Policiales

Loan: el párroco habló sobre su vínculo con el comisario detenido

Describió la relación que el Walter Maciel tenía con el pueblo.

El padre Cristian González, párroco de Nueve de Julio, dialogó con el medio La Nación y contó cuál es el vínculo que tenía con el comisario Walter Maciel, imputado por encubrimiento del presunto rapto de Loan Peña.

«Soy el padre Cristian González, soy sacerdote hace casi cuatro años», dijo. «Soy de Bella Vista, a casi 50 kilómetros de acá y aunque te parezca raro, no conocía nada de los pueblitos que hoy estoy frecuentando», aclaró.

Al ser consultado sobre la falta de presencia de la Iglesia Católica en las marchas por la aparición de Loan, explicó: «El jueves 13, día de San Antonio, suspendí casi todas las misas porque estaba muy engripado y casi no podía hablar. El día sábado ya vine a celebrar misa acá, y también me acerqué para preguntar por la búsqueda. El domingo estuvo cocinando, allá en el lugar donde estaban haciendo rastrillajes. El lunes y martes también estuvimos allí, que ahí es donde pude hablar con la abuelita, con la mamá, con el papá de Loan. Si bien no quise hacer muchas preguntas por el difícil momento. Por eso, no sé si es tan así de que la Iglesia Católica no está acompañando».

«Yo veo que hay mucha gente que los acompaña y eso hace a que yo pueda estar atendiendo a esta comunidad que, como católica, cree y debe creer en el poder de la oración. Yo todos los días estoy rezando por esta familia. Sabe que si me necesitan ahí y no hay nadie, vendré», añadió.

«Sé que es un momento trágico, pero hay otras personas que están pasando por momentos también feos, la muerte de un familiar, por ejemplo, y también necesitan acompañamiento. Yo de las marchas casi no participo, porque creo que a través de la oración puedo hacer mucho más. La oración mueve montañas», aseguró el sacerdote.

Relató cómo era la localidad hasta el mediodía del 13 de junio: «Era un pueblito sencillito, tranquilo. Por ahí había uno que otro despelote, no sé. Pero así como esto, primera vez. No te podría decir que haya habido algo parecido como esto».

La relación con el comisario

«Con el comisario nos conocemos, nos presentamos previo a un acto en el que se inauguró la estación, la exestación de tren. Fue un día antes de la festividad del pueblo. Nunca nos habíamos presentado formalmente, más allá que él ya hacía unas semanas estaba acá», indicó.

«Nos conocimos ahí, yo pregunto dónde vivía, dónde paraba y al contarme él que vivía en la comisaría y estaba durmiendo en el pasillo, a mí me nació espontáneamente decirle, yo tengo la casa ahí que está vacía, yo la ocupo un día en la semana o dos como mucho. Le dije que podía ir a parar mirando que era una figura de autoridad. Él me responde que estaba de interino, que si se confirmaba que él quedaba me iba a aceptar la propuesta hasta que consiga una casa donde ir a vivir. Eso se prolongó un tiempo. Recién para mayo, después de la fiesta patronal, consiguió una casita acá en el 9 de julio», detalló.

«Sé que él no era aceptado por la gente, incluso la comunidad misma me hizo saber que no estaba de acuerdo que él esté acá. No se llevaban bien. Eso nomás es lo que me decían. Pero yo le respondí a la gente que conmigo no tenía ese comportamiento. No tengo nada de que quejarme. Es más, con la iglesia colaboró bastante. Yo estoy sin vehículo y él ponía a disposición la camioneta que me llevaba algún oficial o algún cabo a celebrar la misa a otros pueblos», reveló.

«Varias veces salimos a comer por allí. Es mentira eso de los asados secretos. Siempre hubo gente cuando salimos a comer», agregó el sacerdote.

Ante la pregunta sobre si le sorprendía que estuviese envuelto en el caso, respondió: «Sí, sí, me sorprende. Eso yo lo hablé con él en su momento. Cuando estaba en el momento de la investigación, yo lo hablé con él. Le dije que se ponga las pilas. Así, vulgarmente y después le daba, ánimo, fuerza, porque yo trataba de ponerme en el lugar de una investigación, algo tan grande. Cuando le decía eso, él me respondía: «Reza por mí. Reza por mí, estoy cansado»».

«Es lo único y las veces que lo encontré durante la investigación fue públicamente. La mayoría fue allá en la casita de la abuela donde nos cruzamos y bueno, me brindaba un abrazo y yo no le voy a negar a nadie, aunque juzgue mi nombre, le saludo. No tengo ni odio ni nada», señaló.

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