Extraditaron a Estados Unidos al sindicado narco «Mi Sangre»
El sindicado jefe narco colombiano Henry de Jesús López Londoño, alias «Mi Sangre», quien fue detenido en Argentina en octubre del 2012, fue extraditado a Estados Unidos bajo un fuerte operativo de seguridad secreto, informaron fuentes policiales.
Mas de cien efectivos de distintas fuerzas de seguridad, dos helicópteros, una ambulancia y bajo el más absoluto secreto, el sindicado capo narco fue subido a un avión privado contratado por la Embajada de Estados Unidos y trasladado hacia el aeropuerto de Fort Lauderdale, en el Estado de Florida, donde es investigado por la Justicia de ese país por narcotráfico.
En su cuenta oficial de Twitter, el Ministerio de Seguridad de la Nación aseguró que se trató de un operativo «exitoso» y que la extradición de López Londoño es «otro paso más para una Argentina sin narcotráfico».
«Mi Sangre» se encontraba alojado en un sector especial del pabellón 6 del Complejo Penitenciario I de Ezeiza, alejado del resto de la población penitenciaria, monitoreado las 24 horas, hasta cuando iba al baño.
«Tenía a su disposición un sector de cuatro celdas para él solo (cada celda mide 1,5 metros por 3 metros), más un salón de usos múltiples. La orden judicial era que no tuviera contacto con nadie», dijo a Télam un investigador, quien agregó que tenía el régimen de Resguardo de Integridad Física (RIF) que estipula 23 horas de encierro y una hora en el patio.
En el operativo participó un centenar de efectivos del Servicio Penitenciario Federal (SPF), de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), dos equipos tácticos del Departamento Grupos Especiales de Operaciones Federales (GEOF), cuatro motociclistas de la División Grupo de Operaciones Motorizadas Federales (GOMF), brigadas de la Superintendencia de Drogas peligrosas, personal de la División Video Operativo, ambulancia y médicos de la Dirección General de Sanidad Policial.
Según las fuentes, el procedimiento fue con absoluta cautela, al punto tal que López Londoño fue despertado a las seis de la mañana e informado en ese momento de que iba a ser trasladado. «No entendía nada, no emitía sonidos», explicó el investigador, quien agregó que el último encuentro íntimo con su mujer había sido el martes.
De inmediato, lo sometieron a un examen médico de rutina para comprobar su estado de salud y luego lo dejaron vestirse con un pantalón de jean, zapatos, camisa y una campera deportiva liviana.
Las autoridades norteamericanas no le permitieron llevar ningún elemento personal, ni anillos, ni cadenas, ni cinturón, ni cordones, agregaron las fuentes.
Luego, lo obligaron a ponerse un casco, chaleco antibalas y cadenas en las muñecas y los pies y fue llevado desde su celda hasta el patio donde aterrizaron dos helicópteros de la Policía Federal.
Desde allí, con una fuerte custodia, lo trasladaron hasta el Aeropuerto Ministro Pistarini, en Ezeiza, donde fue entregado a los marshall estadounidenses.
El avión privado partió de Ezeiza a las 7.20 y tiene previsto aterrizar en el Estado de Florida y ser llevado a un penal de máxima seguridad.
«En función del alto riesgo en términos de fuga que representaba el interno, incluyó un despliegue de elementos disuasivos y reactivos desde las primeras horas de la madrugada, que generó una esfera de seguridad omnicomprensiva del perímetro del Complejo Penitenciario y el aeropuerto, desde donde López Londoño partió con destino a los Estados Unidos de América», señaló un comunicado del SPF.
El Ministerio de Seguridad, en tanto, resaltó la importancia de haber realizado el procedimiento «en total hermetismo y secreto».
La Corte Suprema de Justicia de la Nación había confirmado el 13 de septiembre último la extradición de López Londoño a EEUU, donde se lo acusa de «conspiración para distribuir una sustancia controlada (cocaína), a sabiendas de que se importaría ilegalmente».
En una resolución de sólo tres carillas, en ese momento los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti no hicieron lugar a la petición de la defensa para rechazar la extradición y confirmaron la resolución de mayo del juez federal Sebastián Ramos.
Según la acusación, el ex líder de la AUC y presunto integrante del cártel Los Urabeños dirigió entre 2006 y 2012 una organización dedicada al tráfico de cocaína hacia Estados Unidos, México y América Central, y al lavado de dinero producido por esa actividad ilegal.
López Londoño fue apresado el 30 de octubre de 2012 cuando cenaba junto a allegados y custodios en el restaurante «Fettucine Mario», de Pilar, ya que pesaba sobre él un pedido de captura internacional por una causa en la que lo sindicaban como jefe del mencionado cartel.
El 3 de septiembre, se conoció un presunto plan del colombiano para fugarse de la cárcel de Ezeiza, que incluía el ataque de un grupo comando al penal, luego de que su abogada, María Gabriela Ricagno, pretendió ingresar al penal de Ezeiza con un plano detallado de los terrenos de la cárcel.
En el croquis también figuraba la ubicación detallada de comisarías y otras dependencias policiales próximas al penal, así como los barrios aledaños hasta el partido de Esteban Echeverría y una posible línea de fuga trazada en rojo hacia Cañuelas.
Además, en la celda del preso se hallaron numerosas fotocopias de expedientes y dentro de ellas, en un hueco, un teléfono celular Iphone, dos chips y un módem portátil.
Por el hecho, se pasó a disponibilidad al director del penal y a otros dos funcionarios que se cree que tuvieron vinculación con el ingreso del teléfono y de los otros elementos hallados, mientras que se abrió una causa penal contra integrantes del Servicio Penitenciario.