Gubernamentales

Hace 47 años que el Ispea reclama edificio propio

Es inevitable que el ciudadano de Resistencia este cansado de los cortes de calles, todos los días se cruza con uno en cualquier punto. La mayoría de las veces son los mismos grupos sociales reclamando por la asistencia del Estado, que eso no es materia de juzgamiento en esta nota.

Se esta tan acostumbrado a esos piquetes que cuando un grupo de personas se manifiesta en la calle no se los escucha. Pero este reclamo es sumamente importante, y necesario que la sociedad y las autoridades lo escuchen. Hace 47 años que alumnos, docentes, padres y personal del Instituto Superior de Enseñanza Artística (ISPEA) Danza y Teatro ‘María Angélica Pellegrini’ luchan por su edificio propio o simplemente tener un lugar adecuado para poder realizar sus actividades.

Esta institución pertenece al Ministerio de Educación. En avenida Castelli 62, una casa vieja, refaccionada y alquilada, funciona la única escuela de danza y teatro de la provincia, incluso de la región. Allí se dictan la carrera de Nivel Básico de Bailarín intérprete de Danza Clásica y Contemporánea. Asimismo, en Nivel Superior, tiene las siguientes ofertas: Profesorado de Educación Superior en Danza orientación Danza Clásica; Tecnicatura Superior de Educación Artística en Danza Clásica y Danza Contemporánea; Profesorado de Educación Superior en Danza orientación Danzas Folclóricas Argentinas; Tecnicatura Superior de Educación Artística en Danzas Folclóricas Argentinas y Tango; Profesorado de Educación Superior en Expresión Corporal; Profesorado de Educación Superior en Tango y Tecnicatura Superior de Educación Artística en Teatro.

PEORES CONDICIONES
Recorrer las instalaciones del Ispea realmente resulta triste, hasta provoca enojo en las condiciones que los futuros profesores de enseñanzas artísticas se están formando. Aulas donde tienen que entrar más de 30 personas y se tienen que dividir en grupos para poder dictar una sola materia, espejos rotos donde ensayan niñas pequeñas y pueden lastimarse, pisos no adecuados para zapateo, cocinas que funcionan como aulas y oficinas que también son parte de la biblioteca. Biblioteca que fue armada por los propios alumnos y quienes fueron docentes que regalan las fotocopias de los materiales.

Las condiciones de los baños son críticas, tienen dos baños para una matrícula de más de dos mil alumnos. Aunque desde la rectoría mandaron a construir un baño pequeño para que solo utilicen las alumnas más pequeñas. El área de infraestructura del Ministerio de Educación mando a reparar algunos pisos de madera, que cabe destacar que fueron colocados a través del esfuerzo de padres y docentes, a pintar algunas zonas donde la humedad percutió la pared y colocar aires acondicionados. Luego de años de reclamo, fue todo el trabajo que hicieron desde el gobierno provincial.

TEMOR POR REPRESALIAS

Parece increíble que la presencia de un medio haga sonar los teléfonos. En lo que duro la nota el celular de la rectora ha sonado varias veces y era desde el Ministerio. Resultó inevitable consultar si tenían miedo, y la respuesta fue “sí”. “A mí me han llamado la atención por el reclamo, porque los alumnos están en la calle. Yo entiendo que no es la mejor manera, pero no nos escuchan” explicó Cecilia, la rectora del Ispea.

Además de la rectora, también estaba una docente forma parte del grupo de padres que acompañan esta lucha. En ella también se notaba el temor porque al final de todo están poniendo en riesgo su propio trabajo. El que no tiene miedo de reclamar, y de levantar la voz de todos es Gastón, alumno y presidente del Centro de Estudiantes.

¿Dónde están los 27 millones?
En julio del 2017, Daniel Farías estaba a cargo de la cartera educacional, y presidió el acto de apertura de sobres de la licitación pública nacional para la construcción del edificio del Ispea. Esta obra iba a ser financiada por el Programa de Desarrollo de Recursos Físicos Educativos, con recursos de la Corporación Andina de Fomento (CAF) contrato de préstamo a la Nación Nº 7908, y que implicaba una inversión de 27.619.700 de pesos. Estaba previsto que el edificio propio se asentara en el predio ubicado sobre calle Dr. Evaristo Ramírez, entre las avenidas Carlos Piacentini y Castelli. Cabe resaltar también que funcionarios nacionales se han acercado a charlar para que la construcción del Ispea esté previsto dentro de las 700 escuelas que albergaba el Plan Belgrano. Pero como todo, quedó en promesas.

EL PROYECTO DE OBRA
El proyecto de obra arquitectónica contaba con un sector pedagógico compuesto por cuatro salones de expresiones artísticas varias, tres aulas comunes, una Biblioteca con su respectiva expansión; un sector administrativo o de gestión: una rectoría, secretaría, sala de profesores, bedelía, entre otros; un sector de servicio u apoyo que lo constituyen los núcleos sanitarios y vestuarios ambos divididos por sexo, femeninos y masculinos; un bar cantina, un local para librería y fotocopiadora. Todos estos sectores interconectados por galerías al hall de acceso del establecimiento y a un patio central. El edificio ocupará una superficie cubierta de 1543 m2. ¿Cuál fue el final de todo esto? Ni siquiera apareció, a dos años, el cartel proyecto de construcción.

ENFRENTAMIENTO ENTRE INSTITUCIONES
Los alumnos cortaron la calle, bailaron, y protestaron por ello. Los estudiantes, con el apoyo de docentes y padres se organizaron e hicieron escuchar su reclamo porque ya entregaron varias notas a las autoridades provinciales pero las respuestas nunca llegaron. Incluso, el presidente del Centro de Estudiantes del Ispea, Gastón Pelozo, contó que le ha entregado en manos a la ministra Mosqueda las cartas de reclamo y nunca recibió nada favorable.

Muchos dicen que el que no exista una respuesta, ya es una y en este caso hasta la misma rectora de la institución lo explica. “No responden, y nosotros tenemos una resolución que mandaron desde el Ministerio de Educación que indica que nos cedieron un lugar, pero está usurpado por una institución deportiva, es la del Club Villa Itatí, con la que nos hacen enfrentar”, comentó Cecilia Silgueiro. “Quedamos en el medio de las indefiniciones y nos hacen enfrentar con ellos, y sabemos que no tienen la culpa.

Desde el Ministerio nos dicen que ese lugar es nuestro, pero el Club dice que fue cedido el espacio en un comodato que todavía nadie nos mostró”, dice la rectora y resaltó el pedido para que “el Estado solucione ese problema y que nos den ese lugar u otro para que empiece la construcción del Ispea”, demandó.

Fuente: Diario Norte.

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