Gastronómicos se manifiestan por la ley de emergencia para el sector
Bares, restoranes, hoteles y casas de comida de Resistencia colgarán globos negros en sus fachadas para solicitar medidas urgentes que permitan sostener los emprendimientos. Aseguran que si el panorama no cambia, en 30 días muchas empresas asfixiadas se irán a la quiebra.
Luego que la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines del Chaco advirtiera esta semana de la difícil situación que afronta el sector, empresarios gastronómicos y hoteleros de Resistencia decidieron llevar adelante una protesta simbólica este jueves colocando globos negros en las fachadas de sus locales. El objetivo de la manifestación es solicitar el urgente tratamiento y sanción de la ley de emergencia para el sector impulsada por la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA). Si bien aseguran que también priorizan la salud ante todo, aseguraron que si la situación no cambia dentro de los próximos treinta días, «muchas empresas se irán a la quiebra y dejarán sin empleo a cientos de trabajadores».
El empresario Luis Jozsa, propietario de varios locales en Resistencia, entre los que se encuentran Clover, La Barra y El Surtidor, explicó que la movida que se realizará este jueves tiene como principal objetivo visibilizar la dura realidad que vive el sector, utilizando las redes sociales para intentar obtener respuestas a un reclamo que vienen haciendo hace más de 100 días. “La semana pasada tuvimos una reunión con el gobernador y la verdad que soluciones a corto plazo no hay, por lo que nuestra situación es desesperante y ya no sabemos qué hacer para sostener los emprendimientos y el pago de nuestros trabajadores”, argumentó.
Por otro lado, agregó que tampoco los empresarios se vieron beneficiados con la eximición impositiva, ni tampoco con las tarifas de agua y energía eléctrica, que aseguran llegan con los mismos montos del año pasado y a pesar de que muchos locales tienen sus puertas cerradas. “Está bien que las facturas vengas atrasadas, pero ya vamos por el cuarto mes y las facturas siguen con los mismos montos porque utilizan los consumos históricos”, expresó Jozsa.
Adaptación para sobrevivir los primeros meses
El empresario chaqueño explicó que la mayoría de los locales tuvieron que trabajar duramente para poder adaptarse al servicio delivery y muchos otros, directamente, no tuvieron ventas y se encuentran desde marzo sin ingresos para subsistir. “No es fácil acostumbrar a nuestros clientes que opten por este servicio, lo que genera una drástica reducción de las ventas que nos impide afrontar los gastos y cargas mensuales”, aseguró Jozsa.
La situación llevó a que muchos emprendedores busquen alternativas para poder sobrellevar la crisis. Este fue el caso del propietario de Clover y La Barra, que abrió una distribuidora de cervezas y bebidas a domicilio para lograr obtener ingresos que le permitan cubrir parte de los salarios de los casi 70 trabajadores que tiene en todos sus locales. “Apenas estamos pudiendo cubrir sueldos, nada más, por lo que buscamos la forma de renegociar alquileres, no podemos afrontar el pago de impuesto y costos de inversión, lo que genera un panorama complicado a más de tres meses la paralización”, aseveró.
“Los créditos no son una alternativa”
Luis Jozsa consideró que los créditos blandos no son una alternativa viable para sobrellevar la crisis, principalmente porque son “casi imposibles” de obtenerlos, así como también porque se constituyen en nueva deuda que no puede ser afrontada con ingresos “cero”. “Esos créditos están hechos para empresarios que no necesitan tomarlos, porque realmente los bancos te piden tantos requisitos que lo único que hacen es demostrarte que no te quieren prestarte dinero”, resaltó.
“Yo arranqué la pandemia con seis negocios y uno ya lo tuve que cerrar, pero si esto continúa de la misma forma seguramente en poco más de 30 días tendré que tomar la decisión de bajar definitivamente la persiana de algunos otros”, expresó el empresario con respecto a los riesgos que corre en medio de la emergencia.
Para finalizar, el joven empresario además manifestó que a pesar de que se flexibilice el aislamiento social en un tiempo muy lejano, la situación no mejorará de un día para otro por la dura recesión económica que quedará y por los altos índices de inflación que perjudicará a los argentinos. “Los precios seguirán controlados por el Gobierno durante otros 60 días, pero cuando esto se levante seguramente las empresas aplicarán aumentos contundentes en los productos por lo que la inflación nos pasará por arriba”, concluyó Luis Jozsa.