La carrera tecnológica, el frente de batalla que desnuda el ascenso de China
En la batalla por el liderazgo tecnológico, no hay dudas que uno de los territorios en disputa más inmediatos y urgentes es el control sobre las redes del 5G, el sistema de conectividad que se viene.
Hace décadas que se habla del crecimiento de China como potencia, años que su protagonismo en el comercio internacional es innegable y, ahora, uno de los grandes frentes de batalla que tensan al mundo es la carrera tecnológica, en la que miden fuerzas el ascenso en apariencia imparable del gigante asiático y la resistencia del país aún más poderoso del planeta, Estados Unidos.
En la batalla por el liderazgo tecnológico, no hay dudas que uno de los territorios en disputa más inmediatos y urgentes es el control sobre las redes del 5G, el sistema de conectividad que se viene y que, con la pandemia y el mayor encierro, confirmó su valor estratégico y vital.
«El 5G permite aumentar muchísimo la cantidad de información que circula y la cantidad de dispositivos que se conectan a esa tecnología. Con eso se permite desarrollar lo que se conoce como la Internet de las Cosas, conectar todos los aparatos a internet. Ahora existe un límite con respecto a la cantidad de cosas que se pueden conectar», explicó a Télam Esteban Magnani, exdirector de Medios Audiovisuales y Digitales de la Universidad Nacional de Rafaela y magister en Medios y Comunicación de la London University.
«Si uno tiene 5G ya se puede empezar a conectar, no solo dispositivos digitales como un smart TV, un teléfono, una computadora, sino también una cafetera, la heladera, el cepillo de dientes, las cortinas, el termostato, la calefacción y, especialmente, los autos autónomos que van a necesitar conexión confiable y permanente», agregó.
Existen solo cinco empresas en el mundo que ofrecen el hardware de radio 5G y los sistemas completos para que cada país pueda instalar esa nueva tecnología: Huawei (China), Ericsson (Suecia), Nokia (Finlandia), Samsung (Corea) y ZTE (China)
Esta conectividad tiene el potencial de simplificar infinidad de tareas diarias y hasta habilitar nuevas para muchas personas. Además, es un mercado millonario. Pero la lucha que lanzó EEUU para frenar el avance de proveedores chinos de 5G en el mundo, especialmente el gigante Huawei, demuestra que el valor de esta tecnología es otro.
Magnani destaca dos cuestiones. Por un lado, «esta tecnología multiplica enormemente la cantidad de datos disponibles y el que maneja el hardware del sistema tiene la posibilidad de acceder a esa información», lo que abre la puerta a espionaje industrial o de desarrollos científicos; y por otro lado, «esta cantidad de datos sirve para alimentar aún más la inteligencia artificial».
«Quien domine el 5G, también va a ser quien tenga más posibilidades de desarrollar inteligencia artificial, que parece ser el gran desarrollo tecnológico que va a afectar a todos los otros desarrollos», concluyó el analista.
Actualmente existen solo cinco empresas en el mundo que ofrecen el hardware -es decir, el conjunto de elementos físicos o materiales- de radio 5G y los sistemas completos para que cada país pueda instalar esa nueva tecnología: Huawei (China), Ericsson (Suecia), Nokia (Finlandia), Samsung (Corea) y ZTE (China).
Hay empresas norteamericanas que producen los chips para el 5G y que están desarrollando la instalación de redes para competir, pero EEUU llegó tarde y ahora solo le queda apoyar a sus aliados europeos y coreanos
Hay empresas norteamericanas que producen los chips para el 5G y que están desarrollando la instalación de redes para competir, pero EEUU llegó tarde y ahora solo le queda apoyar a sus aliados europeos y coreanos.
«En los últimos 40 años, EEUU liberó a las empresas para que vayan a invertir a Asia. No creo que EEUU no tenga capacidad tecnológica, lo que no tiene es la capacidad de estandarizar, de instalar un sistema en el mundo, el hardware. En realidad, ese es el modo norteamericano de producir, la estandarización de la tecnología la inventaron ellos, pero vemos que con algunas cosas la perdieron, probablemente por su apuesta a debilitar a las clases trabajadoras europeas y estadounidenses, apostando por una globalización desde los 70», explicó a Télam Eduardo Crespo, doctor en Economía de la Universidad Federal de Rio de Janeiro y profesor en esa institución y en la Universidad Nacional de Moreno en Argentina.
Hace casi un año, en medio de la guerra comercial declarada por Donald Trump, el primer ministro británico Boris Johnson sacudió con una decisión: prohibió a todas las empresas de telecomunicaciones que operan en el Reino Unido comprar equipos de Huawei para desplegar sus redes de 5G y ordenó desmantelar los ya instalados.
Hoy son ocho los países que tomaron esta decisión junto con EEUU y todos son aliados cercanos y comparten su preocupación por el avance chino, como Australia, Japón y Taiwán. Pero también hay muchos aliados estadounidenses que no han cedido.
Empresas norteamericanas producen los chips para el 5G
En los últimos años, funcionarios estadounidenses han advertido una y otra vez a Gobiernos amigos -desde Alemania hasta un socio más incondicional como el Brasil de Jair Bolsonaro- que «habrá consecuencias» si firman un acuerdo con Huawei. Aún con la llegada de Joe Biden al poder, las presiones continuaron, aunque los modos se volvieron más diplomáticos.
El gran problema que tiene EEUU para convencerlos es que no ofrece nada ni siquiera similar a lo que ofrece China.
«El Estado chino te financia esos proyectos, entonces es muy difícil competir con eso. Si querés entrar una instalación de 5G en la Argentina y tenés que negociar con Ericsson, tenés que tener un montón de plata. En cambio, los chinos te dicen, te lo instalo y lo vas pagando a 20 años. El financiamiento empieza a jugar también», explicó Maganani, a modo de ejemplo.
Para Crespo, EEUU tiene la capacidad de disputar estos beneficios que ofrece China, si decidiera hacerlo.
«No veo por qué EEUU no podría competir en la capacidad de financiamiento a China: emiten dólares y tienen el sistema financiero más poderoso del mundo. Justamente ese es su gran potencial, es en el plano financiero donde no rivaliza con nadie. La pregunta es: ¿por qué no lo hace?»
En cambio, «EEUU presenta una competencia más del tipo política», agregó y advirtió: «Pero si no rivalizás en serio en el plano comercial y financiero, llevás las de perder.»
Esta es apenas una de las carreras tecnológicas que hoy marcan la tensión de un proceso de ascenso de China y gradual declive de EEUU que lleva años: inteligencia artificial, el control del espacio, armas y energías renovables, entre otras.
«Ahí tenés otro ejemplo: la tecnología de energías renovables se desarrolló en un comienzo en EEUU, pero ahora los chinos son los que lideran los paneles solares, los generadores eólicos», destacó Magnani, mientras que Crespo se concentró en un dato imposible de minimizar al comparar a las dos potencias: la escala.
«En Asia, tenés más de la mitad de la población del planeta. -destacó- Sin dudas, EEUU compite con China, pero no veo cómo pueda revertir la tendencia asiática, por una cuestión de escala y de organización».