La hidrovía se consolida como corredor usado por los narcos
Los especialistas aseguran que el crimen organizado tiende a reciclarse, buscar nuevas modalidades e innovar permanentemente de tal forma que las autoridades, aún con voluntad política, siempre están un paso atrás.
Y eso justamente es lo que está pasando con el narcotráfico que usa la hidrovía Paraná-Paraguay como la ruta perfecta para transportar grandes cantidades de droga con destino a los centros urbanos y al exterior.
Esto se debe a varias razones. Por un lado desde los primeros allanamientos del operativo Sapucay, que dejó en prisión a intendentes, jueces y grandes narcos, la localidad correntina de Itatí perdió relevancia para las bandas.
A su vez gran parte del tránsito de la hidrovía tiene bandera paraguaya. Si bien es cierto que esta ruta se abrió con un fin lícito y aportó al crecimiento del vecino país hoy existen cada vez más casos de narcotráfico y contrabando en barcazas o barcos de carga.
Varias fuentes destacaron que también estas organizaciones piensan en los costos de la logística y hoy la devaluación del dólar hizo que el país se vuelva muy atractivo para poder llegar a Europa.
Es tal la importancia que medios nacionales realizaron una importante cobertura a un procedimiento que se realizó hace pocos meses. Se “desbarató una maniobra de tráfico de marihuana por la hidrovía que culminó con 19 personas detenidas y un cargamento de casi 300 kilos de marihuana que fue trasladado en un buque paraguayo”.
La investigación
En el matutino porteño La Nación indicaron que “desde hacía más de un año, la Justicia Federal seguía sus pasos, cuando usaban otra metodología: avionetas que arrojaban en el norte de Santa Fe la droga como si fuera un bombardeo. Según detectaron el fiscal federal Santiago Marquevich y la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), desde julio pasado esta organización había empezado a usar la hidrovía para trasladar en barco los cargamentos de marihuana”.
El mismo medio destacó que “la caída de la banda que operaba en Itatí, Corrientes, en marzo de 2017, obligó a los narcos paraguayos a utilizar otros canales para la llegada de la droga a la Argentina”.
“Antes los cargamentos de marihuana cruzaban el río Paraná desde Itá Corá, en Paraguay, hacia la localidad correntina de Itatí en canoas y lanchas que no tardaban más de diez minutos en atravesar los 2000 metros de la frontera líquida. Sin embargo, la caída de la organización liderada por Federico Marín, alias Morenita, que funcionaba con un tejido de complicidades que incluyeron del intendente al comisario, gendarmes y prefectos, con ramificaciones hacia el Juzgado Federal de Corrientes, obligó a los narcos paraguayos que proveen la demanda de estupefacientes en nuestro país a realizar operaciones de tráfico de drogas sin intermediarios argentinos, y con una logística más sofisticada y costosa”, exteriorizó el medio.
“El reemplazo de los traficantes locales por narcos paraguayos, que cubren toda la cadena de la circulación de estupefacientes, enciende alarmas por la crisis de seguridad que atraviesa Paraguay, arrinconado por el poder de los grupos criminales brasileños como el Comando Vermelho y el Primer Comando Capital, que están en proceso de expansión, aunque aún no se han detectado células operativas en la Argentina. En los despachos del Ministerio de Seguridad de la Nación se sospecha que, por ahora, nuestro país sirve como territorio propicio para el lavado de dinero y también para la adquisición de armamento, como surge de las dos causas de tráfico de armas que lideraba Román Ragusa desde Buenos Aires y Rosario”, relató el medio.
El gran secuestro
En tanto, La Nación dijo que “el 20 de julio pasado, los investigadores de la Gendarmería, que escuchaban los teléfonos de varios integrantes de la banda, detectaron que venía hacia la Argentina un cargamento de marihuana en el buque Don Juan, de bandera paraguaya, que desde hacía tiempo estaba bajo la lupa de la Secretaría de Nacional Antidrogas (Senad) de Paraguay”.
Por otra parte, un cable de Gendarmería Nacional dio cuenta que “en el kilómetro 706 del Río Paraná, al norte de la localidad entrerriana de Piedras Blancas, se detuvo un buque tipo tanque de bandera paraguaya de 122 metros de eslora y 15 de manga. Conforme a la investigación ese era el vehículo en el que traerían la droga”.
“Mientras se mantenía una vigilancia discreta en el lugar con el empleo de visores nocturnos, se detectó la llegada de una lancha. Los tripulantes del buque paraguayo empezaron a arrojar bultos hacia la pequeña embarcación, hecho que motivó un seguimiento fluvial controlado”, indicó.
“Paralelamente, otra brigada vigilaba una vivienda en Santa Rosa de Calchines, provincia de Santa Fe, sector mencionado como posible destino de la lancha cargada con los bultos. Allí se detuvo a cinco personas y se secuestró una camioneta y un auto”, dijo..
“Arribó la lancha a Santa Fe. Inmediatamente se identificó a los ocupantes de la misma mientras descargaban los bultos y se allanó la casa. Como resultado, se incautaron cinco bolsos que habían sido descargados de la lancha que contenían 275 paquetes, en tanto se revisó el buque en el que viajaban 11 tripulantes”, explicó.