La OMS actualizó las formas de transmisión y aceptó que se propaga por aire
Como la OMS expresó que «el virus se puede propagar desde la boca o la nariz de una persona infectada en pequeñas partículas líquidas cuando tose, estornuda, habla, canta o respira», es fundamental usar barbijos.
Como la OMS expresó que «el virus se puede propagar desde la boca o la nariz de una persona infectada en pequeñas partículas líquidas cuando tose, estornuda, habla, canta o respira», es fundamental usar barbijos.
La transmisión del coronavirus a través de los aerosoles, pequeñas gotas que emitimos con tan sólo respirar y que pueden quedar flotando en el aire, fue incorporada con claridad por la Organización Mundial de la Salud (OMS), una demanda de especialistas de todo el mundo que desde hace meses sostienen que se trata de la principal vía de contagio.
La actualización, que se realizó el 30 de abril y por el momento sólo está disponible en la página en inglés (https://www.who.int/news-room/q-a-detail/coronavirus-disease-covid-19-how-is-it-transmitted), señaló que «sabemos que la enfermedad es causada por el virus SARS-CoV-2, que se propaga entre las personas de diferentes formas». Entre estas formas, la OMS describió: «El virus se puede propagar desde la boca o la nariz de una persona infectada en pequeñas partículas líquidas cuando tose, estornuda, habla, canta o respira. Estas partículas varían desde gotitas respiratorias más grandes hasta aerosoles más pequeños».
«La evidencia actual sugiere que el virus se propaga principalmente entre personas que están en contacto cercano entre sí, generalmente dentro de 1 metro (corto alcance). Una persona puede infectarse cuando se inhalan aerosoles o gotitas que contienen el virus o entran en contacto directo con los ojos, la nariz o la boca», indicó. Y añadió: «El virus también se puede propagar en ambientes interiores mal ventilados y/o concurridos, donde las personas tienden a pasar períodos de tiempo más largos. Esto se debe a que los aerosoles permanecen suspendidos en el aire o viajan más de 1 metro (largo alcance)».
Finalmente, el documento recordó que «las personas también pueden infectarse al tocar superficies que han sido contaminadas por el virus al tocarse los ojos, la nariz o la boca sin lavarse las manos». «Es la primera vez que la OMS dice con claridad y en un documento de acceso público el rol de los aerosoles en el contagio, de modo tal que ya no queda lugar a confusión», señaló a Télam el investigador español José Luis Jiménez, uno de los máximos referentes mundiales del tema.
Hasta el momento, y de hecho en la versión en español todavía está así, la OMS sólo había reconocido la posibilidad de transmisión por «aerosoles»‘ pero no dejaba claro la importancia que éstos tenían en la cercanía y seguía diciendo que el contagio era porque las gotículas caían sobre «ojo, nariz o boca». Además, reducía al contagio por aerosoles a «entornos específicos, sobre todo en espacios interiores, abarrotados y mal ventilados» en los que personas infectadas «pasan mucho tiempo con otras, por ejemplo restaurantes, prácticas de coro, clases de gimnasia, clubes nocturnos, oficinas y/o lugares de culto».
«El 28 de marzo del año pasado la OMS había dicho directamente que el virus no iba por el aire y que decir esto era desinformar. Esto llegó a todo el mundo y nunca se manifestaron con la misma firmeza para retractarse; aparecía en algún documento, decían que la ventilación era importante pero no explicaban por qué», señaló Jiménez, profesor de la Universidad de Colorado, Estados Unidos.
Aunque parece una diferencia sutil, el hecho de que la OMS acepte con claridad que el coronavirus se contagia por esta vía tiene consecuencias en las formas de prevención y cuidado para disminuir el riesgo de contagio. «Un ejemplo del impacto de que el mensaje llegue de forma clara: en febrero hablaba con una secretaría de Educación de un país latinoamericano de cara al comienzo de clases que me informaba sobre el protocolo de la presencialidad y los cuidados estaban centrados en la limpieza de las superficies y no tenían nada de ventilación o medición de dióxido de carbono», describió Jiménez. Y añadió: «Y éste fue un problema que atravesó a todo el mundo; se gastaron millonarias cifras en desinfectantes y se le restó importancia a la ventilación y a hacer actividades al aire libre».
En julio de 2020, Jiménez fue parte de los 239 científicos que pidieron con una carta a la OMS que reconociera el papel preponderante que juegan los aerosoles en la pandemia. «Ahora con esta actualización ya no quedan dudas, entonces pues si en una escuela no ventilan, o en un lugar de trabajo, hay una herramienta clara para exigirlo», concluyó.
Jiménez recordó que «decir que el coronavirus se contagia por el aire no es una definición fantasmagórica, no significa que el virus va a viajar kilómetros y va a venir a infectar». «Significa -continuó- que de las personas infectadas sale como un humo invisible que puede contener el virus con capacidad de infectar. Ese humo son los aerosoles respiratorios, son partículas muy pequeñas, invisibles, que se quedan flotando en el aire y que otra persona puede inspirar en dos situaciones: cuando estás muy cerca (sobre todo cuando ambos están sin barbijo) o cuando compartes el aire en una habitación cerrada, porque el espacio cerrado atrapa el aire que esa persona está exhalando».
Fuente: Télam