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Grieta, discursos de odio y culpa a la deuda con el FMI: la última cadena de Alberto Fernández

El presidente saliente hizo un resumen de su gestión y reconoció algunas fallas de su gobierno. «Siento pesar por no haber podido concretar todo lo que nos propusimos hacer», sostuvo.

En su último día de gobierno, Alberto Fernández dio un discurso de media hora desde la Casa Rosada en cadena nacional, en el que analizó su gestión, admitió los errores de su gestión y resaltó sus logros.

«Entrego el gobierno cuarenta años después (de la vuelta de la democracia), en las vísperas de un nuevo traspaso presidencial. En la última jornada del mandato presidencial con el que la ciudadanía me distinguió, quiero repasar algunos hitos de estos años».

«Quiero compartir los aciertos, reflexionar sobre aquello que erramos y decirle a los que nos sucederán cuál es el estado del Estado que van a recibir y agradecer el esfuerzo, el sacrificio, la generosidad de tantos y tantas que no bajaron sus brazos».

ERRORES

«No hemos logrado resolver una matriz económica sólida que permita el acceso a una vida digna para todos y todas. Ampliamos derechos pero faltan. Pusimos la justicia social como horizonte pero no la alcanzamos. Asumí el gobierno en 2019 en una situación calamitosa, dejada por el gobierno que me precedió. Una deuda que nos comprometía y nos compromete por varias generaciones».

«No puedo negar que tengo sensaciones encontradas, siento satisfacción con todo lo hecho y construido, con los avances que hemos logrado en muchas áreas. Pero siento pesar por no haber podido concretar todo lo que nos propusimos hacer, lo que faltó hacer, lo que nos impidieron hacer, lo que no debimos hacer o lo que debimos haber hecho de otro modo. Sé que en todo tengo responsabilidad, aún cuando fue singular el contexto que nos tocó gobernar. No estoy aquí para cargar culpas en otros».

DIÁLOGO Y FIN DE LA GRIETA

«Entrego el gobierno en paz, hemos custodiado las instituciones de la democracia con convicción y compromiso. Lo hemos hecho de la mano de este pueblo de la Nación argentina, que ha sabido demostrar en las circunstancias más adversas que conoce la dimensión exacta de lo que ha costado esta institucionalidad».

«En este momento del mundo, donde los discursos de odio y la confrontación degradan cualquier debate, deshumanizan la convivencia y espiralizan la violencia y la incertidumbre, quienes ocupamos lugares públicos tenemos la obligación de estar serenos y recuperar el diálogo. Si algo me reprocho es el no haber sido capaz de terminar con la grieta que nos separa y nos enfrenta. He aprendido que para cerrar la grieta no hace falta someter al otro. Lo que hace falta es caminar junto al otro, profundizar los acuerdos y minimizar las diferencias».

DEUDA CON EL FMI

«En estos cuatro años hemos sufrido los efectos de una deuda que irresponsablemente tomó el gobierno que me precedió. Esa es la principal causa de nuestra crisis social y económica».

«De esa deuda tomada irregularmente no ha quedado en Argentina un solo dólar. Esos dólares tomados por el macrismo no sirvieron ni para fundar escuelas, hospitales o para crear rutas. Todo se ha fugado especulativamente».

CUENTAS NACIONALES

«Hace apenas una semana transferimos 230 mil millones de pesos a las provincias para el pago de sueldos y aguinaldos. El gobierno entrante encontrará en la caja del Estado nacional más de un billón de pesos. La ciudadanía merece saberlo».

BALANCE

«Está claro que en la vida cotidiana y en el debate público pesa muchas veces más el debe y el haber, sobre todo cuando tiene que ver con el esfuerzo de llevar adelante el día a día.

«Sabemos que no hemos alcanzado los objetivos que nos propusimos en el fortalecimiento del ingreso, en la lucha contra la inflación y en la disminución de la pobreza. Las circunstancias y el contexto no nos acompañaron pero también porque debimos haberlo hecho mejor o diferente, o porque no encontramos las herramientas adecuadas».

DESPEDIDA

«Actuamos de buena fe y hemos trabajado honradamente. He dejado todo de mí en estos cuatro años de esfuerzo. Sólo me he llevado el enorme honor de presidir esta patria».

«Como siempre nos marcaba Néstor, como siempre creyó Cristina, estoy convencido de que hacemos política para poder transformar la patria.
Me llevo la persistente alegría de aquella madrugada cuando aterrizó el primer avión con vacunas. La incertidumbre de esa guerra no esperada. La emoción de cada familia que recibió su casa. El terror de la noche en que atentaron contra la vida de la Vicepresidenta. El orgullo de haber puesto en marcha el gasoducto que cambia de una vez y para siempre nuestra matriz energética. La dignidad de haber llevado agua potable al Impenetrable chaqueño. La decisión de seguir reclamando en donde me toque estar la inmediata liberación de los rehenes que Hamas tiene ocultos en algún lugar de Gaza».

«Guardo conmigo el dolor profundo de no haber llegado a mejorar la vida de quienes aún están en la pobreza. No voy a elegir el lugar cómodo de esperar el juicio de la Historia. Escucho y me hago cargo del juicio de mis contemporáneos, de sus entusiasmos, de sus enojos y sus críticas. No importa dónde me toque estar a partir de mañana. En el mismo momento en que entregue los atributos de poder, yo lo sé, voy a ser aquel joven abogado guiado por la búsqueda de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, dispuesto a dar todo por construir una sociedad más justa, que se desarrolle en paz. Siempre junto a cada uno de ustedes. Siempre agradecido por el enorme honor que me dispensaron. A cuarenta años de la democracia defendámosla cada día, como nos enseñaron las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, y todos y todas quienes nos marcaron el camino. Hoy más que nunca, más y mejor democracia, siempre».

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