra el ministerio y criticó las libertades otorgadas a las jurisdicciones: «Nos parece que el ministro Trotta vuelve a desresponsabilizarse al decir que cada provincia va a hacer lo que le parezca. Antes había dicho que el criterio para la presencialidad iba a ser el semáforo epidemiológico, pero se desdijo. Si tuviéramos eso en cuenta, no estaríamos por volver».
Por otra parte, en la provincia de Buenos Aires, la secretaria adjunta de Suteba, María Laura Torre, indicó: «Lo primero es el cuidado solidario y colectivo de todos los bonaerenses. Hoy, cuando se habla de presencialidad, no la podemos imaginar de la misma manera que antes porque tampoco es igual en el resto de las situaciones».