En el primer semestre, Chaco perdió casi $8.600 millones entre coparticipación y recaudación propia
La provincia del Chaco sufrió una fuerte retracción de recursos debido a la pandemia y la consecuente parálisis económica a partir de la instauración del aislamiento social, preventivo y obligatorio. En el primer semestre del año (enero a junio 2020), sufrió una pérdida de casi $8.600 millones por transferencias automáticas (coparticipación, leyes especiales y compensación consenso fiscal) y de recaudación propia, según un informe recientemente publicado por la consultora Politikón.
Acumulado el primer semestre de 2020, por coparticipación federal, leyes especiales y compensación del consenso Fiscal (a lo que se agrega un pequeño monto a principios de año por compensación de Compensación del Decreto 752/19) el Chaco captó un total de $44.105,08 millones, que significó un incremento nominal en relación al mismo período 2019 de un 27,4%, lo cual, ajustado por inflación, representa una caída en términos reales del 13,1%.
A su vez, la recaudación propia de la provincia finalizó junio acumulando en el año un total percibido de $6.974,85 millones, un 38,4% más que mismo período 2019 en términos nominales, al tiempo que, ajustado por inflación, implica una caída real del 5,6%.
Los meses de abril y mayo fueron los más fuertes en términos de caídas, tanto en los recursos de origen nacional como la recaudación propia, y mostró cierta mejora en junio. Pero la provincia no solo sufrió los efectos de la pandemia, sino también los de la recesión económica que lleva dos años en el país: enero y febrero también mostraron caídas reales en ambas recaudaciones.
En lo que respecta a la recaudación provincial, durante todo el año se movió por debajo de la inflación, siendo abril el mes de mayor brecha entre la variación de los ingresos y el IPC: poco menos de treinta puntos de distancia. Esa merma en la recaudación provincial queda en evidencia cuando se analizan las pérdidas reales en pesos estimadas para cada mes: en enero y febrero la provincia perdió $45 millones y 27,6 millones respectivamente; en marzo la pérdida creció a un total de $109,1 millones, y en abril fue de $223 millones; mayo y junio mostraron una marcada desaceleración de las caídas pero siendo igualmente de gran magnitud (-$166,6 millones y -$59,6 millones, respectivamente). De este modo, solo en concepto de recaudación propia, el Chaco acumuló un total de pérdidas en el primer semestre del año de $630 millones.
En lo que tiene que ver con las transferencias automáticas de recursos de origen nacional, la caída más fuerte se reflejó en mayo, pero todo el año mostró caídas: en enero y en febrero el Chaco perdió $920 millones y $381 millones respectivamente; en marzo, donde ya se empezó a sentir el impacto de la pandemia, perdió $892 millones; en abril creció la caída a los $1.433 millones; y en mayo la situación mostró su peor cara: la provincia perdió $2.945 millones. En junio la situación mostró una leve mejora, pero igualmente el Chaco dejó de percibir un total de $1.393 millones.
Así las cosas, en el total del semestre de este año, la pérdida real del Chaco en este punto está estimada en $7.964 millones. Si se toman los dos puntos (transferencias automáticas de recursos nacionales y recaudación propia), el Chaco perdió en el primer semestre del año un total de $8.594,9 millones, equivalente a aproximadamente 3 meses de pagos de salarios de los trabajadores activos provinciales.
Hay que considerar que el Estado Nacional activó mecanismos de financiamiento para las provincias, a través de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y créditos del Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial (FFDP), que intentan compensar en cierta medida las caídas mencionadas: el Chaco, en el primer semestre, recibió por estos dos conceptos un total de $4.412 millones, que equivale a un 51% de la pérdida estimada.
Fuente: Agencia Foco.