La compra de medicamentos cayó 8% desde el inicio del año por suba de precios
En forma conjunta con la suba del 2,8% en el precio de los alimentos en este mes, los medicamentos ya aumentaron un 8% desde el 1° de enero -por encima largamente de la inflación- y las compras cayeron en igual porcentaje, debido a que la población no utiliza ocho de cada cien recetas por no poder pagar los valores.
La baja sustancial del 8% en la adquisición de medicamentos también se da en la comparación entre el 2018 y 2017, y no es solamente en las farmacias sino también en las compras mayoristas de los hospitales públicos y clínicas. El presidente del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Capital Federal, Rubén Sajem, señaló a BAE Negocios que si se mide diciembre pasado contra diciembre del 2017, la caída en la venta de las farmacias es del 8,6% (7,14% en el caso de remedios recetados y 12,97%, venta libre). «Un 8% de caída en las compras en farmacias equivale a un millón de unidades menos. Es mucho», consideró Sajem.
En tanto, el secretario general del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos, Marcelo Peretta, afirmó a este medio que el descenso del 8% el año pasado «abarca además de las farmacias, a las instituciones hospitalarias. Contabilizando todas las compras a nivel nacional, existen 3 millones de recetas caídas (que no llegaron a usarse) y 600 millones de dólares menos de facturación, todo en 2018».
Asimismo, Peretta dijo que la venta libre de productos incluye a los supermercados, donde también se notó la baja. «Es evidente que sigue la fiesta. Los aumentos de medicamentos en los últimos tres años llegan al 340 por ciento, contra un 158% de inflación. Están desbocados y es un escándalo», sentenció. Las remarcaciones en este sector se vuelven más elocuentes cuando la comparación es entre diciembre de 2015 y enero de 2019. Peretta detalló que los analgésicos subieron un 733%; ansiolíticos, 705%; antiácidos, 686%; antihipertensivos, 658%; vitamínicos, 642%; y antibióticos, 406 por ciento.
Para completar el cuadro de situación, entre diciembre de 2018 e igual mes de 2017, de acuerdo con la información del Colegio profesional, los vitamínicos (reconstituyentes) se incrementaron un 110%; anticoagulantes, 105%; medicamentos para tiroides, 96%; asma, 77%; diuréticos, 65%; antihipertensivos, 63%, y contra la diabetes, 53 por ciento. En cuanto al segmento de «uso habitual», los analgésicos se dispararon un 75%; antiespasmódicos, 67%; y los anticonceptivos, 54%, entre algunos ejemplos.
Alarma sectorial
El Colegio Oficial de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal expresó en forma reciente que «los farmacéuticos hemos manifestado nuestra preocupación, ya que se podría producir la interrupción de tratamientos de enfermedades crónicas por parte de los pacientes, por dificultades de acceso a los medicamentos por razones económicas».
El secretario general del sindicato analizó que «la irracionalidad de los precios es un grave problema de salud pública. Todo quedó librado al mercado y los grandes laboratorios aumentan lo que quieren. Nadie los controla». Como consecuencia de la recesión económica que provoca una menor compra de medicación, «se agravan los problemas de salud, con un aumento de la mortalidad y obviamente un aumento de las consultas, las internaciones», añadió Peretta.
En diciembre último, un informe sectorial de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) puso énfasis en que la situación actual del mercado argentino «constituye un claro factor de perjuicio para un estrato de la población -en especial adultos mayores- que muchas veces se ven imposibilitados de hacer frente a los incrementos, en un contexto macroeconómico en donde la inflación no da tregua y, en particular, en un entorno en el cual aumentaron notablemente, además, los precios de los servicios públicos y los alimentos».