Encontraron a un hombre de 41 años descuartizado dentro de una valija
Fernando Pérez Algaba comercializaba vehículos de alta gama y motos de agua; su torno presentaba dos disparos de arma y la cabeza estaba escondida dentro de una mochila; por el crimen hay una mujer trans detenida.
Un hombre de 41 años vinculado con el alquiler de vehículos de alta gama y motos de agua fue encontrado muerto el domingo pasado. Estaba descuartizado y tenía signos de dos disparos. El hallazgo lo protagonizaron dos jóvenes que jugaban a la pelota en los alrededores del arroyo del Rey, en la localidad de Ingeniero Budge, Lomas de Zamora, y se toparon con una valija. Allí dentro había restos humanos, más precisamente miembros superiores e inferiores. Luego de conocer las autoridades lo ocurrido, en las últimas horas la Policía Científica logró identificar a la víctima: Fernando Alejandro Pérez Algaba.
Fuentes de la investigación confirmaron a Diario Conurbano que los tatuajes que tenían los brazos y las dos piernas fueron piezas claves para reconocer el cuerpo. La identificación estuvo a cargo de personal de la División Dactiloscopia de la Policía Científica.
Según indicaron las fuentes consultadas por la agencia Télam, primero se encontraron los dos brazos y las dos piernas del empresario en una bolsa negra en el interior de la valija, mientras que anteayer, cuando se realizaban tareas de drenaje en el arroyo, se halló el torso con dos impactos de bala. Respecto de la cabeza, la misma fue encontrada adentro de una mochila en el mismo cauce de agua.
Dentro de la valija además había documentación de cuatro integrantes de una familia. El fiscal de la causa, Marcelo Domínguez, de la UFI N.º 5 de Lomas de Zamora, dispuso por ello el allanamiento de la vivienda de esas personas. Si bien reconocieron la valija como propia, aseguraron que había sido robada a un familiar, una mujer trans que quedó detenida en el marco de la investigación.
La sospechosa, identificada por la policía como Nicol Alma Chamorro y que es familiar de las cuatro personas que declararon, fue apresada en su vivienda de la calle Murature al 3000, de Villa Caraza, en Lanús. En principio, la detenida está acusada del homicidio de Pérez Algaba, quien se cree fue asesinado en el marco de un ajuste de cuentas.
De acuerdo a la reconstrucción hecha hasta el momento, Pérez Algaba había llegado al país recientemente proveniente de España y el 13 de julio último había alquilado, a través de las redes sociales, un departamento en la calle Olazábal, en el municipio de Ituzaingó. Sobre el empresario había recaído una búsqueda desde el lunes cuando la dueña de la vivienda que él había arrendado hizo la denuncia de paradero cuando no supo nada más de él. Se suponía que él entregaría la propiedad el 19 de julio.
Tras ello, el fiscal Marcelo Tavolaro, de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada de Ituzaingó, ordenó una inspección en el departamento que Pérez Algaba había alquilado y halló su pasaporte, una computadora, ropa, dos valijas, un bolso de mano y una constancia de atención médica psiquiátrica por trastornos de ansiedad, indicaron las fuentes. Sin embargo, no fue encontrada su billetera, ni su teléfono celular, ni DNI, ni dinero en efectivo, añadieron las fuentes.
Apodado “Lechuga”, era reconocido en el mundo de la venta y el alquiler de autos de alta gama. “Comencé a trabajar a los 14 años, me inicié con una bicicleta y una caja y empecé a vender sándwiches en las remiserías. Dos años después de eso fui repartidor de pizzas con una motito; luego trabajé en los comercios de la zona del barrio donde vivía, ya sea de heladero, en todo tipo de restaurantes y pizzerías”, había contado el hombre en una entrevista en Ámbito Financiero, publicada el 10 de marzo de este año.
Años después de esos primeros trabajos compró una moto para revenderla y ahí fue que se acercó al rubro de la compra-venta de automóviles y motos de agua. “Viajaba mucho a Paraguay para comprar ruedas, era mucho más barato que en la Argentina. Esto me permitía remodelar los autos y revenderlos a un mejor precio”, contó Pérez Algaba.
El empresario además estaba metido en el mundo de las criptomonedas y hasta fue piloto del TC Regional. En enero de 2022 su cara se hizo viral tras protagonizar un incidente con un inspector de tránsito de Mar del Plata, a quien le pegó luego de negarse a hacer un control de alcoholemia.