Deportes

Juega junto a su ídolo, con el DT que lo formó y en el club que ama: la historia de Fabricio Spagnoli en Sarmiento

El comienzo en la segunda categoría del básquet argentino no fue el mejor para el club decano, por la derrota y por lesiones que castigan al equipo. Pero corriendo la cortina del gran espectáculo, hay una historia para conocer más allá de lo deportivo y de las exigencias de esta competencia de elite.

Fabricio Spagnoli vive días especiales en los que se entremezclan la adrenalina de una competencia profesional, de elite, con las emociones de jugar junto a un ídolo a que admira desde muy chico y junto a personas que lo formaron, como su entrenador y su hermano. El miércoles, vistiendo la camiseta con el N° 8, debutó con Sarmiento de Resistencia en la Liga Argentina 2022-23, la segunda categoría del básquet argentino. Para él, con sólo 21 años, es su segunda experiencia en este nivel del deporte, ya que la anterior, si bien era juvenil, fue la temporada 2018-19 vistiendo los colores de Hindú Club.

Ni la lesión que lo condicionó desde el comienzo, en ese primer partido, logró eclipsar toda la felicidad que siente cuando describe este momento: jugar junto a Mauro Coronel, su ídolo, el gran capitán según lo define, y ser dirigido por Eric Rovner, el entrenador que le dio la oportunidad de iniciar el camino rumbo al profesionalismo. Como plus, en el cuerpo técnico decano también está su hermano, Pablo Spagnoli, que es el asistente técnico estadístico.

“Me resulta casi imposible no disfrutar todo esto, por más que me haya lesionado”, cuenta Fabricio en un extenso diálogo. Y celebra: “Estoy en Resistencia, en el club que me formó y que amo, tengo a toda mi familia viéndome jugar, mi hermano es parte del cuerpo técnico, mucha gente fue a la cancha a alentarnos, y se está haciendo un gran esfuerzo. Es un lindo básquet, viene gente de afuera a ver, vienen jugadores americanos a integrar los equipos, se juega en un alto nivel, es un espectáculo hermoso para la ciudad y estoy contento de poder ser parte de todo esto”.

 

De verlo jugar a compartir un equipo

Un ídolo es un modelo que genera admiración. El deporte está plagado de ellos. Pero no siempre es habitual jugar en un mismo equipo, justamente, con un ídolo. Es lo que le pasa a Fabricio, cuando cuenta cómo empezó su admiración hacia Mauro Coronel y cómo vive este momento en Sarmiento, compartiendo el plantel profesional.

“Desde chico, cuando yo era Mini, lo veía jugar en la Selección de Mayores de Chaco junto a “Junior” y Martín Cequeira, sus primos. Para mí, ellos tres eran lo máximo. Con el primero que tuve la posibilidad de jugar fue con Martín, en Hindú Club (Liga Argentina 2018-19). Justo en ese año, cuando cumplí 17 años, me convocaron a la Selección de Mayores de Chaco. Ahí me tocó compartir un equipo por primera vez con Mauro. Me recibió de la mejor manera, me ayudó a adaptarme al grupo. Es increíble lo que aporta al grupo, sin ninguna obligación siempre está con optimismo, es muy capitán”, describe Spagnoli.

De hecho, recordó que en Sarmiento desde hace tres temporadas, Coronel es capitán de los equipos que sucesivamente jugaron el Torneo Pre Federal, la Liga Federal y ahora la Liga Argentina de Básquet. “Compartimos todas esas competencias y diría que nos hicimos amigos. El respeto siempre está, es hermoso seguir compartiendo todo esto con él. Yo lo que más quería es que él pudiera jugar esta Liga Argentina, porque él pertenece a esta categoría”, destacó.

Ese lado humano que Spagnoli destaca de Coronel con especial énfasis, se complementa con el costado de un gran deportista: “Es siempre el primero dispuesto a entrenar. Muchas veces, en otros años, estando él sin cobrar era el primero que quería entrenar. Y siempre trató de inculcarnos la importancia de estar unidos, porque si al equipo le va bien, a nosotros personalmente nos va a ir bien”.

 

Una buena escuela

Con Eric Rovner la historia se remonta al Club Regatas Resistencia, cuando lo dirigió en la categoría U13. Pero también recuerda que fue entrenador de su hermano Pablo durante varios años.

“Eric formó y dirigió a una camada de jugadores que hoy juegan casi todos profesionalmente. Siempre tuvo la misma filosofía. Tiene algo especial porque saca lo máximo de cada jugador. Brinda mucha confianza. Conmigo siempre fue muy positivo. Siempre apuesta por los chicos y la gente de acá, cuando hay muchos entrenadores que no se juegan por los más chicos”, valoró Spagnoli.

Mucho tuvo que ver Rovner –y también Coronel- en que, teniendo varias ofertas y estando a horas de cerrar el vínculo con otro equipo, Fabricio se quedara en Sarmiento para esta Liga Argentina: “Estaba firme una oferta de Gimnasia de La Plata, cuando Eric me llamó y me pidió que esperara un último día. Me jugué por decirle que no a Gimnasia, y al otro día, me llamó Eric para decirme que Sarmiento estaba adentro, varias semanas antes de conocerse públicamente la noticia de que íbamos a jugar la Liga”.

