Independiente no pasó sobresaltos, volvió a ganar y se metió en la semifinal
La victoria del conjunto de Avellaneda llegó en el segundo tiempo por sendas conquistas de dos ex delanteros titulares en Boca Juniors como Juan Manuel Martínez y Emanuel Gigliotti, a los que volvió a tener en cuenta el técnico Ariel Holan en el equipo alternativo que presentó ante los paraguayos.
El resultado del cotejo de ida condicionó a priori la revancha, pero Independiente jugó sin especular, aunque liberado de la urgencia del resultado, aun con variantes desarrolló todo el fútbol que le inculca su entrenador, lo que levantó a los hinchas que colmaron el Libertadores de América como hacía mucho tiempo no ocurría, aplaudiendo y cantando «oles» simultáneamente cuando la posesión se prolongaba en sucesivos pases de estilo «barcelonista».
Y si bien esto no se plasmó en la red en la etapa inicial, cuando el «Burrito» Martínez abrió la cuenta a los seis minutos del complemento todo se volvió de color rojo, transformándose en una noche ideal con todos los condimentos saludables.
Es que el segundo tanto, que llegó pasados los 20 minutos, se concretó tras una decena de toques de primera y una precisa definición del «Puma» Gigliotti, que era quien más necesitaba convertir después del prolongado tiempo que estuvo afuera por lesión.
Desde esa conquista hasta el final todo fue un festival mancomunado entre los jugadores y los hinchas, que disfrutaron de una noche «como las de antes», quizá como las de un lejano ya 2010 cuando el equipo de Avellaneda se consagró campeón de este mismo certamen con Antonio Mohamed como entrenador.
Mientras tanto la visita, que llegó con cuatro cambios respecto del primer partido, pese al resultado adverso no hizo nada por arrimarse en el marcador, aun cuando en el primer tiempo Independiente dio la sensación de que nunca apretó el acelerador.
Sin embargo, a pesar de eso, en los 45 minutos iniciales tampoco hubo puntos bajos en Independiente contra un equipo que no tenía puntos altos.
El segundo tiempo, como queda dicho, fue otra cosa, porque Independiente fue «el de Holan», con todo ese repertorio que no abunda en el fútbol argentino, salvo en honrosas excepciones como los casos de Lanús o Talleres, de Córdoba, por citar un par de estilos similares de juego.
El «paladar negro» estuvo a pedir de los hinchas que ya empezaron a pensar en Libertad, lo mismo que los futbolistas, aunque el presidente Hugo Moyano haya asegurado antes del encuentro que le hubiese «gustado jugar la semifinal con Racing», que justamente quedó eliminado anoche a manos de Libertad.
Si así hubiese sido, Independiente tendría que haber definido esa serie en el «Cilindro», mientras que con Libertad lo hará de local, aunque en el caso de acceder a la final, sí le tocará cerrar como visitante.
Pero Independiente arrancó esta temporada con cuatro opciones de ir a la Libertadores 2018 (ya está clasificado para la Sudamericana del año próximo) y una a una se le fueron cayendo, hasta quedar ahora la última, la definitiva: si no gana este torneo, el «Rey de Copas» no estará desde febrero en la máxima cita interclubes del continente.
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