Julieta Poggio hizo una declaración subida de tono sobre su novio y Romina la frenó en seco: «Te está escuchando tu suegra»
La modelo no puede esperar hasta salir de la casa de Gran Hermano para poder tener un romántico reencuentro con Lucca Bardelli.
Hace casi 5 meses que Julieta Poggio no ve a su novio, Lucca Bardelli, y lo extraña todos los días desde que entró a la casa de Gran Hermano. La modelo está hace bastante tiempo en pareja y fue la única participante de esta edición que entró al reality con un compromiso, siendo que todos los demás hermanitos ingresaron solteros y algunos, hasta formaron pareja dentro del mismo programa.
Pero no todo fue color de rosas dentro de la casa para Julieta, quien varias veces recibió gritos del exterior que le desestabilizaron completamente. Afuera hubo varios rumores de infidelidad por parte de Lucca que llegaron a oídos de la modelo. Pese a esto, «Disney» sigue confiando plenamente en su pareja y día a día, le cuenta a Romina todos los planes que tiene con él para cuando termine el reality.
«Ya lo vas a ver a Lucca», le dijo Romina, emocionada mientras estaban tiradas en el jardín. «Cuando salga me quiero ir para su casa directamente. No quiero ni ir a mi casa», deslizó la modelo. «¿Por qué a tu casa no?», le preguntó la exdiputada.
«Porque quiero hacerlo ahí en su casa», confesó la modelo. Entre risas, Romina le advirtió: «Juli, te está escuchando tu suegra». Acto seguido, le hizo una recomendación de amiga: «Vayan a un hotel pero no un hotel de esos donde van a hacer esas cosas… A un hotel lindo, que puedan desayunar».
«No voy a aguantar las ganas hasta ir a un hotel», disparó Julieta, pícara. «Ay, Juli, ¡pará! Hacé las cosas bien. Van a algún hotel lindo, no tenés que reservar. Hay un montón. Vayan, pasan, cenen. No vayan directamente a eso… Es más lindo eso, yo qué sé. Al otro día se levantan y se van», le dijo la exdiputada.
«Igual el telo es igual, te dan desayuno», aclaró Julieta y Romina opinó: «No es lo mismo, no me gusta a mí». «Está muy bueno porque no es como un hotel, es más divertido. Tenés el jacuzzi, esos botoncitos para controlar todo, podés poner la música fuerte en toda la habitación. Al último que fuimos tenía la pantalla gigante, parecía un cine», detalló la actriz.
«Aparte otra… No te subas al auto y quieras ahí en el auto porque sino se pierde la emoción. Ya te conozco, te ponés arriba de Lucca y no lo dejás manejar», fue el último consejo de Romina.