La Cabalgata de la Fe que comenzó ayer por la noche, avanza a paso firme y solo restan las últimas horas.
El frío no hizo mella en el ánimo de los jinetes que entre charlas, mates y anécdotas van cumpliendo un año más con tremenda tradición.
En la imagen, Gustavo en compañía de Julio, cabalgador experimentado, compartiendo una de las paradas analizando si se llega o no.