La crítica de Ruggeri a Demichelis y una confesión inesperada: «Soy fanático de River»
El Cabezón aclaró que «le gusta» como entrenador, pero que «falta ese equipo que te llevaba por delante». Además, reveló que pasar de Boca al Millonario «fue la mejor decisión» de su vida.
Oscar Ruggeri es palabra autorizada en el mundo River. Fue titular indiscutido en el equipo que ganó la triple corona entre 1986 y 1987 -Copa Libertadores, Intercontinental e Interamericana- y luego levantó el Mundial con la Selección Argentina liderada por Carlos Salvador Bilardo. Esta vez, decidió adentrarse nuevamente en el universo millonario y le hizo una crítica puntual al elenco comandado por Martín Demichelis, que milita puntero en la Zona A de la Copa de la Liga.
El Cabezón dialogó con La Página Millonaria y, si bien destacó que le gusta su presencia y el armado del cuerpo técnico, recalcó que le está costando armar el once en este 2024. “Me encanta Demichelis y quiero que le vaya muy bien, pero el problema está en que no está encontrando la mitad de la cancha”, señaló.
A su vez, el exdefensor nacido en Corral de Bustos diferenció el rendimiento del primer semestre del 2023, que se consagró campeón del torneo local con tres fechas de anticipación, con el que ahora lucha por un lugar en los cuartos de final del campeonato. “Falta ese River que te llevaba por delante y que podían apretar los delanteros, que no te dejaban salir porque te asfixiaban. Los delanteros no te dejaban tocar la pelota de atrás, la tenías que tirar y dividirla, los defensores jugaban en la mitad la cancha y te presionaban. Me parece que le está faltando eso”, indicó.
Además, notó la unión que hay en el cuerpo técnico a través de los pequeños gestos, como uno que tuvo lugar en la final de la Supercopa Argentina ante Estudiantes, cuando Rodrigo Aliendro anotó un golazo sobre la hora: “Cuando Demichelis gritó el gol en Córdoba, que fue un desahogo normal (NdR: los hinchas le habían gritado previamente que pusiera a los juveniles en cancha de una forma poco amigable y había recibido unos silbidos aislados en el Monumental), Pinola lo abrazó rápido y se lo quiso llevar. Esos detalles valen”, resaltó.
En este sentido, aconsejó al entrenador para que no le vuelva a suceder un conflicto similar al que vivió con Enzo Pérez, que se fue del club en diciembre del año pasado sin ni siquiera mencionarlo en su discurso de despedida. “Tenés que tener las cosas claras para manejar un vestuario. Y necesitás dos o tres tipos adentro que no te tengan que hacer entrar. Si el técnico tiene que abrir la puerta y entrar al vestuario, hay quilombo. Si Demichelis no tiene que entrar, va bien”, reflexionó. En ese famoso off the récord con periodistas cercanos al día a día del club, el DT habría filtrado los nombres de algunos futbolistas que no iban a ser tenidos en cuenta en 2024 y uno de ellos habría sido el mismísimo mendocino.
Contundente confesión de Ruggeri: «Dejé de ser hincha de Boca, ahora soy de River»
El otrora zaguero integró una de las operaciones más importantes de la década del `80. Hundido en una crisis económica severa, Boca realizó un intercambio con River en 1985 que involucró a dos de sus estrellas con las que conservaban deudas contractuales y que habían pedido salir del club por intermedio del representante Guillermo Cóppola: el propio Ruggeri y Ricardo Gareca. Del lado del Millonario, fueron Carlos Chino Tapia y Julio Olarticochea los que cruzaron de vereda. Aquel histórico pase les costó la bronca perpetua del pueblo boquense, que los catalogó de traidores.
Sin embargo, para el Cabezón ese cambio valió oro: “En Boca nos pintábamos los números en la camiseta, no concentrábamos, cada uno iba con su auto, nos encontrábamos una hora y media antes para jugar un partido, era una cosa de locos. En River fue todo lo opuesto”
Pese a que hace algunos años confirmó que de niño era hincha del Xeneize, Ruggeri aclaró que ahora también se pasó de bando en la cuestión sentimental: «Yo soy hincha de River, quiero que le vaya muy bien y quiero que a este presidente le vaya muy bien. Fue la mejor decisión de mi vida venir a acá, estuve tres años y medio y fui feliz. Me dolió cuando me fui a Logroñés (1988). Cuando yo llegué a River me parecía que llegaba a Europa y no me equivoqué”