En un amistoso River le ganó 2 a 0 al América de México
River Plate acumuló esta noche su segundo encuentro formal de la pretemporada y venció por 2-0 a América de México, en amistoso jugado en la ciudad de Seattle, Estados Unidos.
En el estadio Century Link Field, en el primer turno de la jornada (a continuación se enfrentaban Boca Juniors y Chivas de Guadalajara), el equipo ‘millonario’ se ‘enchufó’ un rato en la primera mitad, obtuvo la diferencia y luego la reguló con criterio y solvencia.
El delantero Julián Alvarez (Pt. 14m.), después de una buena definición ante el arquero rival, y el mediocampista Cristian Ferreira (Pt. 19m.), con un remate desde fuera del área, sentenciaron la historia en favor de los dirigidos por el DT Marcelo Gallardo.
El campeón de la última edición de la Copa Libertadores, aún con bajas diversas por tener jugadores en el seleccionado argentino y otros lesionados, no resintió su funcionamiento colectivo y mostró aptitudes futbolísticas muy similares a las exhibidas en el triunfo 5-1 sobre Chivas de Guadalajara, en el primer cotejo de la preparación.
De movida no más, el recuperado Exequiel Palacios metió un pase en cortada para el ingreso de Alvarez al área. El juvenil ‘millonario’ se abrió ante la salida del arquero Oscar Jiménez, lo gambeteó hacia un costado y mandó la pelota a la red, para abrir la cuenta.
Cuando el elenco mexicano, que mostró la misma formación inicial que puso en cancha en el choque ante Boca Juniors (1-2) en el ensayo del miércoles pasado, intentaba reaccionar, River le dio otro golpe que pareció de nocaut.
Sobre los 19m., el pibe Ferreira tomó el balón a unos 25 metros del arco y despachó un remate colocado, que ingresó junto al poste derecho y se tradujo en la segunda y definitiva conquista.
De allí hasta el final del partido, más allá de los innumerables cambios que uno y otro equipo ensayaron para otorgarle rodajes a sus respectivos planteles, la sensación dominante fue que la escuadra de Núñez no pasaba ningún tipo de sobresalto para conservar la ventaja. Y así ocurrió, más allá de alguna lucida intervención del arquero Germán Lux (el reemplazante de Franco Armani), de buena tarea.