 

La lesión en el debut

Habían pasado 6 minutos del primer cuarto cuando, tras un ataque en que gira para convertir, en la caída Fabricio sintió un tirón en la parte baja de la espalda, del lado derecho, ya que todo el peso del cuerpo fue sobre una de sus piernas. Ese dolor lo obligó a salir del rectángulo de juego durante varios minutos, y logró volver tras una infiltración.

“El año pasado tuve una lesión en el ciático, y tuve miedo por eso, era una lesión muy fea y este dolor era parecido”, contó.

De acuerdo al diagnóstico dado por los especialistas, se trata de una lumbalgia aguda. “El dolor está controlado con medicación. Me recomendaron hacer reposo por hoy. Y mañana a la mañana haré algunos movimientos y por la noche ver si estoy apto para jugar (versus Barrio Parque), pero la idea es no forzar mucho porque es un torneo largo y recién vamos por la segunda fecha”, resaltó, pensando además en que después del partido de este viernes, el equipo debe emprender una gira con viaje previsto para el domingo.

 

Jugador de rol, con un plus de energía

Definir su función en este Sarmiento 2022-23 es hablar sobre sus capacidades como jugador de rol, con una gran capacidad de adaptación y sin encasillarse en lo que naturalmente hace un alero o un interno. “En el juego de este equipo, el entrenador me da mucha libertad, me pide que me adapte a cada situación”, explicó Spagnoli, y contó cómo se siente más cómodo: “Corriendo la cancha y aportando energía. Me gusta correr con la cancha abierta con mucho espacio, poder usar las piernas y mi físico para chocar un poco”.

Sobre el partido del debut, versus Colón, sin que sea justificación por la derrota, recordó que la semana previa hubo varios jugadores lesionados, lo que significó que los entrenamientos estuvieran acotados. “Charlie (Daniels, el pivot extranjero) tuvo que jugar todo el partido con un tobillo inflamado, Nacho (González Iriarte) con un microdesgarro en el aductor y Marquel (Wiggins) salió en camilla. Teníamos otro plan de juego en ataque, con un juego ordenado y rápido, siempre buscando al mejor ubicado en la cancha, pero las circunstancias no se dieron porque tuvimos que poner un corazón extra y cumplir otros roles. Al tener dos fichas mayores menos, se hace un equipo muy corto”, relató.

“Perdimos el primer partido, pero todos entendimos el contexto en el que pasó. Tenemos que conocernos un poco más, empezar a buscar la pelota más en el poste bajo, con más responsabilidades del pivot, asegurar más goles al lado del aro que erramos. En defensa, seguimos hasta cierto punto el plan de juego, pero adelante no tuvimos claridad. Sacamos sólo corazón y garra. Eso tenemos que mejorar y lo sabemos”, explicó.

En un análisis más general de la competencia, el joven jugador marcó: “Aspiramos a poder adaptarnos a la Liga, a encontrarnos como equipo. Hoy, los más jóvenes tenemos que aprovechar porque nos están dando minutos y dejan que nos mostremos”. “Como equipo tenemos mucho por trabajar, y me da tranquilidad saber que nos faltan dos fichas por rellenar y con eso vamos a ser un equipo más largo. Así vamos a poder llegar mejor a la etapa final porque físicamente es muy exigente esta Liga”, resaltó.

 

Varios clubes, un amor

Si bien asegura que prácticamente nació picando una pelota de básquet, por tradición familiar, lo cierto es que todo comenzó en Villa San Martín cuando inició las prácticas en la categoría Premini. “Pero cuando estaba en Mini (ya en Regatas Resistencia), me empezó a gustar y me cambié a squash. Dejé el básquet. Cuando tenía que pasar a U13 me dijeron que tenía que elegir un deporte, porque los tiempos no me daban para los dos. Y opté por el básquet”, recordó.

Fue en el club remero, en U13 cuando lo dirigió Rovner. Y, tras dos años y un paso por la Selección de Chaco, junto al entrenador desembarcó en Sarmiento, donde empezó en la categoría U15. “Mi hermano jugaba en Sarmiento. Él siempre fue mi entrenador, el que me mostró el camino para comenzar a entrenar como profesional y con un objetivo planteado”, destacó.

Con el club decano, tras lograr el subcampeonato, ascendieron al Torneo Federal, pero en una época con una organización diferente a la actual. “La idea era siempre seguir en Sarmiento, pero no había presupuesto. Yo esperé hasta último momento, pero me fui a Hindú. Al final, a las pocas semanas, finalmente Sarmiento decidió jugar”, relató.

En Hindú, y como juvenil, Spagnoli jugó su primera Liga Argentina en la temporada 2018-19, con un equipo lleno de jugadores de gran experiencia. “Me mostraron el camino del profesionalismo, eran muchos nombres importantes. Me enseñaron mucho, me apoyaron, me contuvieron. Fue una experiencia hermosa que no quería que termine más”, ponderó, recordando en especial a Cristian “Kily” Romero y a quien fue una suerte de padrino, Pablo Fernández. También a Santiago Ferreyra, el base cordobés que juega hoy en San Martín de Corrientes y con quien mantiene una relación de amistad y cercanía.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.