Estados Unidos impuso aranceles al acero y al aluminio que exportaban Argentina y Brasil
Estados Unidos impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio que proceden de la Argentina y el Brasil en respuesta a las recientes devaluaciones de las monedas de esos países sudamericanos, anunció el presidente estadounidense, Donald Trump, en un mensaje por red social.
La medida, que causó sorpresa, podría afectar fuertemente las cotizaciones de las acciones de Aluar, Ternium y Tenaris, estas dos últimas del grupo Techint, en momentos en que las operaciones de futuros S&P moderaban hoy un avance inicial luego de la decisión anunciada por Trump, que a juicio de analistasvuelve a introducir interrogantes sobre comercio global.
El restablecimiento de aranceles sobre el acero y el aluminio de Argentina y Brasil fue anunciado como consecuencia de sendas devaluaciones del peso y el real brasileño, hecho que el jefe de la Casa Blanca calificó como ‘un daño a los agricultores estadounidenses’.
En su mensaje por la red social Twitter, Trump pidió nuevamente a la Reserva Federal (FED, Banco Central) que reduzca las tasas de interés del sistema financiero estadounidense. Dijo que Argentina y Brasil ‘han estado llevando adelante una devaluación masiva de sus monedas, lo cual no es bueno para nuestros agricultores’.
Con vigencia inmediata, señaló que restablecerá los aranceles sobre ‘todo el acero y aluminio que se envíe a los EE.UU. desde esos países’ Las exportaciones de Ternium Argentina sólo representan cerca del 15% de sus ventas que suelen ser productos más básicos, con menor margen y vende en el mercado doméstico productos de alto valor agregado, con lo que hace la mayor parte de su margen; Tenaris abrió hace poco una planta en Estados Unidos, de modo que ya tiene producción local en ese país y se benefició cuando las autoridades estadounidenses aplicaron aranceles a la entrada de acero de otros países.
Aluar: incógnita y caída
Aluar cayó 11,9%% este lunes como producto de la publicación del presidente de los Estados Unidos en su cuenta de twitter respecto de que volverá a poner aranceles a las importaciones de acero de Argentina y de Brasil. Esto golpeó de lleno al Merval, que cerró la rueda con una caída del 3,1%. En mayo de 2018, el entonces ministro de la Producción, Francisco Cabrera, había anunciado que el Gobierno argentino llegaba a un acuerdo con su par de los Estados Unidos para la excepción del pago de aranceles sobre las exportaciones de aluminio y acero a ese país.
‘Luego de intensas negociaciones logramos acordar con el gobierno de los Estados Unidos que las exportaciones de acero y aluminio argentinos serán exceptuados de los aranceles establecidos el mes pasado. Una cantidad equivalente al 100% del promedio del aluminio y al 135% del promedio del acero exportado en los últimos tres años hacia ese país ingresarán sin aranceles’, dijo por entonces Cabrera.
‘Este es un logro importante que pone a la producción y el empleo argentinos en mejores condiciones que los de los países que no lograron ser exceptuados del arancel’, aseguraba el ahora exministro, que ahora debe ver -desde afuera- cómo su euforia duró lo que el humor del presidente de Estados Unidos quiso.
Presidente de Aluar duro: “Inoperancia del gobierno”
El presidente de Aluar, Javier Madanes Quintanilla, aseguró que la decisión de Estados Unidos de volver a imponer aranceles contra el aluminio y el acero provenientes de la Argentina, le ‘pega muy fuerte’ a esa empresa, y cuestionó al Gobierno de Mauricio Macri por ‘inoperancia’ en su política exterior.
‘Más allá de las repercusiones que va a tener esto en lo comercial y económico para nosotros, lo que pega más fuerte es la absoluta inoperancia que hemos tenido en una serie de manejos de cómo llevar la relación comercial internacional’, sostuvo el empresario.
Madanes Quintanilla dijo que la decisión de Estados Unidos ‘no es cosa de un rayado. Hay detrás una estrategia que se lleva a cabo hace tiempo’. A su criterio, en el Gobierno argentino ‘hay una mala lectura del problema que se está enfrentando. Estos contratiempos hay que tomarlos desde el lado de la política exterior, desde el punto de vista diplomático, y cuando va dirigido a un sector en particular, hay que ver también qué pasa con la política económica general’.