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Gimnasia sacó fuerzas tras la muerte de Maradona y le ganó a Vélez

Gimnasia y Esgrima de La Plata, con la conmoción mundial por la muerte de su entrenador Diego Armando Maradona, derrotó esta tarde de visitante a Vélez 1 a 0, por la quinta fecha de la zona 6 de la copa rebautizada con el nombre del astro argentino.

El encuentro, que sólo se pospuso un día respecto a la programación original, se jugó en el estadio José Amalfitani y fue arbitrado por Néstor Pitana, acompañado por Diego Bonfá y Diego Martín, todos con la leyenda en la espalda que decía «Gracias Diego».

En el minuto de aplauso estuvieron los titulares y suplentes de Vélez y Gimnasia, ambos planteles con la camiseta de Argentina y la número 10 con el nombre de Maradona, y cada uno de ellos soltó un globo blanco al cielo, acompañado de un «Barrilete Cósmico» con los colores argentinos; y con el tema «La mano de Dios» de Rodrigo de fondo.

Allí en el centro del campo de juego se colocó un póster del ídolo besando la Copa del Mundo ganada en 1986, mientras el tablero electrónico recordó a Maradona con una foto suya con la pelota y la leyenda que también rezaba «Gracias Diego».

Las caras de dolor de los jugadores «Triperos» fueron las mismas que las vistas el jueves pasado en Casa Rosada, cuando el plantel estuvo parado 40 minutos frente al féretro, con flores en las manos, en silencio y dejando rodar las lágrimas.

Sin posibilidad de procesar el duelo, Gimnasia utilizó para jugar una camiseta negra con la figura del rostro del astro en la parte superior y, también en letras oscuras, la frase «Diego Maradona 1960-infinito».

Después hubo un partido. Vélez tuvo más la pelota, con el buen manejo de Ricardo Álvarez, pero fue Gimnasia el que llegó en el inicio, con un zurdazo de José Paradela que se fue junto al palo izquierdo del arco de Matías Borgogno.

En la respuesta, Vélez tuvo la más clara, con un remate de Ricardo Álvarez que dio en la base del palo izquierdo de Jorge Broun, quien a modo de homenaje lució un mechón rubio como el que tuvo Maradona en 1995 en su segunda etapa en Boca.

Ya sin Sebastián Méndez y Adrián González, quienes dejaron sus cargos de ayudantes de campo por razones éticas tras haber llegado al club convocados por Diego, y con la dupla interina Mariano Messera-Leandro Martini, Gimnasia estuvo bien.

Paradela condujo el equipo y estuvo bien acompañado por los mediocampistas ofensivos, Johan Carbonero y Matías García.

Al promediar la etapa el paraguayo Víctor Ayala lanzó un tiro de esquina desde la derecha y Coronel conectó «limpio» de cabeza para abrir el marcador, abrazar a sus compañeros, besar la camiseta y dedicar el gol a la memoria del último entrenador.

En la segunda mitad salió bien Vélez y lo tuvo Álvarez de cara a Broun, pero perdió ante la reacción de Matías Melluso.

Siguió con la posesión el local, aunque Gimnasia presionó bien y no lo dejó progresar con claridad.

Y de contragolpe el visitante tuvo alguna chance, como un remate de Carbonero que sacó Borgogno, quien se lució en el rebote de esa jugada ante un disparo de Paradela.

Insistió Vélez, muy volcado en el campo rival, y fue esta vez Paolo Goltz el que salvó con el cuerpo un remate de Lucas Janson.

Sobre el final, en otra réplica, Brahian Aleman exigió desde lejos a Borgogno. En el descuento ingresó Lucas Licht, con los botines negros que le había regalado Maradona.

Gimnasia resistió y se llevó el triunfo. El triunfo más triste.

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