Investigadores de UNNE colaboraron en estudio internacional sobre descomposición de madera y aporte de carbono al ambiente
Un estudio internacional, publicado por la revista “Nature”, analizó la contribución de los insectos a la descomposición de la madera muerta y a la liberación del carbono al ambiente, con ensayos en madera de 55 sitios boscosos y 6 continentes. Desde la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Nordeste colaboraron en experimentos con especies nativas de la región.
Se trata del trabajo “La contribución de los insectos a la descomposición de la madera muerta del bosque mundial”, un proyecto internacional por el que se realizó un experimento de campo de descomposición de madera de distintos ecosistemas del mundo. El objetivo del trabajo fue para determinar en qué magnitud los insectos influyen en la descomposición de la madera y que el carbono de la madera pase al medio ambiente.
Los resultados del estudio fueron publicados en la Revista Nature, una de las más prestigiosas revistas científicas a nivel mundial.
El trabajo fue realizado por investigadores de la Universidad Técnica de Munich, con la participación de investigadores de diversas partes del mundo, incluido el “Grupo de Investigación de Energías Renovables” (GIDER) que funciona en el Departamento de Termodinámica y Maquinas Térmicas de la Facultad de Ingeniería de la UNNE. La colaboración desde la UNNE consistió en ensayos de secado de madera en descomposición de especies nativas de bosques de la región.
El ingeniero Pablo Martina y la licenciada Raquel Aeberhard, quienes participaron por la UNNE, destacaron la posibilidad de integrar una iniciativa de notoria relevancia actual, y que además fue posible gracias a la inserción previa lograda por el GIDER en el trabajo en red con investigadores de otros países.
Sobre la participación en el proyecto, detallaron que los ensayos realizados por la UNNE consistieron en dejar al aire libre sometidos a los insectos y al ambiente grupos de maderas de especies nativas, previamente pesadas. Las maderas fueron colocadas en un campo cerca de la zona de Antequera, Chaco, perteneciente a Bodo Von Rentzell.
Luego de 3 semanas al aire libre, las maderas se secaban a 45°C (para no dañar el ADN) y posteriormente se pesaban.
Los resultados fueron enviados a Alemania al equipo de la Universidad Técnica de Munich, integrado por Sebastián Seibold, Werner Rammer y Jorg Muller.
“Para nuestro grupo fue importante la colaboración realizada, que sustenta la posibilidad de continuar con esa línea de abordaje dentro de las actividades del GIDER” indicó el ingeniero