Gendarmería fue a su departamento, mientras De Vido se entregaba

Segundos después que la Cámara de Diputados aprobó el desafuero de Julio De Vido una docena de efectivos de Gendarmería y un escuadrón de fuerzas especiales rodeó el edificio del barrio de Palermo donde se domicilia el legislador nacional e ingresó al departamento del décimo piso para detenerlo. Sin embargo, los uniformados no tuvieron éxito: mientras lo buscaban en la torre de avenida Libertador al 2.200 el exministro de Planificación se entregaba en los tribunales de Comodoro Py.

Cientos de personas se congregaron frente a la entrada del edificio y aplaudieron y lo increparon con cánticos, a la espera de ver al exfuncionario con el casco y chaleco antibalas. Sin embargo, se quedaron con las ganas de la imagen.

De Vido fue notificado por los jueces Luis Rodríguez y Claudio Bonadio en el cuarto piso de los tribunales federales y luego trasladado al hospital penitenciario de Ezeiza para someterlo a una «revisión de riesgo» sobre su estado de salud. Una vez cumplidos los trámites judiciales, sería derivado al penal de Ezeiza o Marcos Paz.

La suspensión del extitular de Panificación de Diputados se formalizó en respuesta a dos pedidos de desafuero presentados, por un lado, por Rodríguez en la causa por presunta defraudación al Estado en Río Turbio y, en otra, por Bonadio por sobreprecios en la compra de gas licuado.

La votación en la Cámara baja resultó en 176 votos afirmativos y una abstención. El desafuero fue aprobado por el oficialismo, el Frente Renovador, el Partido Socialista, el Bloque Justicialista y el Frente de Izquierda, entre otros, luego de dos horas y 20 minutos de debate en el recinto.