Liberan a hombre acusado de matar de una puñalada en el cuello a su madre de 90 años
Aldo Di Paolo (65), recuperó la libertad por falta de pruebas en su contra, aunque se le negó el sobreseimiento, en el marco de la investigación por el crimen de su madre, María Cristina De Vincentiis, que fue asesinada de una puñalada en el cuello.
Luego de pasar un mes detenido, en las últimas horas, Aldo Di Paolo (65), el principal sospechoso por el crimen de su madre, María Cristina De Vincentiis, una jubilada de 90 años que fue asesinada de una puñalada en el cuello, recuperó la libertad por falta de pruebas en su contra, aunque a su vez se le negó el sobreseimiento y continuará siendo investigado.
El juez de Garantías de San Isidro, Ricardo Costa, dictó la «falta de mérito» al rechazar el pedido de prisión preventiva formulado por la fiscal de la causa, Carolina Asprella, detallaron las fuentes.
“No se ha logrado aún construir un sólido indicio de responsabilidad -argumentó Costa en su resolución-. Ello así, por cuanto con el avance de la investigación se ha visto desvirtuada la primigenia hipótesis fiscal y ocurrido ello, no se han recabado aún elementos de cargo de suficiente entidad para poder establecer, siquiera con el precario grado de probabilidad necesario para esta etapa y este pronunciamiento, que el imputado Di Paolo, en efecto, sea el autor materialmente responsable del suceso”, establece la fundamentación del juez.
Di Paolo estaba detenido acusado de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por la alevosía, delito que el Código Penal castiga con la pena de prisión perpetua.
La liberación del sospechoso, un repositor de matafuegos, se debió a que la fiscalía produjo nueva prueba que pone en duda cuándo se cometió el crimen. Aunque en un inicio se creía que el crimen había ocurrido el 6 de marzo pasado, cuando se veía en imágenes de una cámara de seguridad a Di Paolo entrar y salir de la casa y también se lo veía volver a entrar y salir dos días después, cuando se halló a su madre muerta.
Pero un análisis más preciso de los videos de la cámara de una fábrica situada frente a la casa de la víctima se detectó que el 7 de marzo por la mañana un camión recolector de residuos paró y los recolectores se quedaron unos minutos en el porche de la casa de la víctima. Luego esos testigos declararon que la jubilada estaba sentada en su silla de ruedas, que hablaron con ella y retiraron unos residuos.
El pasado miércoles 8 de marzo por la noche, el acusado llamó a la Policía para decir que había encontrado muerta a su madre en su domicilio de Avellaneda 1314, en Las Lomas de San Isidro, y denunció el faltante de una serie de joyas y del teléfono celular de la víctima.
La jubilada de nacionalidad italiana estaba tendida en el comedor cocina de la vivienda, con una cuchilla de cocina con mango de madera de la propia casa, clavado en el cuello.
Si bien se planteó como hipótesis inicial la de un homicidio en ocasión de robo, la fiscal a cargo del caso investigó al hijo de la victima, que fue detenido a raíz de una serie de contradicciones en su declaración. Además se tomaron en cuenta imágenes de cámaras de seguridad.
Al realizarse un allanamiento en el domicilio del presunto matricida, en la calle Herrera 886, la Policía secuestró 3.000 dólares, 900.000 pesos, dos tabletas, una notebook, dos teléfonos celulares y un almohadón con aparentes manchas de sangre.
En su declaración, el hijo de la jubilada negó haber cometido el crimen y cambió el día en el que dijo haber ido por última vez a la casa de la víctima, ya que en su relato como testigo había dicho que lo hizo el domingo, pero como imputado, sabiendo que había videos, afirmó que había ido el lunes 6 de marzo.
Además, reconoció que quedó grabado por «las cámaras saliendo del domicilio» de su madre con bolsas porque, según él, «llevó mercadería para esa casa».
Los peritos determinaron que el cadáver de la jubilada fue movido de lugar, una presunta maniobra para montar la escena del crimen.
