La historia del Diablito Echeverri, la joya de River que jugaba «en canchitas de tierras»
El crack de 17 años, que viene de romperla en el Sudamericano Sub-17 y es la máxima esperanza de la cantera millonaria, está entre los concentrados y podría hacer su esperado debut contra Vélez. Su humilde infancia, cuando casi no acepta llegar a Núñez, el día que bailó a la Juventus y el inolvidable encuentro con Messi.
Gambeta, desfachatez y coraje son tan solo algunas de las características que describen al diamante en bruto que River espera poder disfrutar un largo tiempo en la Primera, justamente donde esta noche podría debutar con tan solo 17 años. Desde hace tiempo -y eso que todavía es apenas un jovencito- Claudio Echeverri despierta una ilusión con pocos precedentes en Núñez, lugar en el que hasta el día de hoy se enorgullecen de haber trabajado hasta el cansancio para convencerlo de que con apenas edad de Infantiles deje su provincia natal para desplegar su categoría en el Millonario.
Aunque recién por estas horas el Diablito -como lo apodaron por la similitud de su apellido con el del histórico ex futbolista boliviano Marco Antonio Etcheverry- está disfrutando de su primera convocatoria en el plantel superior, sus cualidades ya son por demás conocidas fundamentalmente por que viene de brillar en el Sudamericano Sub-17 con la Selección Argentina y hoy los principales equipos europeos lo tienen en la mira; pero también porque desde que pisó las instalaciones del club con apenas 10 años y recién llegado de Resistencia, Chaco, ya su nombre empezó resonar como nunca por su talento.
Lo que no es tan conocido públicamente son sus comienzos y el cómo se dio su arribo a River. Lo cierto es que su historia futbolera data de muy chico y tuvo sus primeros pasos en las Inferiores del club Deportivo Luján, en Villa Río Negro, en la Liga Chaqueña. “Yo jugaba en mi club de barrio que se llama Deportivo Luján. Ahí jugaba y entrenaba como cualquier chico de acá, en canchitas de tierra, contra otros equipos de la zona”, contó alguna vez Echeverri.
Y rápidamente, como la historia millonaria lo marca, pusieron los ojos en él desde el club para captarlo y así evitar que otro equipo se lo lleve: “Un día nuestro profesor vino y dijo que iba a venir River a probar chicos en Chaco. Vinieron a vernos Claudio Otermín y Daniel Brizuela. Por suerte jugamos bien y cuando terminó el partido hablaron con mi papá, mi mamá y me dijeron cuándo tenía que ir a River. Fue un gran orgullo para mi familia y para mí”.
Pero la realidad es que no fue tan fácil. Para poner en contexto, el Diablito debía dejar su ciudad natal -y familia- siendo apenas un niño para incursionar en su sueño de «llegar a Primera», como alguna vez él mismo lo indicó. En un principio, se mostró reacio a esa posibilidad, y por eso el Millonario tuvo que poner manos a la obra para convencerlo: decidió alquilarle una vivienda a su mamá Rosa y a su papá Domingo para que lo acompañen en Buenos Aires.
La apuesta por aquel niño que deslumbraba con su pie a pie dio sus frutos en un santiamén: en 2017, la categoría 2006 de las infantiles de River estuvo en Venecia disputando el «Venice Champions Trophy», un torneo con clubes de diferentes partes del mundo, y en el encuentro ante Juventus Echeverri se llevó todos los flashes tras una impresionante actuación.
El futbolista que jugaba con la número 8 marcó cuatro goles, de diferente factura, y dio una asistencia en el 6-1 del Millonario, que terminó en el tercer puesto luego de vencer al Lugano de Suiza por 4-1. Fue el primer indicio -público- de lo que podía hacer.
De allí en adelante comenzó a forjarse ese rótulo de «joya» con el que suele catalogarse a los grandes promesas, a base de goles y jugadas en Inferiores que poco tardaron en viralizarse en las redes sociales. Así, finalmente le llegó la convocatoria a la Sub-17 y su posterior explosión en el Sudamericano.
Un dato no menor, antes de aquel torneo: en la preparación para el mismo, el Diablito se sumó a los trabajos ocasionalmente (por una jornada) con los campeones del mundo en el predio de Ezeiza por decisión de Lionel Scaloni. En las imágenes de aquel día inolvidable para el pibe, se ve cómo saluda uno por uno a los futbolistas que venían de alzar la gloria en Qatar. La curiosidad es que luego de darle la mano a Scaloni, el primero que lo recibe es ni más ni menos que Lionel Messi. «Sueño cumplido», escribió en la postal junto a la Pulga que se encuentra fijada en su cuenta de Instagram.
Al regresar del Sudamericano, en el que marcó cinco goles y tres asistencias en ocho partidos, el «10» de la Selección Juvenil recibió el llamado de Demichelis para que se sume a entrenar con la Primera. Y ahora, después de algunas semanas junto al plantel, puede que haya llegado el momento de su ansiado debut: fue convocado ante Vélez y los hinchas sueñan con verlo ingresar.
La millonaria cláusula que River le quiere poner a Claudio Echeverri para blindarlo
Echeverri, de 17 años cumplidos el pasado 2 de enero, tiene contrato firmado hasta fines de 2025 y con una cláusula de 20 millones de euros. Sin embargo, desde el club que preside Jorge Brito quieren aumentarla a más del doble. El rendimineto del talentoso volante ofensivo llamó la atención de todos en el Sudamericano Sub 17 y es por eso que, ante la posibilidad de que se lo vengan a llevar, desde River tienen planeado ponerle una cláusula de 50 millones de euros para que quede definitivamente blindado. Hasta ahora, es una intención y todavía no hubo charlas formales.