Jueces opositores, perseguidos, denuncian a Maduro y diputados que los nombraron admiten «miedo»
Los 33 jueces del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela designados en julio pasado por la mayoría opositora del parlamento están presos, exiliados, refugiados en embajadas extranjeras o en la clandestinidad, desde donde buscan denunciar internacionalmente al gobierno del presidente Nicolás Maduro, y los diputados que los nombraron admiten que tienen «miedo» a represalias del oficialismo.
«Esta persecución a los magistrados evidencia que en Venezuela pasamos de una democracia signada por el autoritarismo a un régimen con claros visos dictatoriales», afirmó la diputada opositora y abogada Tamara Adrián.
«Nosotros cumplimos con lo establecido en la Constitución y designamos a los magistrados; era una deuda que teníamos con el país», explicó Adrián, en conversación con Télam.
Esos 33 jueces -13 titulares y 20 suplentes- fueron nombrados para reemplazar a los designados en diciembre de 2015 por la entonces mayoría chavista saliente de la Asamblea Nacional (AN, parlamento) en un procedimiento que la oposición juzgó irregular.